Inofensiva, directa y reveladora: ¿'Con Amor, Víctor' es la serie que todo joven necesita en su adolescencia?
- Los primeros capítulos pueden visionarse en Star (Disney+)
- El amor adolescente y la orientación sexual de sus protagonistas, entre los temas de la primera temporada
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Si ya disfrutaste de todo lo que nos contó Con Amor, Simon, o eres como yo y te has plantado frente a los primeros capítulos de Con Amor, Víctor por primera vez, es probable que hayas pensado lo mismo: ojalá más series así. Aunque la nueva apuesta de Star (Disney +) está destinada a un público adulto, lo cierto es que su contenido bien podría ser visionado por todos aquellos jóvenes que se encuentran en el mismo momento vital que su protagonista, interpretado por Michael Cimino.
"No todos tenemos esa suerte", concluye Víctor durante los primeros segundos del episodio inicial. Unas palabras que comienzan a evidenciar la complicada disonancia a la que tiene que enfrentarse en plena adolescencia. ¿Es posible tener tantas dudas sobre su orientación sexual? Tendrá que descubrirlo, pero todos sabemos que es un gran "Sí, Víctor. Es posible" -e incluso normal, que es lo que viene a decirnos el último proyecto de la plataforma-.
"Quizás aquí podría descubrir quién soy realmente"
Durante los primeros minutos, la familia del protagonista se enfrenta a la complicada situación de tener que mudarse en mitad del curso escolar. ¿Resultado? Dos hermanos adolescentes llenos de incertidumbre, pero con la vaga ilusión de poder empezar de cero y dejar de ser juzgados por una sociedad que aún parece sorprenderse al comprobar que un chaval de poco más de 15 años tiene miles de dudas respecto a su orientación. "No había mucho margen para cambiar", "si eres diferente, aquí es mucho más fácil fingir que no lo eres" o "quizás aquí pueda descubrir quién soy realmente" son algunas de las ideas que Víctor se plantea desde un comienzo. ¿De verdad es tan "fácil" renunciar a quienes somos? Es interesante ver cómo en un primer momento puede serlo, pero... el tiempo solo intensifica esa sensación de no saber a cuál de los mundos pertenecer. ¿Qué es lo correcto o incorrecto? ¿Cómo no defraudar a quienes lo esperan todo de ti?
"Al ser el nuevo, puedes hacer lo que te dé la gana. Tu lienzo está en blanco, así que los trazos que pintes hoy, definirán quién eres", le dice su vecino nada más llegar a su nuevo instituto. Una realidad a la que nos hemos tenido que enfrentar alguna que otra vez. ¿Quién no ha tenido esa sensación al comenzar un nuevo curso, entrar en una clase que ya estaba constituida o, incluso, en un nuevo trabajo? Esos sentimientos pueden ser trasladados a cualquier época de nuestras vidas, así que no es de extrañar que terminemos por empatizar con un Víctor inicialmente indefenso y al que le sorprende que en Atlanta la gente "aplauda" a un chico homosexual. "¿Pero les parece bien que sea gay?", pregunta en más de una ocasión. La apertura mental de su entorno nos hace ver los dos extremos: aquel que en pleno siglo XXI sigue sintiéndose bajo el foco del qué dirán, y la libertad con la que convivimos con todo tipo de orientaciones sexuales. Al fin y al cabo, ¿no se trata de dar visibilidad a una realidad que muchos se empeñan en no ver?
"A mí no me importa que sea gay, pero para que no haya malentendidos..."
En los primeros capítulos, la serie aporta todo tipo de clichés a los que tiene que enfrentarse todo aquel que no tiene decididos sus gustos. "¿Tienes novia?", "anda, ¡líate con ella y no seas gay!". Estas son tan solo algunas de las frases que pretende abrir en nosotros un nuevo debate: ¿estamos normalizando este tipo de expresiones? ¿Por qué parece natural que un chaval en plena adolescencia deba tener novia -que no pareja-?
Poco a poco, su inclusión en el instituto le hace enfrentarse a los típicos comentarios de "no me importa que seas gay, pero para que no haya malentendidos... ". ¿Te suena? Seguramente hayas sido oyente de alguna que otra declaración de este tipo. Y Con Amor, Víctor no solo pretende ensalzar que esto sigue ocurriendo, sino hacerte ver la cantidad de mensajes que somos capaces de procesar sin ser realmente conscientes de lo que acarrea para quien los sufre.
"No sé cómo encajar, porque no tengo ni idea de quién soy". Y muchos de nosotros tampoco, Víctor. Aún quedan varios capítulos por delante para saber cómo concluye su historia, pero los dos primeros que ofrece Star podrían resumirse en varias perspectivas: el amor y las dificultades de la familia humilde de la que procede, el respeto entre razas, la adolescencia repleta de dudas e inseguridades o los difíciles comienzos en el instituto. Incluso veremos algún que otro consejo que los padres de Víctor le dan a él y a sus dos hermanos: "No tienes que valerle a cualquiera, tienes que valerte a ti misma", confiesa la progenitora tras la ruptura sentimental de su hija.
¿Cómo sabemos si estamos frente a lo que tradicionalmente venimos concibiendo como "media naranja"? ¿Es tan problemático que nos hablen sobre la historia de un chico dudando sobre si le gustan los hombres, las mujeres o ambos sexos? Inofensiva, directa y reveladora: ¿es Con Amor, Víctor la serie que todo joven necesita en su adolescencia?