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TINTAS

Noemí Casquet cuenta que sufrió una relación de maltrato: "Me tatué unas gaviotas en señal de libertad"

  • La periodista especializada en sexualidad y viajes nos habla sobre el significado de sus tatuajes
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Tintas - Capítulo 18 - Noemí Casquet

Mala mujer. Periodista. Escritora. Presentadora. Divulgadora. Rebelde. Amante. Amiga. Enemiga. Desconocida. Diosa. Diabla. Luchadora. Madre gatuna. Bruja. Zorra y humana. Así se define Noemí Casquet y, aunque parezca mucho, lo cierto es que aún queda por rascar. En este episodio de Tintas, nos adentramos en el mundo secreto de sus tatuajes y vemos que cuando se trata de ella, ni nada es lo que parece, ni los pájaros vuelan por el aire, ni los ojos están siempre encima de la nariz. No te pierdas todos los programas de Tintas con estrellas como Denom, Carlo Costanzia o Inés Jimm.

"Mi madre es para mí un regalo del universo"

Noemí Casquet tiene en total 9 tatuajes en su cuerpo y nos desvela la historia que se esconde detrás de cada uno de ellos. Su primer tatuaje está "totalmente oculto"; Noemí se lo hizo con 14 años y es una luna que realmente es una calcomanía de la mítica revista de adolescentes, Bravo. "La Diosa Luna para mí es algo muy importante", confiesa la periodista. Su segundo tatuaje se lo hizo con 16 años en la muñeca. Es una mariposa que le recuerda a su madre: "Mi madre es para mí un regalo del universo y necesitaba tenerla en mi piel para toda la vida", dice Noemí, quien además cuenta, entre risas, que su primera borrachera fue con su madre.

El tercer tattoo se lo hizo con su ex: "Nos hicimos unas gaviotas en señal de libertad", cuenta Noemí. La periodista confiesa que antes de esta relación, sufrió maltrato por parte de su pareja anterior. En las costillas lleva escrito unos versos que dicen "el pasado ha huído, lo que esperas está ausente pero el presente es tuyo". Un tatuaje que se hizo, según ella, en un momento en el que vivía aún en el pasado y recordaba como muy presente esa relación de maltrato. "Tenía que recordarme que estamos aquí y ahora", concluye.

"Resurgí de las cenizas"

En la pierna izquierda tiene dibujado en su piel un pavo real y es el tatuaje que más grande tiene en su cuerpo. "Me quería tatuar algo que me hiciera entender que resurgí de las cenizas", explica Noemí. "Tengo un amor odio con él", bromea. Además, su frase "pachamama" de la cadera se la tatuó la misma Daniela Blume en un momento en el que ella "estaba en pleno contacto con la naturaleza". Pachamama es un término en lengua quechua que significa "Madre Tierra". "Tengo mucho cariño a Daniela y fue muy bonito trabajar con ella", explica Noemí.

"Me considero una persona muy espiritual; a los 16 años ya empecé a hacer hechizos sin tener mucha idea", dice Noemí. "Me pasaban cosas paranormales de repente, cosas muy raras", explica. Otro tatuaje que tiene Noemí es un dibujo que hace honor al "equilibrio entre su lado masculino y su lado femenino". Y es que Noemí es una persona muy espiritual; ella misma se considera "mitad hombre y mitad mujer".

"Mi cuerpo es mi templo"

Su primer libro se llama Mala Mujer y lleva el título tatuado en la muñeca derecha, un tatuaje al que dice guardar mucho cariño, al igual que la serpiente de su pie derecho. Esta serpiente es un tattoo hecho por una seguidora suya que dijo "haberle enseñado mucho" y por eso Noemí le dejó tatuárselo en su piel. "La serpiente tiene mucha relación con el proceso tántrico", explica Noemí.

Su último tatuaje es el más importante para ella, su tattoo más complejo y que lleva en la espalda. Se puede dividir en tres fases: la primera en la parte de las cervicales y en la nuca que representan su vida; la segunda parte es un mandala que representa, entre otras cosas, las vidas pasadas, pues ella misma cuenta que ha tenido "regresiones con vidas pasadas que están muy presentes"; la última y tercera parte es un yantra, una herramienta visual que te hace entrar en trance y que representa la "energía femenina y masculina". Noemí Casquet termina diciendo que su cuerpo es su templo, además de "su alma".