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ENTREVISTA

Hablamos con los protas de 'Merlí. Sapere aude' antes del estreno de su segunda temporada

  • María Pujalte, Jordi Coll y Carlos Cuevas nos desvelan los entresijos de esta nueva temporada
  • Carlos Cuevas: "Las relaciones sexoafectivas que ha tenido en el pasado no tienen nada que ver con lo que le está ofreciendo este nuevo personaje"
  • Jordi Coll: "Es una historia de amor de descubrimiento"
  • María Pujalte: "Con esta serie te das cuenta de que las barreras mentales que nos ponemos son absurdas"

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Merlí
Merlí

Ante el estreno de la segunda temporada de ‘Merlí. Sapere aude’, que Movistar estrena el 2 de abril, hemos podido charlar con algunos de sus protagonistas. Carlos Cuevas, María Pujalte y Jordi Coll nos cuentan cómo se presenta esta nueva extensión de la serie, donde el personaje principal, Pol, se enfrenta a nuevos retos como estudiante de Filosofía.

Los actores desvelan cómo el paso del instituto a la universidad da a la serie nuevas tramas mucho más adultas y nuevos dilemas éticos. ¿A qué problemas tendrá que hacer frente Pol esta temporada? ¿Cómo vivirá esta nueva etapa? ¿Llegará el amor verdadero a su vida? ¿Y Bolaño, tocará fondo o se recuperará de sus adicciones?

Para contestar a todas estas dudas que nos surgen, y otras muchas, hemos contado con los actores de la exitosa serie catalana a través de videollamada. Con sus palabras, nos hacemos una idea de todo lo que nos espera con este spin off de Merlí.  ¡Atentos! Recuerda también que puedes disfrutar de las temporadas anteriores de la serie en Playz.

Entrevista con Carlos Cuevas

P: ¿Merlí te ha dado más fama y éxitos de los que esperabas?

Carlos: Sí, porque cuando las expectativas son muy poquitas, todo lo que pase es positivo y no te lo esperas. Merlí empezó siendo una serie de TV3 con un recorrido pequeño y con un presupuesto mucho menor al de ahora. Mi personaje era de reparto, y entonces claro, todo lo que ha venido después ha superado con creces cualquier expectativa que yo me podía imaginar.

P: ¿Qué puertas te ha abierto a nivel profesional?

C: Bueno, es un escaparate grande y también al hacerlo tantos años ha permitido que se me viera de muchas maneras. Gracias a Merlí he podido conocer a mucha gente, trabajar en otras producciones y oír que hay un interés. Pero bueno, es que creo mucho en que lo que mejor nos representa es nuestro trabajo. Entonces, hay que seguir ahí.

P: Respecto a la temporada anterior, ¿veremos a un Pol más adulto o con más problemas de adulto?

C: Por supuesto, esta nueva temporada, empieza dónde dejamos la anterior: un Pol que ha llegado a la Universidad, que está cómodo con su grupo de amigos. Al final del primer capítulo recibe una noticia inesperada de carácter personal que va a vertebrar la temporada y que le va a llevar a la edad adulta de una vez por todas. Con esto Pol va dejar de ser un chaval, porque va a tener que enfrentarse a la vida de otra manera.

P: ¿Encuentra Pol su gran amor esta temporada?

C: Pol va a tener un nuevo interés amoroso, que es el personaje de Axel, y creo que es sin duda un amor muy bonito por descubrir. Pol se encuentra delante un tío bastante más mayor que él, que ha pasado por relaciones, que sabe lo que quiere y Pol al final todavía está saliendo del cascarón. Entonces, encontrarse con alguien que le mira con tanta madurez y las cosas tan claras, le va a gustar. También porque las relaciones sexoafectivas que ha tenido en el pasado no tienen nada que ver con lo que le está ofreciendo este nuevo personaje.

P: ¿Crees que la serie y tu personaje han roto con muchos tabúes en torno a la sexualidad?

C: Bueno, sí, creo que ha sido pionera en muchos aspectos, porque hace 5 o 6 años que Merlí existe. Además, yo interpreto a un protagonista bisexual que me atrevería a decir que no hay ninguno en la ficción de este país. Y guay, creo que es chulo que se muestren tantas realidades como sea posible. Me siento orgulloso de representar eso, porque me encanta que una parte de la sociedad se vea representada ahí.

P: ¿La serie toca temas de salud mental?

C: Bueno, la serie habla de muchísimos temas, también del tema de la salud mental y emocional. No sé si tan directamente, pero es una ave que planea la serie constantemente. Al final Merlí va de gente que quiere ser feliz.

P: ¿Te ha escrito alguien que haya salido del armario al ver tu ejemplo?

C: Muchísima gente, tanto escrito como en persona. Me paran padres por la calle para decirme: “Gracias a tu personaje, mi hijo se atrevió a… O hemos podido establecer un clima de conversación en casa para hablar de tal...” Y dices: ¡guau! Si yo me dedico a esto, es por cosas como ésta.

P: Y por el otro lado, ¿también hay comentarios haters?

C: Sí, claro. En ese aspecto, contestamos que nunca llueve a gusto de todos, que al final la serie es una ficción, no es documental. El guionista y director tienen toda la potestad del mundo para hablar sobre lo que a ellos les interesa. Esto no es una serie a la carta, si no que es la idea de Héctor y el habla de lo que quiere contar y creo que tiene muchas cosas positivas, como para estar fijándonos en lo que no tiene.

P: ¿Crees que la serie ha ayudado a aumentar las matrículas en filosofía?

C: Probablemente, lo que ha hecho Merlí es bajar la filosofía al terreno humano, desvincularla un poco de las cátedras y del ambiente intelectual y exclusivo. Eso ha hecho que la gente se interese por ello.

P: ¿Pensaste en retomar tu carrera de Literatura?

C: Sí, lo he pensado. Sé que lo tengo ahí por terminar, pero lo que pasa es que nunca saco el tiempo para hacerlo, porque tengo mil movidas. Aunque creo que la formación debe ser constante.

P: ¿Cómo es trabajar con el gran Eusebio Poncela?

C: Pues muy impredecible. Es una leyenda indomable. Es un tío que no ha venido a este mundo a complacer a nadie y eso mola. Además, forma parte de una generación de actores que por contraste es diferente a la nuestra. Es un tío muy bueno, su personaje es brutal. Tiene muchas habilidades y está muy vivo. Es muy de verdad todo lo que hace. Sin duda, tiene mucho talento y creo que la serie suma con él.

P: ¿Te ha picado el gusanillo del teatro?

C: Yo he hecho teatro en otros momentos de mi vida. Realmente siempre pienso en volver, porque se aprende mucho, pero no sé si ha sido Poncela quien me lo ha recordado o es algo que yo ya tenía pendiente.

P: Haciendo balance, ¿qué dirías que te ha enseñado esta serie?

C: Pues que la vida es mucho más difícil que estudiar una carrera. Va de tener cintura, saber improvisar y tener tantas herramientas como sea posible para ir enfrentándose a lo que viene. Al final es todo cíclico, y con 25, o con 45 años te siguen pasando cosas.

Entrevista con María Pujalte y Jordi Coll

P: ¿Qué dilemas éticos nos encontraremos esta temporada en la vida de los personajes?

Jordi: Mi personaje se enfrenta a uno, reconciliar o apartar un problema del pasado en pro a un interés nuevo. Veremos si lo o hace o no.

María: Cada capítulo plantea una cuestión. Mentir o no mentir, pensando que la mentira es conveniente y hasta dónde lo es, si me beneficia más a mí o no…

P: La serie rompe un poco con la norma del profesor políticamente correcto o aburrido. ¿Creéis que ha ayudado a mejorar la imagen del profesorado o todo lo contrario?

María: Espero que sí, que rompa un poco esta cosa de que la filosofía es aburrida y sesuda. No hay duda de que es una materia muy difícil, pero como tantas otras carreras, pero la filosofía también es acción y pasión. Eso es lo que pretende reflejar la serie. Hay un planteamiento temático en cada capítulo y hay un reflejo en las acciones, en la toma de decisiones y en los dilemas de los personajes.

P: ¿Creéis que a raíz de la serie habrán aumentado las matrículas en filosofía?

Jordi: No estoy muy seguro, pero yo algo escuché. Creo que en Barcelona han aumentado las matrículas en Filosofía.

P: En vuestra vida, ¿habéis tenido profes que os hayan motivado tanto?

María: Hay profesores que dan la materia con pasión y que te confrontan también. Son los profesores que van más allá de la materia y que hay algo de sí mismos en lo que transmiten, que eso también es importantísimo para que el alumno ponga su motor en marcha.

Jordi: El profesor que tiene la vocación y le gusta lo que hace, normalmente da más su opinión al alumnado y eso te hace estar más interesado en la materia. Porque te pregunta: qué te parece, qué opinas sobre esto, sea de lo que sea. Es ese interés por ver si lo que él está intentando transmitir le llega a los alumnos y alumnas.

P: No es la típica serie de adolescentes, ¿quizás es esta la clave de su éxito?

María: Desde mi punto de vista te diría que sí. Recuerdo que cuando me puse a ver Merlí, como espectadora, vi que era una serie de chavales de instituto, entonces pensaba que no, pero me atrapó desde el principio. Me pareció una maravilla, porque tenía mucha madurez lo que estaba planteando. Porque la adolescencia es un momento muy crítico y muy difícil en la vida de una persona.  Te das cuenta de que esas barreras mentales que nos ponemos la sociedad son absurdas, porque estamos todos recorriendo el mismo camino. ¿Por qué narices no me van a interesar a mí los problemas de la adolescencia? La cosa es cómo me lo cuenten, cómo me lo planteen y cómo me hagan transitar por ello.

P: María, ¿tu personaje tocará fondo esta temporada?

María: (Ríe) Yo creo que ya toca fondo en la anterior. En la anterior ya está muy malita de lo suyo y ahora está en la rehabilitación, pero está contado pegado a cómo son las cosas en la realidad, no es de repente se dio cuenta que tenía un problema y ahora está estupenda, no. Toda esta segunda temporada la acompañamos por ese camino tan difícil, tan tortuoso e injusto dónde está llena de agresividad, con un mono que no puede, llena de dolor, llena de soledad… Pero bueno, está caminando hacia la luz y ahí está la tía.

P: ¿Quién la ayuda hacia la luz?

María: Pues ya en la primera temporada el haber conocido a su alumno fue un detonante importante de cara a que ella se viera con el problema. Y ahora, en esta segunda, Pol está ahí y ayuda más directamente a Bolaño que Bolaño a Pol. Tendrán conversaciones muy importantes. También le ayuda su compañera incondicional Silvia, que es la amiga que ya le plantó cara y que está ahí siempre.

P: Jordi, tu personaje va a trastocar muchísimo la vida de Pol esta temporada. ¿Cómo definirías su relación?

Jordi: Nos iremos conociendo, descubriendo y él me va a ayudar a mí en muchas cosas. Va a hacer que me plantee ciertas actitudes que mi personaje tuvo en un pasado y que quizás no eran tan trascendentales como él creía, y yo también lo voy a ayudar a él. Es una historia de amor de descubrimiento. No es nada tóxica, aunque como en toda relación, están las cosas que esperabas, las cosas que descubres que te gustan y las que no te gustan.

P: ¿Hay alguna cosa más por restaurar además del edificio?

Jordi: Si, de hecho, es una de las metáforas bonitas de este personaje. Él está allí restaurando el paraninfo y ya está allí su trama familiar en la que hay mucho que restaurar. Por eso se habla del pasado de Axel, donde hay cosas que restaurar también de cómo encarar el amor, por ejemplo. Es una cosa que Axel ha revisado, pero no la ha puesto en práctica.

P: Al irse a la Universidad, ¿captará a un público más adulto?

María: Creo que captará nuevos espectadores y seguirá gustando a los seguidores fijos de Merlí. Lo importante es que es una serie que entretiene e interesa.

Jordi: Yo creo que es una serie que está hecha en gran parte por gente muy joven, pero que el interés que despierta esta serie cubre a más generaciones de las que salen en ella.