¿Deberían posicionarse más políticamente los ídolos de nuestra generación?
- J Balvin ha estado al borde de la cancelación por su tibieza inicial al hablar sobre las protestas antigubernamentales en Colombia
- Del silencio de C.Tangana a las aplaudidas palabras de Ester Expósito durante las elecciones madrileñas
"Yo te digo y digo y te miro / Camino, resisto y te digo / Aviso y te cuento y te digo / Que no abrazan la paz / Y yo, resisto y ya" canta la multidisciplinar artista Lido Pimienta en "Resisto y ya", canción que forma parte de su última obra Miss Colombia (2020). Este álbum es una carta de amor cínico a Colombia, su país natal, que surgió a raíz de los comentarios racistas que realizaron los colombianos tras enterarse que por error, la verdadera ganadora de Miss Universo 2015 fue la representante de Filipinas y no la colombiana. Ahora, desde Toronto, Lido escribe tweets criticando al gobierno colombiano, apoyando a sus compatriotas que están participando en las protestas contra el Gobierno de Iván Duque. Sus mensajes son apoyados por retweets y publicaciones en Instagram de organizaciones, asociaciones y expertos que informan sobre los sucesos, ofrecen análisis de estos y piden solidaridad con el pueblo colombiano.
En Colombia se está protestando contra la propuesta de la reforma tributaria que había propuesto su presidente, Iván Duque, y que iba a afectar principalmente a la clase media. La dura actuación de las fuerzas de seguridad y la ira de los manifestantes ha hecho que estas protestas estén siendo especialmente violentas: según infomó el pasado viernes la Fiscalía General, desde el 28 de abril se han registrado 27 víctimas mortales, y organizaciones sin ánimo de lucro han documentado 1.181 casos de violencia policial.
Y mientras esto sucedía, ¿qué decían públicamente algunas de la mayores estrellas de este país? J Balvin se manifestó a su modo: si bien se mostró contra la reforma tributaria de Duque, criticó el "vandalismo de los que se aprovechan de la situación para hacer daño, robar a personas o destruir como excusa de la marcha".
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Esta anotación generó un gran descontento entre sus fans ya que defienden que la protesta es un derecho y lo que es denunciable es la agresión policial. Sorprendía especialmente esta actitud en un artista que suele compartir sin tapujos sus reflexiones o que habla abiertamente de sus problemas de salud mental. Parte de sus seguidores se sentían ahora decepcionados porque, como dice de nuevo Lido Pimienta, "tener una postura tibia es de cobardes y no nos sirve". Días después, quien sabe si obligado por la cancelación que se le avecinaba, Balvin se mostró mucho más contundente en redes sociales: calificó la revuelta de "guerra civil", pidió al presidente Duque que parara esta violencia y además animó al resto de estrellas a dar visibilidad a lo que estaba sucediendo en su país. Muchos siguieron sus pasos y múltiples artistas e influencers internacionales (de Kim Kardashian a Maluma, pasando por Shakira, Karol G, Justin Bieber o Kendall Jenner) visibilizaron las protestas y exigieron el cese de la violencia contra los manifestantes.
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Albany: "Lo peor que llevo de ser artista es que la gente te exige que solo abras la boca para cantar y punto"
Pero el caso de Balvin no es aislado. También en España, al hilo de las elecciones en Madrid del pasado 4 de mayo, volvió a surgir una vez más el debate en redes de si nuestros artistas, sobre todo aquellos que tienen millones de seguidores en sus redes sociales, no deberían ser más activos a la hora de posicionarse políticamente. Pero, por otra parte, ¿están obligados nuestros famosos a mojarse políticamente si ello puede afectar a sus carreras? Estas estrellas, que viven de sus interpretaciones, música e imagen, cuentan con el poder de transformar sus redes sociales en una plataforma en la que poder mostrar sus inquietudes políticas, informar y movilizar a sus seguidores ante la injusticia, la violencia y en favor de la democracia. Sin embargo, esta declaración de ideales puede repercutir en su imagen, influyendo en el consumo de los productos que crean o participan. Cuando más poder e influencia se posea, más repercusión, tanto negativa como positiva, tiene el posicionamiento. Debido a esta relación, muchos de los representantes de estos artistas e incluso los seguidores pretenden controlar la imagen de sus representados.
Veamos algunos de los casos más sonados en relación al pasado 4 de mayo. Un día antes de elecciones, la actriz Ester Expósito, conocida por su papel en la serie Élite y que cuenta con 26 millones de seguidores en Instagram, pidió a sus seguidores que fueran a votar porque "Todos NO son iguales. Vota en defensa propia".
Otro caso es el de Killer Queen, la próxima concursante del programa Drag Race España, que colgó en sus redes un vídeo en el que contestaba a un seguidor que le pidió durante una actuación que no politizara el evento: "Si el drag no fuera política, a día de hoy seguiríamos metidos en los armarios y con un triángulo rosa. Gracias a que las personas trans, que tan señaladas son a día de hoy, a las personas racializadas y a las personas LGTBI que lucharon en su momento y se politizaron, porque si no aún estaríamos en el armario y haciéndonos pasar por heterosexuales" responde en el video. En otro tuit, Killer Queen comenta que, aunque posicionarse políticamente pudiera perjudicarle a su imagen pública y perder fandom, prefiere "perder fans que vivir la vida con tibieza y no poder expresarme".
La actitud de Ester y Killer Queen fueron muy aplaudidas por su seguidores, pero ¿qué pasa con los artistas que no hacen alusión al momento político que estamos viviendo? A la misma hora en la que Expósito pedía el voto en redes, muchos se preguntaron por qué C. Tangana no se pronunciaba sobre las elecciones cuando comercializa sus raíces madrileñas en su música, como es el caso de su último álbum, titulado El Madrileño (2021). Por su parte, la trapera Albany denunció en un tweet que lo peor de ser artista "es que la gente te exige que solo abras la boca para cantar y punto. No puedo dar mi opinión sobre política ni sobre nada. […] por favor dejad de exigir lo que os gustaría que hiciera y de que me mantenga al margen solo por el hecho de dedicarme a la música”.
No podemos obviar que a veces esa tibieza tiene que ver con el privilegio que uno posee, que cuanto menos te afecten las causas sociales y políticas, más prevalecerá tu equidistancia. Pero personas con semejante relevancia -algunos de ellos son auténticos iconos populares- deberían ser conscientes de que ante determinadas injusticias sociales o ataques a nuestros derechos, deberían emplear su influencia como altavoz para concienciar a sus seguidores, puesto que estos no gozan ni de los mismos privilegios ni participan de las mismas realidades.
En definitiva, las celebridades cuentan con una herramienta que, si fuese empleado asiduamente para denunciar las vergüenzas sociales que ocurren en política, favorecería a la divulgación información necesaria para la sociedad porque hay que avisar, contar y decir que las injusticias no abrazan la paz. Ahora, debemos ser capaces de distinguir cuando hay una mercantilización del discurso, denunciarlo, difundirlo y para que no sea consumido porque, cuando a ellos les interesa el dinero, a nosotros nos interesa sobrevivir.
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Pablo García (Madrid, 1998) es un filólogo inglés estudiante del máster en Industria Musical y Estudios Sonoros de la UC3M. Actualmente colabora en el medio online musical dod Magazine y trabaja en el sello discográfico Lago/Cráter.