La torre Orbit es el símbolo del parque olímpico

Es algo distinto dependiendo de cómo se mire, desde dónde se mire. La torre Orbit se retuerce en sí misma y respira por cada centímetro de acero rojo que la hace ser lo que es: el símbolo del parque olímpico. Y que aspira, con Londres a sus pies, bajo sus 115 metros de altura, a ser también un símbolo de la ciudad. Pero para eso necesita tiempo, de momento, es sólo vecina de Stratford. Las vistas del estadio olímpico son inmejorables y comprobamos que los obreros siguen trabajando para que todo esté perfecto cuando empiece la competición y también que ni rastro del pebetero. No está ya en el medio sino a un lado. Desde ahí verá las pruebas de atletismo pero hay un problema, a él no se le ve desde fuera del estadio, una tradición que se cumplía a rajatabla en los últimos años.