María Pombo también reconoce sus problemas de salud mental: ¿Por qué hay tantas celebridades que sufren ansiedad?
- Desde Justin Bieber hasta Lady Gaga y Billie Eilish: ¿cuál es el motivo de sus transtornos de salud mental?
- ¿Es la ansiedad un mal que se ceba especialmente con los famosos e influencers de nuestra época?
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¿Alguna vez te has planteado el número de redes sociales en las que estás presente? Twitter, Instagram y TikTok quizás sean las más frecuentes dentro de la generación Z. La aparición del famoso botón de like, que poco a poco se fue trasladando a todas las plataformas, ha traído consigo que más de un influencer se vea sometido a una presión añadida. La última ha sido María Pombo, quien no ha dudado en afirmar lo mucho que le cuesta ser ella misma en sus redes sociales: "Sé que me he alejado un poco por mi salud mental. Ahora todo lo que haga tiene mucha repercusión y eso me crea una presión muy grande. Esto no quiere decir que sea una desgraciada ni que esté mal, pero la cabeza es así: hay veces que estás feliz y otras que está un poco más abajo. No os sintáis bichos raros si os pasa".
Con un millón y medio de seguidores, la pequeña de las Pombo ha abierto la veda a un problema que cada vez es considerado menos tabú: la salud mental. Sin embargo, deja en el aire una pregunta que toca de lleno a una generación que, en 2020, no supera los 30 años: ¿es la ansiedad un mal que se ceba especialmente con los famosos e influencers de nuestra época?
¿Vivimos en la era de la validación constante?
Seamos sinceros: ¿quién no ha subido alguna vez una foto y se ha pasado los minutos posteriores mirando el número de likes que recibía? Este comportamiento, que cada vez está más extendido, podría considerarse como la necesidad permanente de que personas ajenas -o no- a nuestro entorno validen nuestros contenidos de forma continua. Es decir, poco a poco estamos creándonos la falsa sensación de que o recibimos likes, comentarios y visitas a nuestras fotos y vídeos o... alerta, algo estamos haciendo mal para no gustar a nuestros seguidores.
Y cada vez más influencers y famosos reconocen como esa necesidad de validación, la sobreexposición, el leer comentarios ofensivos y, en definitiva, la construcción de su yo en base a lo que los demás esperan de ellos les arrastra a sufrir problemas de ansiedad, autoestima y otras enfermedades mentales.
"Es probable que estos influencers hayan construido su identidad, no la digital, sino la personal, en base a la exposición, en base a la narrativa pública que han explicado, y no en base a su propia conciencia. Es fácil que cuando hay tanta sobreexposición, las demás personas comenten sobre mí, y si yo previamente no he desarrollado mi autoestima, entonces mi autoestima, identidad y autoconcepto se forma en base a como soy vista por los demás", explica la psicóloga Mireia Cabero en una entrevista a Playz.
"La depresión está, aunque en tu vida estén pasando cosas buenas"
Más allá de la presión de los influencers, cada vez está más normalizado hablar sobre los problemas de salud mental. Y en este sentido aplaudimos como celebrid, ades desde Lady Gaga hasta Angy, Blas Cantó o Miguel Herrán hablen sin tapujos de depresión y ansiedad.
"He sufrido depresión muchos años y hoy en día siento que estoy saliendo del agujero. La depresión está, aunque en tu vida estén pasando cosas buenas". Con estas palabras, Angy Fernández despedía el 2018. En plena era del exhibicionismo en redes sociales, llegar a fin de año parece que lleva implícito hacer una recopilación de todos los buenos momentos que has pasado en los meses anteriores. Pero la actriz rompió una lanza a favor de la naturalidad y demostró lo importante que es hablar abiertamente sobre los problemas de salud mental.
¿Te imaginas a un actor con más de 14 millones de seguidores rompiendo a llorar en su cuenta de Instagram? Es lo más banal del mundo, pero admitamos la evidencia: no tenemos normalizado que las celebrities sean capaces de mostrar sus sentimientos detrás de las vidas idílicas que comparten en sus posts. Miguel Herrán derribó estos prejuicios al hacer público un vídeo donde se le veía llorar en un primer plano que acaparó la atención de la ingente cantidad de personas que siguen su día a día a través de sus redes sociales: "Podría subir mil fotos chulísimas que he ido recopilando para alimentar esta máquina de mentir que es Instagram. Podría inflar mi ego y llenar mi vacío con likes... ¡Pero hoy no! Hoy he decidido regalaros una parte sincera de mí... No voy a entrar en detalle de qué es lo que me pasa, porque ni yo mismo lo sé. Pero esto de aquí soy yo. Sin filtros, sin edulcorante y sin mentiras".
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Blas Cantó fue otro de los ejemplos de cómo gestionar la ansiedad en redes sociales. El intérprete de "Universo" decidió abandonar Twitter debido a las críticas que recibió tras ausentarse de la PreParty virtual celebrada el pasado mes de mayo. El evento había anunciado que el español cantaría el tema que habría llevado a Eurovisión 2020, pero esa actuación nunca se llevó a cabo. El motivo, según explicó la organización tras conocer el desconcierto de la audiencia, se debió a que no disponía de los medios necesarios para realizarla desde su domicilio y que tenía síntomas de ansiedad y estrés. Un problema que el propio Blas confirmó en su perfil de Instagram: "Llegó el insomnio, el mar humor, la tristeza, ronchas en la piel, afonía, hormigueos en mis manos, dificultad respiratoria, mareos... A medida que pasaba el tiempo, mi ansiedad fue creciendo. Esta situación estaba acabando conmigo. Necesitaba parar", confesaba en un comunicado emitido en pleno confinamiento.
Siguiendo la estela de María Pombo, Paula Gonu también relató en más de una ocasión los problemas de ansiedad que le generaba estar siempre a punto para los casi cuatro millones de seguidores con los que cuenta en Instagram y YouTube. Las críticas llegaron a su punto álgido cuando la influencer, en su afán por normalizar un problema que lleva años padeciendo, grabó un TikTok donde muchos vieron una mofa a quienes sufren de estos transtornos.
@paulagonuHabéis tenido ataque de ansiedad alguna vez??
♬ vibe for this year - joseph fagundes
Lo que muchos desconocían es que Paula, desde que se abrió sus perfiles en redes sociales, sufre episodios de ansiedad que van acordes a la cantidad de gente que se suma día a día a su comunidad. Un problema que incluso su expareja, Alex Chiner, tuvo que ratificar al ver la campaña de acoso y derribo que estuvo sufriendo tras la publicación del polémico vídeo. Una actuación que abre un gran debate: ¿este tipo de contenidos visibilizan el problema? ¿O romantizan un transtorno que cada vez es más sufrido por la generación zeta?
De Justin Bieber a Hailey Baldwin pasando por Lady Gaga y Billie Eilish
¿Es lógico considerar que la generación que está sufriendo los cambios más drásticos en la sociedad es precisamente la que menos preparada está para ella? Seamos claros: nadie está listo para ser juzgado a diario. Y menos si cuentas con tal cantidad de seguidores que podrían ser los equivalentes a un país entero. ¿Somos conscientes de lo que esto supone? Evidentemente, no. Justin Bieber y su esposa, Hailey Baldwin, fueron dos de los pioneros en EEUU a la hora de contar abiertamente sus problemas de ansiedad. "He estado luchando mucho, me siento súper desconectado y extraño. Siempre me recupero, así que no estoy preocupado", confesaba el intérprete de "Yummy" en su cuenta oficial de Instagram. Un relato que casa a la perfección con el que trasladó su pareja a todos los seguidores que la tienen como fiel reflejo de una vida idílica, cómoda y carente de problemas a su alrededor.
"Soy insegura, soy frágil, me hago daño, tengo miedos, tengo dudas, tengo ansiedad, me siento triste, me enfado. He tenido más días de los que puedo contar en los que me encontré navegando por Instagram comparándome, comparando mi apariencia, sintiendo que no soy lo suficientemente buena y siento que me faltan muchas cosas y realmente lucho por tener confianza en quién soy, porque constantemente siento que no soy lo suficientemente buena. Cada día es una batalla de confianza para mí", relataba la modelo ante sus más de 29 millones de seguidores.
Recientemente, la propia Lady Gaga confesó que durante una época odió ser famosa y conocida en ambos hemisferios: "Mi mayor enemigo estaba aquí. En realidad, no entendía por qué debía vivir". Unas palabras que no concuerdan con la retahíla de éxitos con la que cuenta a sus espaldas, pero que evidencia de nuevo la fragilidad del ser humano cuando se encuentra en permanente validación.
"No podía asumir el hecho de que tenía que salir otra vez. Sentía que estaba en un limbo sin fin y que no había un fin en el horizonte. Pensar en eso me hacía literalmente vomitar. No soy una persona que suele hacerlo, pero de la ansiedad vomitaba hasta dos veces". Con estas declaraciones, la propia Billie Eilish contaba sin tapujos la verdad que se esconde detrás del aparente éxito de su carrera. Con solo 18 años, la intérprete se ha convertido en todo un icono en el panorama musical actual, pero no lleva implícito que esté exenta de sufrir depresión y, como ella misma confesó, episodios de ansiedad que la llevaron a padecer graves secuelas físicas.