Pamela Anderson se reinventa como actriz de carácter

Conocida por lucir un bañador rojo y correr melena al viento a cámara lenta por una playa de California, Pamela Anderson se convirtió en una sex symbol de la que solo se explotaba su físico y se criticaba su falta de talento. La actriz canadiense renace de sus cenizas en 'The last showgirl' donde encarna a Shelly. Un papel que ha sido todo un cambio en su vida y le ha llegado gracias a otra mujer, Gia Coppola, la nieta de Francis Ford Coppola. Su película es la última que ha llegado al concurso de la sección oficial, a pocas horas de que se conozcan los galardones.