Los antivacunas contagiados lamentan no confiar en la ciencia

Continúan por todo el mundo las manifestaciones de los antivacunas. Pero algunos se echan atrás cuando el virus los alcanza. Es el caso de un líder antivacunas italiano que se ha arrepentido después de estar ingresado por COVID. Es el caso de Lorenzo Damiano, italiano de 56 años y líder del movimiento antivacunas en su país, que tras contagiarse de COVID, algo que ha dicho no desea ni a su peor enemigo, se lamenta por haber llamado a la insumisión vacunal y pide ahora confiar en la ciencia.

Otros negacionistas arrepentidos han tenido menos suerte: el piloto español Jorge Lis murió este verano a los 46 años tras haber rechazado la vacuna, sin embargo, según su hermana, antes de morir admitió que se había equivocado en sus planteamientos.

Los hay que no dieron su brazo a torcer pese a que la COVID los acabó matando. Como el estadounidense Marcus Lamb, fundador de una televisión de orientación cristiana ultra donde hacía campaña contra las vacunas.  O Johann Biacsics, líder de los antivacunas austriacos que murió hace unas semanas, probablemente tras ingerir un supuesto elixir milagroso a base de lejía. Entre los negacionistas que de momento han esquivado el virus, el alemán Stephan Bergmann, fundador del movimiento Querdenken 711, de los más activos en su país contra las medidas aprobadas para tratar de contener la expansión de la COVID.

Foto: EFE/Jeffrey Arguedas