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SERIES

Tiny Pretty Things: ¿es la danza tan cruel cómo muestra la serie de Netflix?

  • ¿Exageran las ficciones o realmente la vida del bailarín es así de dura?
  • ¿Hay tanta rivalidad entre los bailarines? ¿La envidia y la competIción a qué límites llegan dentro de la danza?
  • Hablamos con dos bailarines profesionales sobre estos y otros temas que trata la serie de Netflix que está arrasando en views

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Tiny Pretty Things
Tiny Pretty Things

¿Es el mundo del ballet una montaña rusa de emociones? Para ser una estrella internacional, ¿qué precio hay que pagar? Precisamente sobre el complicado mundo de la danza profesional habla la serie que ha desbancado a Gambito de Dama como lo más visto en Netflix: Tiny Pretty Things.

El drama es una creación de Michael MacLennan, guionista y productor de Queer as Folk. Con elementos que parecen entremezclar Élite, Pequeñas Mentirosas, Gossip Girl y Cisne Negro. La ficción, basada en la novela de Sona Charaipotra y Dhonielle Clayton, ha conseguido posicionarse en el top ten de Netflix esta temporada.

El guión nos sumerge de lleno en un oscura trama llena de envidias, ambición desmedida y crueldad. Todo se desarrolla dentro de una escuela de ballet elitista que prepara a sus futuras jóvenes promesas para llegar a lo más alto. Pero, ¿dónde está el límite? La serie muestra como sus protagonistas son capaces de todo, hasta de matar, con tal de alcanzar el éxito. "Por supuesto, exageramos muchos elementos para llegar al drama: ¡el ballet debe tener pizazz! - pero el corazón de las luchas emocionales de los personajes, la terminología del ballet y los detalles del baile se obtienen de ejemplos del mundo real", aclara Dhonielle Clayton, una de las autoras de la novela en el que se basa Tiny Pretty Things.

"Cuando un ataque derriba a una alumna de una selecta escuela de ballet, su sustituta se ve envuelta en un mundo de mentiras, traición...y competencia a muerte", es la sinopsis oficial de su lanzamiento. Sin embargo, la serie no se queda solo en el thriller o en la parte de la disciplina artística, también aborda tramas como el bullying, los TCA, los abusos de poder, el abuso de drogas, la agresión sexual o el racismo. Ingredientes que la hacen digna de un buen maratón. Sobre ella hablamos con dos profesionales de la danza en España: Guillem Jiménez y Josué Ullate. Queremos conocer su opinión. ¿Qué les parece la imagen que ficciones como esta dan del mundo del baile?

P: "Cuando un ataque derriba a una alumna de una selecta escuela de ballet, su sustituta se ve envuelta en un mundo de mentiras, traición...y competencia a muerte", es la sinopsis oficial de la serie. ¿Crees que estas palabras reflejan algo de lo que ocurre dentro del ballet profesional?

Guillem: ¿Realmente alguien cree que esta es una realidad que vivimos la mayoria de bailarines? Me parece muy preocupante que este sea el imaginario entorno al mundo de la danza en general, y del ballet en concreto. Potenciar este tipo de imágenes solo hace que estigmatizar de manera tóxica esta profesión.

Josué: Bueno creo que como en todas las profesiones el sustituir a alguien de forma repentina puede suscitar sentimientos de envidia. Eso pasa... Aunque no creo que sea algo generalizado como tal. Yo en todos los años que llevo como profesional he visto ambas cosas: envidias ante estas situaciones, pero también apoyo y ánimo por parte de los compañeros.

P: La serie muestra todo lo que los alumnos de la escuela están dispuestos a hacer para alcanzar el éxito. ¿ A qué tipo de cosas debe renunciar uno para convertirse en bailarín profesional?

G: Para ser bailarín tienes que trabajar y por ende renunciar a tu tiempo libre, como cualquier otra profesión. Creo que hay una obsesión con el sacrificio del bailarín que me parece desmesurado, porque parece que solo eres bailarín cuando tienes una dependencia con la danza.

J: Uno tiene que renunciar a muchas cosas para ser bailarín profesional. Bajo mi punto de vista son sacrificios que si a uno de verdad le apasiona lo que hace no deberían ser problema, sacrificios como perderte muchos eventos: cumpleaños, irte de fiesta o eventos importantes que por coincidir con espectáculos no puedes asistir. Es una profesión que como en cualquier otra si se quiere alcanzar el éxito hay que tener muchísima dedicación, a diferencia de que nosotros no sólo trabajamos con la mente, si no con el cuerpo también. Si en algún momento nos falla la mente, nos va a fallar el cuerpo y viceversa. Requiere un gran sacrificio físico y mental tener en cuenta esto y tratar de mantener "la máquina" lo más sana posible. Creo que todos nosotros tenemos la capacidad de entregarnos a tope sin que eso se convierta en una carrera o competición a muerte con el resto.

P: Está claro que la serie es una dramatización, pero a veces son la muestra de una realidad subyacente. ¿Existe tanta competencia dentro del mundo del baile?

G: Si hay competencia es porque no hay suficientes recursos en el sector.

J: Existe competencia, eso está claro. Para nosotros la perfección es innacesible. Siempre trataremos de hacerlo mejor, saltar más, hacer una pirueta más, etc. Mi experiencia me ha dicho que es bueno siempre observar a quién lo haga mejor que tú, aprender la forma en que lo hace para poder tratar de adaptarlo a tus condiciones y buscar nuevas herramientas a la hora de bailar o expresar. Creo realmente que un nivel de competencia sana es muy necesario para nosotros. El problema está cuando esa competencia se convierte rápidamente en envidia, cuando uno deja de aprender y vive más la vida del otro que la suya propia. Pero como ya he dicho antes, esto es algo que no solo ocurre en nuestra profesión.

P: La ficción de Netflix también tacha al ballet de elitista, ¿tiene razón?

G: El ballet se creó en la élite, así que es normal que su naturaleza sea elitista. Es importante conocer la historia y los orígenes de todos los estilos de danza, pero ¿tiene que seguir el ballet crucificado por sus orígenes?

J: No sé si estoy del todo de acuerdo con ello. Creo que somos artistas y tenemos inquietudes diferentes en algunos aspectos, pero al final el objetivo de todo artista es dejar huella en su público, conmoverlo. Yo en muchas actuaciones antes de salir al escenario me decía: solo con que una persona de las que están aquí sentadas hoy consiga desvanecerse de su butaca, y vivir lo que quiero expresar con mi baile junto a mí, habré logrado mi objetivo. Para un artista el aplauso del público es su alimento. No sé cómo se lo tomará el resto, no puedo generalizar, pero para mí ver que el público disfruta con nuestro arte es una sensación que no he podido comparar aún con nada. Porque al final un artista se debe a su público.

P: La serie también muestra cómo a veces el deseo de llegar a lo más alto traspasa los límites físicos y mentales de los bailarines. ¿Esto ocurre?

G: Describir el traspaso de tus propios límites físicos y mentales para llegar a "lo más alto" me parece de las cosas más tóxicas que se puede decir, ya que justifica acciones y trastornos muy peligrosos. Igual de conflictivo me parece retroalimentar esta imagen del bailarín competitivo, que solo enfatiza a la mentalidad capitalista de obtenerlo todo a cualquier coste.

J: Muchas veces anteponemos lesiones y dolores muy fuertes con tal de seguir bailando. No sé si el objetivo es llegar a lo más alto. Creo que es más demostrarnos que somos capaces. Forma parte de una competencia interna que creo que todos tenemos con nosotros mismos, sea un bailarín, un deportista o un médico. A veces todos intentamos un poco traspasar nuestros límites para alcanzar una meta.

P: Tiny Pretty Things, igual que ya hizo en su día Cisne Negro, muestra lo duro que es el mundo de la danza. En conclusión, ¿exageran o no este tipo de ficciones?

G: Creo que tanto Tiny Pretty Things como el Cisne Negro no muestran eso, sino que lo que hacen es esteriotipar una realidad que está cambiando y que a causa de este tipo de esteriotipos sigue sucediendo, porque quienes lo ven creen que es "lo que tienen que hacer" o "cómo tienen que actuar". Creo que sería más educativo mostrar realidades sanas para que la gente aprenda que eso también existe.

J: Tengo que decir que no he visto la serie, pero me puedo imaginar que harán hincapié en las partes duras del mundo de la danza. Un gran amigo mío siempre me decía una frase con la que cada vez estoy más de acuerdo: "La danza es muy bella, son algunas personas las que la afean." Repito que esto que pasa en el mundo del baile, pasa de diferente manera en cualquier profesión. Pero creo que la mayoría del público tiene poca información de lo que realmente es la formación de un bailarín, e imagino que en esta serie habrán hecho una versión de esta formación muy comercial. Tienen que buscar un poco el morbo entre el público y supongo que es lo que habrán conseguido. Aún así, me parece muy bien que se hagan series para mostrar el mundo de la danza. Creo que, de una forma u otra, puede atraer a la gente a intentar averiguarlo por sus propios medios, para así juzgar o no si se corresponde con lo que se muestra en la serie. Pero esta es sólo mi opinión. Soy partidario de respetar todas las opiniones, puesto que éstas nos las dan las experiencias, y está claro que todos tenemos experiencias muy distintas.