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Dano cierra su gira Istmo: "El rap más duro ha vuelto"

  • El rapero hispano-argentino ofrece el último concierto de la gira en Madrid
  • Nos abre la puerta del backstage y subimos con él al escenario
  • Si quieres disfrutar de imágenes inéditas del concierto, mira el vídeo

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Dano: fin de gira Istmo, desde dentro

Viernes tarde en la sala Cats de Madrid. El rapero Dano, una de las figuras más emblemáticas del género en España, sube al escenario para cerrar la gira de presentación de su disco Istmo, que le ha llevado por nuestro país y Latinoamérica.

"Hemos llegado muy lejos, todos esos chavales que están ahí saben de lo que estoy hablando. Tengo la puta piel de gallina y no es puta broma, chavales. Muchas gracias, de verdad. Hermanos como Guante Blanco y Toscano cantando en la puta sala Low en Calle del Carmen, esa es la puta mierda, hermano. Desde allí hasta aquí", reivindica desde arriba. "Vuela conmigo". Y el público se echa a volar con Dano.

Antes de ese momento de comunión con el público, que Dano confiesa vivir "como un ritual, como si fuese un predicador", nos atiende para hablar de su disco y de la situación de la escena musical urbana: "Es un momento muy bueno para el rap -confiesa-. El rap más duro ha vuelto".

"Nunca pensé que haciendo la música que hago podría pagar mi alquiler, porque no había un público -relata con emoción-. Hemos aguantado quince años, no nos hemos bajado del barco, y el público ha crecido".

Un homenaje al rap de su preadolescencia

De Istmo, explica que es "un disco que se lleva generando durante mucho tiempo, siete, ocho años de ideas y pensamientos, que comprime el paso de los 20 a los 30, es un final de etapa".

"Todas las cosas que iba sintiendo, los beats que iba haciendo, los iba metiendo en una cajita", y a la hora de meterse en el estudio, cuenta, "la parte más guay es cuando curras con más peña y cuando surge la sinergia". Pero su trabajo es una expresión de lo que él es: "Tiene que ver con cosas de las que hablaba o pensaba, ahora quizá pienso diferente, pero eran cosas que sentía entonces".

"He querido transmitir las sensaciones que sentía con diez, doce, trece años, escuchaba los discos de rap que me flipaban, en el autobús, en casa de los colegas, caminando con el walkman...", señala.

Viernes por la tarde. Dano, un chaval desarraigado que se refugió en la música, cierra su gira en Madrid, ese lugar que, confiesa, se ha convertido en "mi puta casa".