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Este miércoles habrá una mesa a tres bandas, con el Ministerio de Trabajo, los sindicatos y la patronal. El objetivo es negociar una subida del salario mínimo interprofesional y las posturas, al menos de momento, están muy alejadas. El Ministerio propone una subida de 35 euros, hasta los 1.000. Los sindicatos, por su parte, exigen que tenga carácter retroactivo, desde el pasado 1 de enero. No obstante, la patronal mantiene que es una subida inasumible. Por otro lado, el gobierno pide a la Iglesia Católica que participe en la investigación para esclarecer los abusos sexuales a menores y que se integre en los trabajos que llevaría a cabo el Defensor del Pueblo, junto a una comisión de expertos. Unidas Podemos ve compatible esa investigación con la comisión parlamentaria que ellos han registrado. A este debate se ha unido la presidenta de la comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso ha defendido la labor cultural y social que realiza la Iglesia y ha dicho que en todas las instituciones se cometen errores. La sexta ola sigue cediendo, día tras día. La tasa de incidencia ha bajado hasta los 1.893 casos por cada 100.000 habitantes, con una tendencia que parece ya consolidada. Este jueves deja de ser obligatoria la mascarilla en exteriores y también en los patios de los colegios. Último tramo de la campaña en Castilla y León. Con los partidos multiplicandos los actos para llegar a todo el territorio, de cara a la cita con las urnas del próximo domingo. Faltan 4 días para las elecciones y, según los últimos sondeos, la quinta parte de los votantes sigue sin tener claro qué papeleta escoger. En el exterior, jarro de agua fría para la diplomacia francesa, muy activa en los últimos días para intentar reducir la tensión en Ucrania. Moscú niega que Putin se comprometiera con el presidente francés a no realizar maniobras militares en la frontera. Rusia cree que Macron no es el interlocutor adecuado, porque ni siquiera lidera la OTAN. En paralelo a ese desmentido, reunión a tres bandas del canciller alemán, el primer ministro polaco y el propio Macron.  Los tres países insisten en redoblar esfuerzos para evitar que la actual crisis termine en un conflicto armado.

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