El mundo del tatuaje: así se ha visto afectado el arte seguro tras la pandemia
- Los estudios de tatuaje abrieron sus puertas con nuevas medidas sanitarias y 100% adaptados
- María Cabañas (Customizarte) y Claudia Gilabert (Bonitolojusto.ink) dan voz a la situación del sector tras la pandemia
- El miedo y la inseguridad: los factores que determinaron su reapertura
Cerraron durante meses y pospusieron agendas que en más de una ocasión ocupaban todo el verano. El sector del tatuaje cargó tintas para readaptarse a la nueva normativa postpandemia y el desinfectante, la mascarilla y las mamparas se convirtieron en los conceptos que marcaron la puesta en marcha de un periodo convulso donde parece que muchos usuarios no se resistieron a volver a marcar su piel.
El miedo y la incertidumbre fueron las claves de una reapertura algo confusa, donde a pesar de contar con estrictas medidas higiénicas antes de la pandemia, fue necesario modificar rutinas de trabajo y jornadas entre compañeros. "En nuestro caso el COVID ha hecho que seamos un poco más conscientes en cuanto a la organización, sobre todo para evitar aglomeraciones entre clientes", confiesa María Cabañas. La tatuadora, cuyos diseños lanza en su cuenta Customizarte, vivió en primera persona la apertura de un local en plena "nueva normalidad" y asegura que los protocolos de seguridad que seguían previamente no han cambiado de forma radical.
¿Qué inversiones se han realizado para asegurar el local?
Según datos de la agencia EFE, el 20% de la población española ha pasado en algún momento por un estudio de tatuaje. Y no resulta raro comprobar cómo en pleno verano, cientos de usuarios vieron la oportunidad de celebrar el fin del estado de alarma marcando su piel para siempre. Ahora bien, ¿qué inversión han tenido que realizar los estudios de tatuaje? Claudia Gilabert, tatuadora y dueña de la cuenta Bonitolojusto.ink, "tan solo" tuvo que añadir mamparas y pequeños "patucos" de plástico para los pies. "Esa fue la inversión que tuvimos que hacer, aunque a nivel de estudio, los clientes tienen que someterse a una desinfección y todo lo que llevan tienen que dejarlo fuera porque está prohibido meter nada en cabina. Antes también dejábamos entrar con acompañantes, pero ahora cada usuario tiene que venir solo". Medidas simples, pero totalmente necesarias si se quiere asegurar el lugar de trabajo.
¿Cómo se han visto modificadas las jornadas en el estudio?
Una de las preguntas que surgen al plantearse la vuelta al trabajo es, precisamente, la de cómo realizarla sin temor a sufrir contagios y otorgando la seguridad necesaria para que cada cliente acuda sin miedo. Ante esto, el estudio de María Cabañas necesitó implementar mamparas en todas las cabinas. El hecho de ser totalmente manipulables y adaptables hizo relativamente sencilla la tarea de tatuar a los clientes. "Esta medida sirve de barrera entre la persona que entra a tatuarse y el profesional".
La desinfección de cada sala es necesaria y obligatoria. Así que muchos usuarios llaman preguntando la misma cuestión: ¿es necesario acudir antes al estudio? La respuesta es no. A pesar de dedicar de 20 a 30 minutos en limpiar el lugar de trabajo, este tiempo está controlado por los gerentes de cada uno de los locales. "Lo que hacemos es distanciar las citas para que no se produzca ningún encuentro entre los asistentes. El tiempo invertido en cada uno de ellos es el mismo. La única diferencia es que el usuario ya viene con su mascarilla incorporada y en caso de no tenerla, el estudio le proporciona una. En nuestro caso, además, llevamos un EPI que consta de una mascarila y una bata de un solo uso".
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"Nosotros también sentimos miedo al reabrir"
El levantamiento del estado de alarma llegó a finales de junio. En aquel momento, la población aún se veía sumida en un desasosiego generalizado que se extendió al desarrollo de su cotidianeidad. Claudia Gilabert, aunque agradecida por la situación en la que se encuentra su estudio, no teme al afirmar que sintió miedo porque "un tatuaje es un capricho", no una necesidad: "En estos momentos, en medio de una pandemia, creo que lo último que te permites es un antojo".
La artista detrás de Customizarte desvela que como propietarios, sintieron miedo porque también ellos lo habían "sufrido frente a otros establecimientos". Algo totalmente comprensible en una situación confusa, donde costaba adaptarse a las restricciones sanitarias y medidas de seguridad lanzadas a nivel nacional. "Todos hemos tenido miedo hasta de comprar una barra de pan, así que lo que pretendíamos conseguir era un espacio completamente seguro para las personas que querían volver a tatuarse".
¿Hay menor afluencia de clientes?
Aunque lo lógico -bien por temor, incertidumbre o situación económica- es pensar que la afluencia de clientes ha disminuido tras la pandemia, las cifras indican todo lo contrario. "La primera semana fue un poco rara porque aún nos estábamos adaptando a todos los protocolos de higiene y seguridad. Pero me atrevería a decir que a partir de la tercera, la gente se ha tatuado más. En junio y julio los tatuadores tenemos muy poco trabajo porque llega el verano y no suele ser muy recomendable hacerlo. Pero después de la pandemia ha habido gente que por haber estado ahorrando o haber tenido más tiempo para pensar, ha tomado la decisión de venir al estudio. Es algo que se ha notado muchísimo respecto a otros años". Y el caso de Claudia parece no ser el único. Según publicó EFE a mediados de mayo de 2020, España es el sexto país con más personas tatuadas del mundo. Así que no es de extrañar que estudios de toda la geografía española hayan disfrutado de este aumento de visitas.
Un caso diferente es el de María Cabañas. En su estudio, la afluencia siguió siendo la misma, pero el motivo fue distinto: "Tenemos programadas bastantes citas porque solemos trabajar con agendas previas, por lo que es más complicado que tengamos un cliente de paso -aquel que de repente cruza por el local y decide tatuarse-. Pero sí que tenemos una clientela fija que, dependiendo del artista, puede tener uno o dos meses de lista de espera. Así que lo único que hemos tenido que hacer ha sido desplazar esas citas que ya estaban programadas".
¿Existen tatuajes especialmente demandados tras la cuarentena?
Esta es una de las preguntas que pueden surgir al comprobar cómo el confinamiento ha multiplicado las visitas a los estudios de tatuaje. Y aunque afirma no haber realizado ningún diseño con motivo de la pandemia, Customizarte cuenta con una anécdota que podría convertirse en uno de los múltiples tatuajes que ya nos mostró durante su paso por Tintas. "Durante los meses de encierro estuve trabajando bastante en redes sociales y dibujaba todos los días en plataformas como Twitch e Instagram. En ese momento se generó como un pequeño grupo de gente que se sintió muy acompañado. De esas personas, todas se tatuaron un pequeño icono que hago en las firmas junto a una corona. La verdad es que a mí me hace recordar que esta situación, de alguna forma, nos ha cambiado a todos. Esa normalidad que conocíamos no va a volver. Creo que hoy por hoy no me haría nada en mi cuerpo referente a esto, pero no descarto que cuando asimile todo llegue a hacerme algo".
Siguiendo la línea de María, Claudia tampoco ha evidenciado un cambio brusco en las peticiones de sus usuarios. "En mi caso, he tenido el mismo público que antes del COVID. O bien diseños míos o palabritas y frases, que se lo sigue haciendo mucha gente durante todo el año. Yo creo que el estilo no ha cambiado, pero recuerdo haber tatuado a una chica una frase que ponía "Això tambè passarà" -esto también pasará-. No me atreví a preguntarle si era por el coronavirus o no, pero supongo que la respuesta sería un sí".
A pesar de vivir uno de los años más convulsos de los últimos tiempos, parece que 2020 sigue dejando al sector del tatuaje como uno de los artes más seguros del mercado. Las ya de por sí estrictas medidas higiénicas que poseían sumadas a las mamparas, mascarillas, geles hidroalcohólicos, guantes de un solo uso y distancia de seguridad aplicadas tras la pandemia, parecen cuadrar en una nueva normalidad que resuena con fuerza desde hace semanas, pero que se niega a desprenderse del arte en la piel que tanto ha marcado nuestros cuerpos.