Telediario en 4' - 24/0810

Albert Vilalta y Roque Pascual ya están en casa. Llegaron esta madrugada al aeropuerto del Prat, en Barcelona después de casi nueve meses de secuestro en Mauritania. Se les ha visto cansados, más delgados, pero felices tras su liberación. Han agradecido el apoyo de sus compañeros de la ONG Acció Solidaria, de sus familias, el gobierno y la prensa. En una breve declaración han dicho que los secuestradores les han tratado correctamente pero que ha sido una experiencia durísima.-- Sigue activo el incendio de Benirrás, en el norte de Ibiza que, según el gobierno balear se originó por una negligencia en una de las cuevas cercanas en las que reside una comunidad hippy. 16 aeronaves tratan ahora de controlar el fuego que hasta el momento ha quemado cuatrocientas hectáreas de alto valor paisajístico. Trescientos bomberos de las islas y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias trabajan desde tierra contra las llamas que se reavivaron anoche por un cambio en la dirección del viento. El gobierno balear ha pedido más medios de extinción para luchar contra un incendio que el presidente Francesc Antich ha calificado de "desastre ecológico".-- La reforma laboral entra en la recta final con el debate en el Senado de las enmiendas presentadas por los grupos. Los sindicatos ven en ellas más motivos para la huelga general. El PSOE negocia una enmienda que fija en 30 días el tiempo que tiene un parado para rechazar ofertas de formación. UGT y CCOO acusan al Gobierno de perseguir a los parados y de buscar una fórmula para maquillar las cifras del paro. El ministro de Trabajo ve razonable ampliar a 20 años el periodo para calcular la jubilación.-- Indignación en el Gobierno de Hong Kong por la gestión del secuestro de un autocar en Manila en el que murieron 8 ciudadanos suyos. La policía filipina reconoce que cometió errores antes y después del asalto en el que abatieron al secuestrador, un policía expulsado.-- Más de medio millón de pakistaníes están enfermos a consecuencia de las inundaciones. Ya han muerto 60 niños por diarrea. La ONU eleva a más de 17 millones los afectados y podrían ser más porque sigue lloviendo.