'Soul', 'Coco' o 'Del Revés', las películas de Pixar que visibilizaron la salud mental y emociones como el miedo a la muerte
- La última película de Disney+ pretende consolidar un claro mensaje: la importancia que debemos dar a nuestras emociones
- Con este lanzamiento, Pixar se dirije al target adulto para hacerlo reflexionar a través de sus enseñanzas
- Junto a Coco o Del Revés, la factoría vuelve a normalizar un tema tabú: la muerte
Está claro que 2020 ha sido uno de los años más complicados para la industria del entretenimiento. El varapalo que sufrió el estreno de Mulán en Disney+ es ejemplo de ello, pero la factoría parece haber escuchado a sus sucriptores y ha permitido que estas Navidades podamos disfrutar -sí, con todas las letras y ahora te explicamos el porqué- de Soul. Una película que se presenta para todos los públicos, pero que está claramente dirigida a un target adulto capaz de captar los innumerables mensajes que aparecen durante el film, como el miedo a morir, a no encontrar la chispa que te haga feliz o a desaparecer de este mundo y quedarte con la sensación de no haber vivido.
Pixar sigue en su empeño de trasladar profundas reflexiones gracias a películas como Coco o Del Revés (Inside Out). Una importante labor que parece que el público está empezando a valorar, pero... ¿por qué es tan importante que se dé visibilidad a este tipo de sentimientos?
De Inside Out a Coco: cuando mostrar las emociones no es ningún problema
¿Cuántas veces hemos tenido que ver cómo un personaje pasaba de la fortaleza a la "debilidad" solo por haber llorado? El llanto, la tristeza o el miedo siguen siendo indicadores de que su papel está sobrepasado por las circunstancias. Pero si lo trasladamos a la vida real, es evidente que no siempre es así. Durante Inside Out podemos ver el lugar que ocupan todo tipo de emociones en nuestro cerebro, incluso cuáles son aquellas que nos generan más conflicto al no ser comprendidas. Un aspecto que se trata a la perfección en Soul cuando Joe Gardner, un músico en aras de profesionalizar su pasión por el piano, muere debido a un accidente y queda en un limbo donde le resulta imposible avanzar o retroceder. Es entonces cuando se da cuenta de la cantidad de sentimientos encontrados que posee en su interior: ¿vale la pena morir por haber vivido? ¿ha sabido gestionar todo correctamente durante su estancia en la Tierra? ¿Le ha quedado algo pendiente?
El miedo a la muerte, hilo conductor del último lanzamiento de Pixar, es algo que ya pudimos ver en Coco. Entremezclado con la cultura mexicana, Miguel es el encargado de trasladarnos al más allá de la mano de su vitalidad y ganas de cumplir sus sueños. Un relato donde tiene cabida hablar abiertamente sobre lo que ocurre después de abandonar tu vida terrenal, y que pone de manifiesto la imperante necesidad de normalizar algo que, a fin de cuentas, también forma parte de la vida. Como comenta Rocío López, psicóloga experta en duelo, "en nuestra sociedad la muerte se vive como un tabú. Se enseña a la gente a negar la muerte, a creer que significa solo pérdida. Esto a su vez produce dos procesos: por un lado el miedo y por otro la falta de apreciación de la vida. Queremos negar la muerte hasta que estamos a punto de morir". De ahí que sea tan importante que, desde pequeños, tengamos claros referentes sobre un tema que sigue pasando desapercibido entre la conversación social de nuestros días.
"Aquí las almas no se destrozan, para eso está la vida en la Tierra"
Con esta profunda frase, los seres que habitan en el limbo donde ha quedado atrapado el protagonista de Soul ponen en entredicho el uso que hacemos del alma cuando comenzamos a forjar nuestra personalidad. Un guiño evidente a la importancia que debemos otorgar a poseer una correcta salud mental basada en el respeto al prójimo, pero también a uno mismo.
Gracias a la excelencia narrativa con la que nos trasladan de escenario en escenario -teniendo en cuenta lo complicado que supone alternar el discurso desde el más allá con el de la vida en la Tierra-, la música se convierte en otro de los conductores del filme. El jazz inunda una película que a pesar de su duración, posee un ritmo envidiable a través del cual logra sumergirte en una vorágine de reflexión, intensidad y emociones. Incluso la filosofía tiene cabida gracias a la fábula de los peces y el océano.
Durante una de las escenas, Joe Gardner comparte espacio con Dorothea, una excelente música de jazz que le permite dar su primer concierto profesional. Ante el inesperado sentimiento de soledad que vive el protagonista tras ver cumplido su sueño, su compañera decide abrirle los ojos recitando una sencilla fábula: "Un pez le pregunta a un pez más viejo dónde puede encontrar el océano. El pez viejo le contesta: "¿El océano? Estás en él ahora mismo". A lo que el pez joven replica: ¿Esto? Esto es agua. Lo que yo quiero es el océano". Un inspirador mensaje que nos hace recapacitar sobre el sentido de la vida, las prioridades que tenemos en ella y, sobre todo, hacer frente a una de las grandes preguntas de la humanidad: ¿somos felices tal y como somos?
Del drama al humor, las claves de su éxito
Aunque es evidente que la base narrativa se forja alrededor de un problema existencial del personaje, lo cierto es que no cesa el humor en una película que no alcanza las dos horas de duración, pero que te traslada de un mundo a otro con una facilidad apabullante. ¿Qué hay antes y después de la vida? ¿Es necesario tener una experiencia extraterrenal para ver con perspectiva tus acciones? A pesar de ser cuestiones con un profundo peso psicológico, la comicidad es uno de los factores más importantes del relato. De hecho, no solo se hacen referencia a grandes personalidades de nuestra historia, como Galileo o Teresa de Calcuta, sino que muestra cómo el más allá puede ser el responsable de que equipos como los Knicks sufran derrotas partido tras partido.
Sin embargo, es "la chispa" de la vida lo que finalmente otorga la razón de ser a sus personajes. Aunque al principio es considerado como el factor clave para que un alma neonata pueda comenzar su vida en la Tierra, lo cierto es que a medida que avanzamos en el film descubrimos que la chispa no es el propósito del alma en sí mismo, sino el amor por la vida en todas sus facetas. Algo que muchos olvidamos demasiado a menudo cuando nos sumimos en un estado de permanente búsqueda de la felicidad cuando, sin darnos cuenta, la felicidad puede que esté en el propio camino.
Como bien dijo Pete Docter, uno de los directores de Soul: "Muchos de nosotros crecimos con la idea de que debemos ganarnos el camino para ser dignos. Es por eso que muchas veces algunos de estos objetivos terminan definiéndonos y limitándonos. Uno de los objetivos de la película es decir que con solo estar vivos tenemos el derecho a ser valorados. Con eso es suficiente. Todos merecemos disfrutar de lo que la vida tiene para ofrecer. Todo lo que tienes que hacer es abrir los ojos y mirar a tu alrededor".