Alemania condena a una trabajadora de un campo de concentración nazi de 99 años por cómplice de asesinato

La anciana tenía 18 años cuando empezó a trabajar en el campo de concentración de Stutthof. Por las manos de Irmgard Furchner pasaban los papeles del genocidio nazi: era la secretaria del jefe del campo y la que anotaba los nombres de los condenados. El Supremo alemán ha confirmado los dos años de prisión por complicidad en el asesinato de 10.505 personas que le había impuesto un tribunal inferior y que la defensa de la antigua secretaria había recurrido. Pese a ello, no tendrá que entrar en la cárcel. Sus abogados alegaban que ella apenas hacía su trabajo administrativo y no decidía nada, pero, desde hace una década, el Supremo alemán establece que basta con haber formado parte del sistema represivo nazi para ser condenado.