Manuel Nogales es uno de las decenas de científicos desplazados a la isla de La Palma para estudiar sobre el terreno la erupción en Cumbre Vieja....
21/10/2021 00:01:21Manuel Nogales es uno de las decenas de científicos desplazados a la isla de La Palma para estudiar sobre el terreno la erupción en Cumbre Vieja. Este biólogo del CSIC, que pertenece al Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA) de Santa Cruz de Tenerife, centra su trabajo en el impacto del volcán sobre la biodiversidad palmera. Un equipo de TVE le ha acompañado durante una de sus jornadas laborales.
El trabajo diario de Nogales consiste en hacer una foto fija de la naturaleza que luego será devorada por la lava. La vida de plantas y animales de esta isla, que en muchos casos son especies endémicas, se ha visto muy perjudicada por la erupción. Nogales muestra cómo, por ejemplo, los excrementos de conejo que encuentra por el suelo son muy oscuros, lo que significa que estos mamíferos están ingiriendo una cantidad muy elevada de ceniza cuando comen.
La nube volcánica está dañando especialmente a plantas y hongos, y también a los animales que se alimentan de ellos. Encima de los líquenes hay capas de hasta 40 centímetros de ceniza. En otros casos, ante la llegada de la lava, reptiles como el lagarto tizón se resisten a abandonar su refugio y tienden a esconderse, lo que supone una condena de muerte segura para ellos.
A siete kilómetros del volcán, la joya de la corona natural de la isla, el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, no se ha visto afectado de momento por la erupción, ya que los alisios, que son los vientos dominantes, están desplazando la nube de cenizas y gases hacia el suroeste. En Taburiente, los biólogos centran gran parte de sus esfuerzos en cuidar de las especies más amenazadas, como la garbancera, de la que solo existen 120 ejemplares en el mundo. O el saltamontes de El Remo, que es una especie endémica que está en peligro de extinción, y cuya supervivencia depende de la conservación de su hábitat.
Con paredes casi verticales y desniveles cercanos a los 2.000 metros, los desprendimientos de rocas provocados por los cientos de terremotos que se han producido en las últimas semanas son la otra amenaza para la Caldera de Taburiente. De momento, ninguno de los seísmos ha afectado al parque nacional y la biodiversidad que contiene en su interior permanece intacta.
- Dirigido por
- Amaia Pérez de Mendiola (Edición)
- Géneros
- Información y actualidad
- Idiomas
- Castellano