José María Van der Ploeg gana la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona '92

José María Van der Ploeg siempre quiso competir en unos Juegos Olímpicos, pero los resultados no le acompañaron ni en 1984 ni en 1988. Para Seúl, José Luis Doreste le pidió que le ayudara como entrenador y así logró por fin entrar en una villa olímpica y hasta ganar un oro, pero como preparador de Doreste.

Sin pretenderlo, esta labor le ayudó a ganar experiencia y mentalidad de cara a la preparación de unos Juegos Olímpicos y ante la posibilidad de competir en las aguas del puerto de Barcelona, donde se había criado, él no lo dudó: era momento de ganar peso para dominar la embarcación. Entrenaba con un chaleco con pesos y comenzó a hacer pesas para ganar envergadura, pero a medida que se acercaban los Juegos las lesiones le amenazaban.

Su cabeza permanecía, sin embargo, muy fuerte y así se plantó en los Juegos. En la primera regata fue segundo y en las restantes no se alejó de los primeros puestos, siendo su peor registro una sexta posición. Fue tal su regularidad -en la penúltima prueba fue primero-, que en la última regata pudo ver desde tierra cómo sus contrincantes se peleaban por el bronce y la plata, porque el oro ya era suyo. Tras estos Juegos, Van der Ploeg se colgó tres oros en el Campeonato Europeo y sumó dos citas olímpicas más a su amplia carrera: 7º puesto en Atlanta 1996 y 8º en Sidney 2000.