Tenemos nuevo Ecce Homo: ahora sobre una copia una 'Inmaculada' de Murillo
- Un restaurador de muebles ha causado este destrozo al intentar restaurar un cuadro
- A pesar de la guasa en redes, el trasfondo es bastante triste: cualquier persona puede atentar contra nuestro patrimonio cultural
El Ecce Homo de Borja reinterpretado bajo las manos de Cecilia Giménez es, problemente, uno de los mayores iconos pop de lo que llevamos de siglo. Pero ahora hay quien pretende hacerle la competencia. En las últimas horas ha sido muy viral en redes el retoque que se ha realizado sobre una copia de una de las famosas Inmaculadas de Murillo, aportando rasgos faciales muy en la línea de los cánones de belleza predominantes de nuestra época. El valor real de este cuadro se desconoce, así como el nombre del supuesto coleccionista. El original de la Inmaculada del Escorial de Murillo está en el Museo del Prado.
El cuadro "reinterpretado" pertenece a un coleccionista valenciano que contrató los servicios de un restaurador de muebles para restaurar esta obra de arte. Al ir a recoger la pieza, el coleccionista particular y dueño de la imagen, vio que el rostro estaba completamente desfigurado y que, además, guardaba un inquietante parecido con el icónico Ecce Homo de Borja, según informa Europa Press. Ahora, el coleccionista se ha puesto en contacto con otro especialista, este sí formado para esta labor, que intentará rehabilitar la obra.
No es una restauración, sino "un atentado contra nuestro patrimonio"
A pesar de las risas virales, casos como este tienen un trasfondo bastante preocupante relacionado con la protección de nuestro patrimonio cultural. Desde la Asociación Profesional de Conservadores Restauradores de España (ACRE) lamentan que aún "no se ponga limitación y orden legal a que personas sin titulación realicen este tipo de intervenciones" y que "la falta de legislación estatal y autonómica permite que personas sin formación intervengan sobre nuestro Patrimonio cutural, enfrentándose, en el mejor de los casos, a simples sanciones administrativas".
ACRE lamenta que si realmente se confirman todos los hechos que han trascendido hasta el momento, "tendríamos que lamentar la pérdida, una vez más, de un bien cultural y, en estas circunstancias, solicitamos que esta situación no se convierta en un motivo de diversión mediática y social, como ya ha sucedido con anterioridad. Es más, debería alarmarnos el hecho de que parte de nuestro patrimonio esté desapareciendo",
"Queremos dejar claro que ningún profesional con una formación académica oficial realizaría este tipo de atentado contra el patrimonio. Por lo tanto, este tipo de hechos no puede ser confundido con una intervención de conservación-restauración, ya que es una aseveración falsa, ofensiva para nuestra profesión. Por ello, solicitamos a los medios de comunicación que no se utilice el término restauración cuando se informe de este tipo de acciones, que no dejan de ser actos vandálicos", continúa el comunicado.
El Ecce Homo de Cecilia Giménez
Este caso ha recordado al que protagonizó Cecilia Giménez en el año 2012. Esta vecina de la localidad zaragozana de Borja estuvo tratando de reparar durante años una pintura mural que Elías García Martínez había realizado en 1930 en el Santuario de Misericordia de Borja. Se trataba de un Ecce homo realizado en óleo sobre la pared sin que esta fuera tratada previamente, lo que provocó que más de medio siglo después la pintura estuviera muy deteriorada.
Con la mejor de sus intenciones, que no de su técnica, Cecilia dedicó años a "restaurar" esta obra con pleno consentimiento del cura del santuario (su frase de "el cura lo sabía" forma parte ya de nuestra historia). Sin querer, Cecilia reinterpretó el rostro del Ecce homo y el resultado provocó un fenómeno viral internacional sin precedentes. Fue entrevistada en las televisiones de todos los continentes, el nuevo rostro del Ecce Homo de Borja fue fuente de memes y merchandising, el disfraz de Halloween más codiciado en el año 2012, Conan O'Brien le dedicó un programa... E incluso Cecilia ha conseguido que el santuario de Borja, desconocido para el gran público antes de 2012, sea un lugar de visita obligada por el que ya han pasado más de 200.000 turistas en los últimos ocho años.
Por ello, a pesar de que el propio New York Times calificó al nuevo Ecce homo de Borja como "la peor restauración de la historia", nadie duda de que esta imagen desfigurada es probablemente la pintura de mayor repercusión internacional realizada en España en lo que llevamos de siglo XXI. No podemos decir que sea una gran obra maestra, pero sin duda es todo un icono popular de nuestro tiempos, ¿logrará superar su fama la nueva Inmaculada de Valencia?