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Ecología

¿Dejarías de comer carne para salvar al planeta? Quizás no tengas que hacerlo

  • Queremos saber si el veganismo sería la solución a la contaminación que produce nuestra industria alimentaria
  • Hablamos con un catedrático en biotecnología, un investigador del IGM (Instituto de Ganadería de Montaña) y con la youtuber, declarada abiertamente vegetariana, RoEnLaRed
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No es la primera vez que escuchamos eso de que una vaca podría contaminar más que un coche. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación? La producción de alimentos es responsable de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global, según un estudio de la Universidad de Oxford. Sin embargo, los mismos investigadores señalan que el impacto varía enormemente dependiendo del tipo de alimento.

Otro estudio, este realizado en EEUU, concluyó que “Si todos los estadounidenses eliminasen las proteínas animales de su dieta, las emisiones de efecto invernadero del país solo se verían reducidas en un 2,6%.” Entonces, ¿contamina realmente tanto como nos dicen la producción de carne? ¿Qué pasa con la carne orgánica? ¿Su producción es igualmente contaminante? ¿La única solución viable para el planeta sería hacernos todos veganos?

Para José Miguel Mulet, Catedrático de biotecnología en la Universidad politécnica de Valencia y autor del libro ¿Qué es comer sano?, últimamente se están publicando demasiados estudios que provienen de diferentes organizaciones de la órbita vegana que llegan casi siempre a la misma conclusión: hay que dejar de comer carne. Al respecto, Mulet señala: "El estudio más completo lo publicó la revista de Lancet a finales del 2019 en el que hablaba de la dieta planetaria y proponía reducir el consumo de carne y no su eliminación absoluta, por supuesto esto también depende de en que zona vivas. No contamina lo mismo un kg de carne en Uruguay o Argentina, donde las vacas forman parte del ecosistema de la Pampa, que en Europa, donde hay que darles de comer y de beber. Disminuir el consumo de carne sería aconsejable en Europa o en Estados Unidos, donde abusamos de ella en la dieta, pero en otras partes del mundo incidiría en una mejor nutrición."

¿La ganadería orgánica es tan contaminante como la industrial?

Las emisiones de gas invernadero derivadas de la cría industrial de ganado se pensaba que eran mucho más altas que las resultantes de la producción de ganadería orgánica. Pero lamentablemente, una nueva investigación publicada por la revista científica Nature Communications, acaba de desmentir esta creencia. Al parecer las formas más ecológicas de ganadería siguen ocasionando altos niveles de contaminación al planeta.

Algo con lo que está totalmente de acuerdo Mulet: "Es más contaminante. Si tienes al ganado suelto en el campo necesitas mayor superficie, y eso implica que la producción de alimento por unidad de superficie disminuye. Hay otros aspectos como que si tienes un establo con 20 vacas, solo contaminas la superficie de ese establo, que luego puedes limpiar, pero si tienes a esas vacas sueltas necesitas mucha más superficie... Esto se sabe desde hace mucho. En agricultura pasa exactamente lo mismo."

“Esperábamos que la agricultura orgánica obtuviera mejores resultados en los productos de origen animal pero, en cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, en realidad no hay mucha diferencia”, afirmó Maximilian Pieper, el director de la investigación publicada en Nature Communications.

En este punto, según sostiene el investigador del IGM (Instituto de Ganadería de Montaña) Pablo G. Toral: "Existe un amplio margen de mejora para reducir el impacto ambiental de la ganadería. A priori, la ganadería extensiva es menos eficiente porque consume más recursos para obtener una misma cantidad de producto y, en general, el ganado que consume dietas más ricas en fibra también tiene mayores producciones de metano de origen digestivo. Pero claro, el extensivo (bien sea ecológico o convencional) tiene otros beneficios difíciles de cuantificar, como el mantenimiento de la fertilidad del suelo, la prevención de incendios, el asentamiento de población en zonas rurales… Por ello insisto en lo complejo de realizar estimaciones de impacto ambiental adaptadas a todos los sistemas y situaciones."

¿Tenemos que ser veganos para dejar de perjudicar al medio ambiente?

Actualmente al sector de la ganadería se le acusa de emitir el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial. "España es el segundo país europeo y el decimocuarto mundial que más carne consume por persona al año”, afirman desde Greenpeace. Cada español consume de media casi 48 kg de carne al año. Si supieramos lo que está dañando al planeta nuestro consumo de carne, ¿dejaríamos de hacerlo?

Para Toral no es necesario llegar a tal extremo. Él y el Instituto de Ganadería de Montaña (CSIC-Universidad de León) para el que trabaja llevan años en la búsqueda de soluciones para una ganadería más sostenible. En este sentido, "una de las alternativas más prometedoras es mejorar la eficiencia de utilización de los alimentos por parte del ganado. Otra alternativa es reducir la competición por los recursos, aprovechando la capacidad de los rumiantes para transformar materias primas de baja calidad en alimentos de alto valor. Esta capacidad única les permite aprovechar materia vegetal que no sería comestible por los humanos, incluyendo subproductos de la agricultura, por ejemplo. Por ello, la ganadería de rumiantes es un buen complemento de la agricultura. También parece tener un futuro prometedor la búsqueda de nuevas materias primas para la alimentación del ganado (por ejemplo, el uso de insectos). De todas formas, el peso del cambio no solo debe estar en las ganaderías, pues también hay que educar a la población para que estén dispuestos a pagar más por un producto que puede resultar más caro de obtener", mantiene Toral.

¿Cuáles son los argumentos de quién no como carne?

En contra del metano que producen los animales durante su cría, de la deforestación y, en general, con el argumento de no generar más gases de efecto invernadero y de evitar el sufimiento a los animales, muchas personas han optado por dejar de comer carne, pescado y cualquier producto de origen animal.

"Las plantas cultivadas orgánicamente tienen la mitad de los costos climáticos que los productos convencionales, ya que no dependen de fertilizantes químicos, por eso su producción contamina menos que la de los animales. “La agricultura orgánica es ciertamente mejor que la convencional", sostiene Pieper.

Para Mulet la solución no tendría porque ser tan radical como la de rendirse al veganismo. Él apuesta por una dieta flexitariana. "Las prohibiciones nunca resultan, es mejor insistir en que la base de cualquier dieta debe ser la fruta y la verdura, y que la carne es aceptable una o dos veces por semana, no más," explica el catedrático.

También hemos querido contar con el otro lado, el que cree firmemente en dejar de comer carne y pescado. Hemos hablado con la youtuber e influencer @RoenlaRed, quien desde 2013 ha decidido apostar por los beneficios de la dieta vegetariana. Dejando claro que no es científica y que las cosas de las que habla provienen de la documentación y la información que ella misma se ha preocupado por obtener.

P: Hemos escuchado muchas veces eso de que una vaca contamina más que un coche. ¿Es dejar de comer carne la solución para el cambio climático?

R: No te puedo decir si dejar de comer carne es la solución. Lo que sí sé, por lo que he visto en muchos documentales, es que la ganadería por si sola emite igual de gases de efecto invernadero que el transporte mundial. Entonces es algo que te da una pista de lo que contamina la industria de la carne. Por lo tanto, si se reduce el consumo de carne mundial de alguna manera se verá en el cambio climático y en nuestro planeta.

P: Hay muchos estudios contradictorios sobre el consumo de carne. Algunos sostienen, por ejemplo, que la carne orgánica es igualmente contaminante que la industrial, y otros señalan justo lo contrario. ¿Tú qué crees?

R: No hay duda de que un animal criado en "libertad" tiene una vida mucho mejor, pero el problema es que la vaca no se puede alimentar en una tierra no tratada. Hay que ararla para que se puedan alimentar de ella. Entonces claro, si todo el mundo quisiera alimentarse de carne orgánica no tendríamos hectáreas suficientes para criar a esa cantidad de ganado. Se necesitaría deforestar mucho campo para poder tener esa cantidad de carne orgánica. Obviamente si se redujera el consumo de carne y la poca carne que se consumiera fuese orgánica sería mucho mejor, porque al menos el ganado tendría mejor vida.

P: Dentro de las alternativas veganas han recibido muchas críticas opciones como las hamburguesas o los nuggets veganos de grandes cadenas muy conocidas. ¿Qué opinión tienes acerca de estos productos? ¿Puede que sea peor el remedio que la enfermedad?

R: A nivel científico estos productos no son algo natural. Yo no me alimentaría a base de estas alternativas veganas. Pero, ¿qué es peor? El hecho de que estas compañías empiecen a ofrecer alternativas veganas, para mí es un gran paso. Aunque sigan creando productos cárnicos. Para mí es algo positivo. Porque está bien apoyar a pequeñas empresas que solo producen productos veganos, pero la realidad es que vivimos en un mundo dominado por las grandes. Entonces el hecho de que éstas tengan en cuenta a los veganos es positivo. En 2015 fui al Mercadona a preguntar por el tofu y me miraron como un bicho raro. No sabían ni que era, y ahora está en todos lados. Ojalá en el futuro todos los nuggets y hamburguesas sean veganas. Si es que total, es igual de superficial. Sin duda no es el mejor producto a nivel nutrientes, ni el más sano para tu cuerpo, pero es que la hamburguesa del Macdonals tampoco lo es. No te vas a alimentar de ninguna de las dos opciones diariamente. Entonces puestos a, mejor escoge el vegano.

P: Para algunos investigadores es importante que los consumidores de dietas que contribuyan al cambio climático paguen por los daños causados. El aumento de precio sobre estos productos cárnicos ha sido propuesto como una de las soluciones. ¿Crees en ella?

R: Siempre se ha subido el precio de aquello que queremos que se consuma menos. Entonces imagino que sí, que puede ser una posible solución. Porque por mucha concienciación que se haga, cuesta mucho ver las consecuencias que tiene el consumo de carne. Vivimos en una sociedad tan carnívora que imagino que es la solución más rápida y efectiva.

P: ¿Cuál sería para ti la mejor forma de concienciar a la gente para que deje a un lado el consumo de carne?

R: Cuando yo empezaba a dejar de consumir carne, intentaba convencer a la gente de mi alrededor. Hoy he cambiado la forma de presentárselo a la gente. Creo que no podemos esperar cambios bruscos en la sociedad. Casi nunca ocurren, por desgracia. A veces la gente necesita tiempo. Por ejemplo, yo a mi abuela no le puedo hacer cambiar su visión o su forma de alimentarse, pero las cosas están cambiando poco a poco. Las nuevas generaciones son más conscientes del cambio climático. La mejor forma sería que por ejemplo los mataderos fuesen más transparentes y tú vieras lo que pasa ahí dentro, pero eso es muy heavy. Entonces realmente la mejor forma es seguir informando, seguir sacando estudios y documentales para que la gente tenga toda la información. Al final la información es lo que te hace libre y te da poder para escoger. Estoy convencida de que así, poco a poco, vamos a mejorar.