¿Es compatible trabajar y estudiar a la vez?
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El próximo 1 de mayo es el Día del Trabajador. Sin embargo, el paro juvenil en España roza el 40%, ¿tenemos los jóvenes algo que celebrar? ¿Es compatible estudiar y trabajar? ¿Qué se siente al no encontrar trabajo? ¿Y al poder trabajar de lo que realmente te gusta?
Para responder a estas preguntas contamos con Daniel Treviño (@27.07.92), camarero y sindicalista; Juan José Ballesta (@juanjoballestaactor), actor; Anna Carlero (@anne__cg), abogada urbanista; Manuel Cánovas, desempleado; Valeria Gómez (@vgomezolmos), estudiante de Ciencias Políticas; y Gonzalo Caro (@ikapo_bass), mozo de almacén.
Estudiar y trabajar: ¿Se puede?
“Yo creo que depende de la persona”, comienza Valeria. Ella, como estudiante universitaria, reconoce que conoce que allí hay un poco de todo: “Depende de los recursos personales y familiares, de las ganas que uno tenga, de si quieres gastarte más o gastarte menos y del tiempo que inviertes estudiando”.
Desde el Zoom, Manuel también lo tiene bastante claro: “Es compatible”. Aunque ahora él está en paro, ha trabajado como peluquero, albañil e incluso panadero. “Si alguien se lo propone se puede, cualquier persona puede hacer lo que quiera”, confirma. Por otro lado, Dani nos acerca la realidad de muchos estudiantes: “A algunos no les queda otra, tanto como para costearte una carrera como para costearse un nivel de vida”. De hecho, cree que es algo muy habitual o, al menos, en los ambientes en los que él se mueve.
Sin embargo, Juanjo, que ha trabajado desde pequeño, piensa que no es tan fácil: “Yo siempre que he currado no he podido estudiar a la vez porque mi trabajo consiste en estudiar los guiones. En cambio, mi madre va a trabajar a una empresa 12 horas y cuando llega a casa se pone a estudiar el cursillo de inglés o de contabilidad”.
“Sin una jornada completa te comes los mocos”
Para Gonzalo no es una buena opción. “O estudias o trabajas, si trabajas ya te quitas tiempo de estudio, por tanto, no vas a tener un buen desempeño; vas a sacrificar tiempo libre y salud mental”, piensa. Además, hace hincapié en que “sin una jornada completa te comes los mocos con el sueldo, con media jornada y estudiando a la vez no te da”.
“Muchos de mis compañeros dan las gracias de trabajar de lo que sea, de cualquier cosa que les permita mantenerse. Aquellas personas que hayan podido tener una carrera o la suerte de estudiarla han tenido mayor inserción laboral”, comenta la abogada. Dani no está del todo de acuerdo y cree que “el trabajo ya no es lo mismo que era antes”. Para él, “antes el trabajo te significaba socialmente, era lo que tú reflejabas en la sociedad, pero en nuestra generación los trabajos son como recados”. De hecho, confirma que ha tenido más trabajos que su padre y eso que solo lleva trabajando 10 años. “El trabajo ya no es un seguro de vida, antes entrabas a trabajar de algo y te jubilabas, ahora entras y pasan muchas cosas”, añade.
“He tenido más trabajos que mi padre en tan solo 10 años”
Mientras, Gonzalo se queja de que, hoy en día, “los derechos laborales son prácticamente nulos”. A él tampoco le convencen demasiado los puestos que ofrecen ahora las empresas: “Se fomenta mucho el empleo temporal pero, en realidad, es una forma que tiene la empresa de que solo funcione la producción que ellos necesiten”. Menos mal que Valeria aporta un poco de positividad al debate: “Creo que hay esperanza, todos tenemos muchas ganas de trabajar y ganar dinero, y las empresas quieren seguir, hay que encontrar el punto”.
A pesar de su corta vida, Manuel se ha dado cuenta de una cosa: “Los empresarios y dueños de empresas miran por sí mismos, no se fijan en los derechos del trabajador, siempre están pensando en sus beneficios. Yo llevo trabajando toda mi vida y normalmente estaba trabajando 10 horas pero te aseguran 4”.
Según, Juanjo “la cosa va a peor”. Tanto es así que nos cuenta la realidad de su situación actual: “Yo antes me acuerdo que tenía tranquilidad económica para poder decidir proyectos, ahora hago proyectos por comer, no puedo decidir sino afecta al pan de mi casa. Hoy en día, vas a trabajar y vas dando las gracias y con miedo porque a la mínima que haces te despiden”.