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SERIE 'RIDERS'

Playz estrena 'Riders': ¿Cuánto tiene de realidad la nueva serie de la que todo el mundo habla?

  • Hablamos sobre la "ley riders" con Nuria Soto, portavoz de RiderxDerechos,
  • Ya puedes ver en Playz los dos primeros capítulos de la serie Riders

Por
Protagonistas de Riders
La serie tiene siete capítulos de veinte minutos cada uno

Ya puedes ver en Playz los dos primeros capítulos de Riders. Una serie que desde la ficción, y mezclando distintos géneros como el thriller, la comedia y la acción, retrata la problemática social de los riders, así como otros problemas de los jóvenes actuales, como la adicción al juego.

Una realidad que está más de actualidad que nunca después de la aprobación el pasado martes de la "Ley rider" que, entre otras cosas, obliga a estas empresas a que reconozca como asalariados a sus repartidores. Pero, ¿es esta ley suficientemente garantista? ¿Gusta a todos? ¿Por qué se están produciendo protestas tras la aprobación de este Real Decreto-ley?

Por este motivo, no queríamos perder la ocasión de preguntar a Nuria Soto, portavoz de Ridersxderechos, por su visión acerca de la nueva situación. Nuria nos explica las nuevas reglas de un juego que cada vez tiene más expansiones. Ella no se ha rendido y sigue siendo rider, pero hace unos años que se ha alejado de las grandes compañías que hoy dominan el mercado de las aplicaciones: Glovo, Deliveroo, Uber o Just Eat, entre otras. "De hecho, yo fui readmitida a Deliveroo porque estaba sindicalizada, y al despedirme, vulneraron un derecho fundamental. Si no hubiera estado en el sindicato, esto no lo hubiera tenido", nos explica. Ahora Nuria forma parte activa de una cooperativa de mensajeros donde todo el mundo cobra lo mismo y tiene los mismos derechos.

Con la nueva ley los riders serán asalariados en lugar de autónomos, por lo tanto ahora tendrán derechos como vacaciones pagadas, prestación por incapacidad, prestación por desempleo, bajas, descansos… Hasta aquí todo parece maravilloso, pero resulta que nunca llueve a gusto de todos. Hay quien piensa que esta ley les perjudica en lugar de beneficiarles. Es el caso de organizaciones como Repartidores Unidos y APRA, que manifiestan que esta medida va a "dejar a más de 15.000 repartidores sin empleo". Pero, a su vez, quienes sí están a favor de la "Ley rider", como Nuria, indican que estos críticos a la cabeza de las protestas contra la ley están alienados con los jefes de las propias plataformas. Y aclara: "Nosotros también somos críticos con la ley, pero porque no va más allá de los riders".

P: ¿Cómo valoras la nueva ley? ¿Lo consideras un logro o no?

R: Bueno, la ley ha sido un proceso muy duro. Al inicio, cuando nos reunimos con la ministra de Trabajo (Yolanda Díaz), no había salido aún nuestra sentencia del Supremo, entonces la intención era totalmente distinta. Nosotros pensábamos que no hacía falta una ley, porque la ley ya está muy clara, aunque digan que hay inseguridad jurídica, por eso se han ganado 47 sentencias frente a 3, que están recurridas. Para nosotros era muy importante porque las empresas ven que judicialmente están perdidas, lo que buscan es adaptar la ley a su modelo de negocio diciendo que son innovadoras y que hay inseguridad jurídica. Nosotros queríamos una aclaración de la ley ya existente para ponérselo más difícil a las empresas saltársela. Queríamos, por ejemplo, que la herramienta tecnológica (la app con la que trabajamos) se considerara herramienta también.

P: La ley dice que por primera vez se regula el derecho de los representantes a ser informados de "los algoritmos o sistemas de inteligencia artificial" que pueden incidir en las condiciones de trabajo, la contratación o el mantenimiento del empleo. ¿De qué forma os afecta a vosotros el algoritmo?

R: El algoritmo es el que te penaliza y luego según estas penalizaciones te deja acceder a más o menos horas de trabajo. Son los distintos parámetros mediante los cuales la plataforma te organiza tu trabajo. Ahora lo que permite esta ley es que los sindicatos accedan al algoritmo y eso es importantísimo. Pero aquí hay un problema, hay una trampa. Porque se puede acceder a través de los sindicatos, pero es que los sindicatos representan a los trabajadores y no a los autónomos. Entonces esto solo va a ayudar a los riders. El resto de sectores tendrán que pasar por procesos judiciales igual que el nuestro para demostrar que son trabajadores y así poder acceder al algoritmo. Lo cual no evita procesos judiciales de 4 años como hemos pasado los riders. Sin embargo, es un primer paso superar esta barrera del algoritmo, que era una barrera muy acorazada por parte de las empresas. Tener acceso a ello es lo más importante y es el temor más grande que tienen las empresas. No olvidemos que esto no es un problema sectorial, es un modelo económico. Ya hay alrededor de 6.000 plataformas en todo el estado y en todos los sectores. Esto se va a ir extendiendo.

P: ¿Qué comentarios estás escuchando?

R: Hay estas típicas expresiones neoliberales de es que Glovo genera puestos de trabajo. No, perdona, empresas como Glovo se aprovecha de la gente precaria sin sacarles de esa precariedad, que es muy distinto. Es una manera de darle la vuelta a todo. Es como ver a una mujer con su niño en brazos repartiendo y decir: "Es que esta mujer tiene conciliación familiar", "es que tú eres tu propio jefe", "tú tienes la suerte de tener trabajo porque Glovo te da la oportunidad". Esta es una de las principales armas de estas empresas y sus asociaciones.

P: Los que protestan contra la ley dicen que quieren seguir siendo autónomos, con un modelo mejorado. Defienden la libertad y la flexibilidad que te da ser autónomo. ¿Estás de acuerdo?

R: No, obviamente no estoy de acuerdo. UGT sacó un informe sobre las asociaciones y este mensaje hegemónico que han creado las propias empresas de flexibilidad y libertad, que todos los presidentes de las asociaciones repiten constantemente: "Queremos seguir siendo autónomos". Para empezar que no son autónomos, y no porque lo digamos nosotros, no lo son por ley. En cualquier caso, defienden seguir siendo falsos autónomos, que es un discurso muy individualista que no ve más allá de uno mismo, no ve que es un sectorial y no ve las repercusiones a nivel de estado de bienestar y servicios públicos de este tipo de modelo. Aquí entramos en el error de pensar que escoger entre derechos laborales y autoexplotación es una decisión individual. Esto no es una decisión individual, es algo social que nos afecta a todos.

Sin embargo, las personas que repiten este discurso tenemos la sospecha de que son los presidentes de asociaciones financiadas por las propias empresas. Y no solo eso, sino que las cuotas de algunas asociaciones te las descuentan de la nómina las propias empresas. Entonces, la gente sale a la calle defendiendo eso porque lo que está defendiendo es su pan. Es la técnica del miedo, el sindicalismo amarillo de toda la vida. Pero es que además salen hablando personas como Gustavo Gaviria, que era la persona encargada de gestionar los repartidores de los turnos fijos de noche de Glovo, lo más antiautónomo del mundo.

P: Algunos hablan sobre la libertad de trabajar en varias plataformas... Pero, ¿no es esto sinónimo de precariedad?

R: Es como darle la vuelta a todo. Al final también se habla de flexibilidad, conciliación y libertad, pero la verdad es que lo que exige esta gente es poder trabajar hasta que el cuerpo aguante, de lunes a domingo, las horas que les dé la gana: 12, 13 o 14… Para generar unos ingresos que no son dignos. Porque si miras el precio por hora no es digno y tampoco lo es trabajar 13 horas al día.

Otro modelo es posible

P: Cuéntame tu caso como rider. ¿Te dedicas a ello al 100%?

R: Sigo siendo rider, pero en la cooperativa. De Deliveroo ya me despidieron. Éramos trabajadores de Deliveroo, unos 300 en Barcelona, y de Glovo creo que algo menos. Empezamos las manifestaciones, acudimos a ellas más de la mitad de la plantilla. Los que lideramos eso, las caras visibles fuimos despedidas el 8 de agosto de 2017. De ahí siguió la lucha. Demandamos evidentemente, pero no ganamos el juicio hasta pasados dos años. Está en recurso todavía, porque va lentísimo todo esto. Y en 2018 decidimos montar la cooperativa.

P: ¿Cómo funciona la cooperativa?

R: Estamos contratados todos por régimen general, cobramos todos lo mismo, decisiones por asamblea, etc. Al final es todo mucho más horizontal que vertical y sin ánimo de lucro. Lo cual significa que todos los excedentes que hay en la cooperativa no se reparten entre los socios, sino que se reinvierten en el propio proyecto.

P: ¿Y os da para vivir?

R: Sí, porque tenemos nuestro sueldo, nuestra jornada, etc. Algo que nos está costando más es ir consiguiendo jornadas cada vez más largas, porque en el mundo de la mensajería, sobre todo el de la comida, se concentra todo en las mismas franjas. Con lo cual, es difícil extenderlas. Por otra parte, estamos dentro de un mercado totalmente desleal. Es muy difícil si pagas la Seguridad Social y lo haces todo bien, poder competir en precios. Estamos en un mercado concreto, que apuesta por el comercio responsable y de responsabilidad, el comercio local y que entiende que las cosas tienen un precio. Al final es un poco la misión: no tanto competir en precios, sino ser una alternativa y tener los precios justos para tener los derechos justos.

Se busca trabajador precario

P: ¿Hay pocas mujeres, no?

R: Mujeres hay muy pocas, pero por el tema de siempre. Todo lo que sea referente a cuidados, habrá más mujeres. Y lo que sea más físico, habrá más hombres.

P: ¿Cuál es el perfil de rider habitual?

R: Yo creo que el perfil es el de precario. Hay gente sin documentación en situaciones muy precarias, hay otra gente que se ha quedado sin trabajo y no le ha quedado más remedio que entrar en eso, hay estudiantes que tampoco encuentran nada más o que tienen varios trabajos… Hay de todo. También está el perfil, como el presidente de las asociaciones, que tiene esta pretensión de no pertenecer a la clase trabajadora, el discurso de ‘Soy mi propio jefe en moto’ le encaja y se siente maravillosamente bien. Pero te puedo decir que lo que se ve en Barcelona, por ejemplo, son muchos riders pakistanís y venezolanos.

P: La ley todavía no se ha aplicado, dan de plazo hasta el 12 de agosto. ¿Crees que se cumplirá con lo prometido?

R: Ha sido un golpe bajo poner la aplicación de esta ley en agosto. Todos sabemos que en agosto los abogados y representantes sindicales se van de vacaciones, que es cuando más baja demanda hay en estas aplicaciones y que los despidos que puedan se van a producir para entonces. ¿Qué van a hacer las empresas? Pues vamos a ver… Ya las asociaciones están creando falsas cooperativas a través de las cuales poder seguir con la figura de falso autónomo. Veremos la viabilidad de esto, si cae por su propio peso o si nos tenemos que pasar 4 años más para demostrar que son falsas cooperativas. Por otro lado, muchas empresas están empezando a contratar a partir de ETTS, tipo el modelo de Just Eat. Esto también se le echa la culpa a la nueva ley rider. No es la culpa de la ley rider la subcontratación, es culpa del gobierno por no sacar esta ley acompañada de la derogación de la reforma laboral.

P: Entonces, ¿no hay esperanza?

R: Bueno, veremos lo que pasa: si hay cesión ilegal de trabajadores, si se cumplen las condiciones… El otro día leí que en Sevilla están haciendo contratos por el ingreso mínimo vital, pero que les descuentan 50 euros de la seguridad social. Así que ahora tocará seguir luchando desde aquí. Pero bueno, algo positivo que sacamos de esta ley es el hecho de que ahora será mucho más fácil la representación sindical y la protección del trabajador. Así las asociaciones no podrán jugar con la técnica del miedo y esto es bastante bien.