Sinopsis
Amanda Zurawski rompió aguas en su segundo trimestre de embarazo. En Texas, el aborto solo es legal para evitar la muerte o invalidez de la madre. Muchos médicos denuncian que no está claro cuándo actuar, mientras que dar un paso en falso puede condenarles a cadena perpetua o a perder su licencia. No la intervinieron hasta que sufrió un choque séptico tres días después y como consecuencia quedó estéril.
"Los vetos al aborto nos están matando. No es solo un debate sobre el derecho a elegir, sino de vida o muerte para las mujeres estadounidenses", señala Zurawski. Ella fue un pilar fundamental en la campaña de Kamala Harris.
"Trump es un mentiroso y nosotros no supimos trasladar que es responsable de las leyes antiabortivas aprobadas en muchos estados y que la mayoría de la población rechaza. Me aterroriza su segundo mandato", confiesa.
Durante su primera presidencia, el republicano nombró a jueces conservadores en el Tribunal Supremo para que revocaran el derecho federal al aborto. En 2022 llegó el fallo histórico, el alto tribunal abrió la veda a los estados para prohibirlo.
A diferencia de las últimas elecciones de medio mandato, en esta ocasión el aborto no perjudicó a los republicanos, a Trump le funcionó distanciarse, dejar este asunto en manos de cada Estado. Ahora su partido, por ejemplo en el capitolio de Missouri, ya maniobra para repetir el referéndum que el pasado noviembre protegió las interrupciones voluntarias del embarazo.
