Alice Kellen presenta 'Tú y yo, invencibles', su última novela: "Quise hablar de un amor complicado, con sus luces y sus sombras"
- La autora regresa con una historia repleta de incertidumbre, amistad y, de nuevo, de amor como hilo conductor
- "Todos tenemos momentos en nuestra vida en los que no nos ponemos en primer lugar"
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Es probable que en más de una ocasión te hayas topado con los libros de Alice Kellen en librerías, centros comerciales e incluso cafeterías. A pesar de no dar a conocer su verdadera identidad, esta valenciana no ha dejado de lanzar libros al mercado donde el respeto, el romance y el amor hacia uno mismo son los absolutos protagonistas de sus historias. La última de ellas es Tú y yo, invencibles, un proyecto que se desarrolla en los años 80 y que plantea cuestiones como la duración de la pasión, qué ocurre cuando dos personas se quieren pero no llevan la misma dirección e incluso cómo reaccionamos ante las luces y sombras que resultan tras varios años de relación.
"Empecé a escribirla cuando aún estábamos confinados. Surgió a raíz de terminar la historia anterior, en la que también había una trama con un grupo de música. Llevaba mucho tiempo queriendo escribir una trama sobre un matrimonio joven. A veces, las novelas románticas precisamente acaban cuando los protagonistas están juntos, y quería que fuese al revés: que la historia empezase en ese momento", comenta la autora a PlayzTrends.
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"Escogí la época de los años 80 porque no había redes sociales y se podía ser más libre"
Una de las protas es Juliette. Me fascina la historia que se esconde tras ella: soledad, miedo al amor, miedo a sí misma en ocasiones… ¿qué quisiste representar en este personaje femenino?
La verdad es que fue surgiendo poco a poco. Me gusta bastante dejarme llevar por los personajes, pero de lo que tienes tu cabeza a luego cuando te pones a escribir... A veces son ellos los que llevan las riendas y te llevan por su propio camino. En el caso de Juliette me gustaba mucho el contraste: en apariencia es reservada y fría, pero detrás de esa actitud siempre se esconde mucha vulnerabilidad. Se ponía una coraza para que nadie viera lo que había detrás. El contraste me pareció súper interesante a la hora de escribirlo.
Luego está Lucas. Madrileño, de Vallecas, orgulloso de ser quien es y que quiere a su pareja por encima de todas las cosas, aunque por el camino se olvide de cuidarse a sí mismo. ¿Tuviste claro desde el principio los altibajos por los que pasaría este personaje? ¿O fueron surgiendo poco a poco?
Lo tenía claro, porque el personaje de Lucas es todo lo contrario a Juliette. Es más transparente, porque en el segundo capítulo lo presento y es tal cual, no tiene dobleces. Toma malas decisiones, al igual que muchos jóvenes en esa época de los 80. Es muy impulsivo, le pierde el hecho de no tener un lado más reflexivo o frío a la hora de tomar una decisión, pero él es tal y como lo leéis al principio de la novela.
La movida madrileña es el escenario principal de la historia. ¿Por qué escogiste esa época?
En el momento en el que yo me puse a escribir, tenía muy claro que no quería que fuese una novela que se desarrollase en la actualidad. Me imaginaba esa época de los 80 porque no había redes sociales, no existía tanta información, poseían una libertad que no habían tenido antes... Sobre todo porque también la relación entre los protagonistas es muy intensa y efervescente, al igual que lo fueron los años 80. Tenía sentido, porque la época elegida también afecta a la relación y a cómo son ellos.
Cada capítulo va acompañado del título de una canción. ¿Recomiendas a los lectores escucharlas para comprender un poco mejor esa parte de la historia?
Creo que es un plus. Es verdad que no es una época que se caracterice por que a lo mejor las canciones tuvieran mucha calidad. De hecho hay una frase en el libro que dice: "la movida madrileña murió cuando los grupos aprendieron a tocar" (ríe). Aún así, evidentemente hay canciones que son mejores que otras, pero creo que es interesante porque eran jóvenes que venían de una dictadura. Y de pronto, viven una transición y una época de cambio donde surgieron cientos de grupos de amigos que se juntaron para divertirse. Creo que se trataba de provocación, ¿no? Era una de "vamos a vestirnos como queramos, a aparecer con una cresta y a pasárnoslo bien sobre el escenario". Así empezó un poco todo.
"Quise hablar de un amor complicado, con sus luces y sus sombras"
La trama deja entrever una historia de amor real, llena de incertidumbre, pero también de respeto y comprensión. ¿Quisiste alejarte un poco del amor romántico al que nos tienen acostumbrados? ¿Ese que es idílico y que siempre acaba bien?
Hace años escribí novelas que quizás siguen una estructura más clásica y que siempre te dejaban muy buen sabor de boca. Pero es cierto que cuando llevas varias novelas te apetece ir innovando. El amor no deja de ser una emoción muy compleja, sino todos tendríamos una vida maravillosa en pareja. Es algo de lo que se lleva hablando desde hace cientos de años y que seguiremos hablando durante mucho tiempo. Por mucho que se escriba, siempre queda esa vuelta de tuerca. Es tan difícil acoplarte a una persona e ir los dos a una... Yo quise de alguna forma hablar de un amor complicado, con sus luces y sus sombras. A los dos protas les pilla jóvenes, cambian mucho a lo largo de los años, se encuentran, se pierden... Se quieren más allá del amor incluso de familia, porque son muy importantes el uno para el otro por todo lo que ya han vivido juntos.
Escenificas una realidad que es la dualidad de pensamientos. El miedo al qué dirán, la falta de autoestima, incluso el desapego emocional. ¿Crees que es importante que poco a poco se vayan tratando estos temas en obras literarias?
Claro, es lo que te comentaba: muchas veces he terminado las novelas cuando por fin los protagonistas deciden estar juntos. Y es como vale, ¿y qué pasa cuando llevan cinco, 10 o 15 años juntos? Es más complicado meterte, porque es cierto que ese comienzo siempre es como más bonito y luminoso, pero cuando van pasando los años y quitas esa capa de pasión, ¿qué queda?
Aunque el libro lo puede leer cualquiera, soy consciente de que hay mucha gente joven que te lee. ¿Consideras que poco a poco la sociedad va dejando de marcar como tabúes situaciones como la ansiedad, depresión, el síndrome de abstinencia, el suicidio o incluso el aborto? ¿O que aún nos queda mucho camino por recorrer?
Yo creo que hay dos visiones. Hay una parte de las lectoras que lo agradecen y que les gusta más encontrarse con estos temas, y otra que cuando cogen una novela romántica, lo que buscan de alguna manera es tener esa sensación satisfactoria de que el amor puede con todo. Si van buscando eso, es cierto que con esta novela se les puede quedar un sabor de boca un poco agridulce. Entonces creo que depende de lo que el lector quiera encontrar. A mí sí que me gusta tratar muchos temas que hay veces que surgen en una pareja. En este caso, estamos en los 80 y son jóvenes, así que no podía ignorar todo el tema de las drogas y de los excesos. Es lo que se vivía en esa época y hubo muchísima gente que se quedó atrás. Quise representar todo esto de alguna manera, pero también la maternidad, la no maternidad, las preguntas que nos hacemos a medida que vamos envejeciendo... Al final, lo más complicado de dos personas no es que se encuentren y encajen, sino que conforme vayan pasando el tiempo, los dos vayan a una. Ir al mismo ritmo es casi una lotería.
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"Todos tenemos momentos en los que no nos ponemos en primer lugar"
Ahora que se acerca el 8M, ¿qué valores ensalzarías de la figura de Juliette?
Al final pienso que todos somos humanos y todos tenemos momentos en los que hay veces en los que no nos ponemos en primer lugar. Pero tampoco hay que machacarse con ello, siempre y cuando seamos conscientes y lo solucionemos a tiempo. Las cosas no son negras o blancas, sino que caminamos por matices de grises. Creo que es importante la figura de Juliette porque siempre estuvo adelantada a su época: en la sexualidad, la forma de pensar, de expresarse, de lo que se plantea sobre la belleza y lo efímera que puede llegar a ser... Es cierto que cuando eres joven no lo piensas mucho, pero cuando creces te das cuenta de la poca relevancia que tiene realmente. Era una época de cambios donde las mujeres fueron muy importantes en todo, porque fue una revolución a todos los niveles. Querían salir a comerse el mundo porque seguramente sus madres no tuvieron esa oportunidad.
¿Qué consejo, si fueras amiga suya, le darías a Juliette y Lucas?
A Juliette obviamente le diría que no pasa nada por mostrarse vulnerable. No somos más débiles por abrirnos y dejar ver lo que sentimos. Lo que hay que hacer es fortalecerse, pero no poniéndose una coraza encima. Y a Lucas, ¿por dónde empezar? (ríe). Comenzaría por decirle algo que ya le comentaba su madre: "Antes de hacer algo, cuenta hasta 10". Le repetiría este consejo y que muchas veces es verdad que se deja llevar por las emociones y sus impulsos, así que la templanza viene muy bien en según qué ocasiones.
¿Cómo definirías Tú y yo, invencibles con tres adjetivos?
Te diría que intensa, reflexiva y también creo que bastante adictiva.
¿Te imaginas este libro adaptado al audiovisual?
A mí me encantaría, pero siempre da como un poco de vértigo. Cuando has escrito algo te da la sensación de "¿qué tocarán?". Te da respeto, pero sí que me gustaría. Es un producto diferente, así que al final te hace ilusión la posibilidad de poder verlo en otro formato. Además creo que sería bastante guay porque hay mucho material. Me imagino como protagonistas a alguien como Milla Jovovich de joven y Yon González.