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SERIES

Lo duro que fue ser Yoli de 'Los Serrano' y Carlitos de 'Cuéntame cómo pasó'

  • "Te gritaban zorra, guarra y te insultaban por ir andando de la mano con Víctor (Guille en Los Serrano)", describe Sara Brasal
  • "Una vez me tuve que bajar los pantalones, porque las vecinas me confundían con una niña", recuerda Ricardo Gómez

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Carlitos y Yoli
Carlitos y Yoli

“Mi primer beso fue con 10 años y lo vio toda España” o "Mi infancia está en RTVE a la carta, la puedes ver entera", son dos frases pronunciadas recientemente por Sara Brasal, más conocida por su papel de Yoli en Los Serrano, y Ricardo Gómez, más conocido como Carlitos en Cuéntame Cómo Pasó. En su día le pasó algo parecido a Joselito, que bautizaron como niño prodigio y luego pasó lo que pasó. Y es que alcanzar el éxito tan pronto no tiene que ser fácil.

Sara y Ricardo comparten más cosas de las que en un principio puede parecer. Ambos dieron sus primeros pasos televisivos siendo todavía unos niños y los dos saben lo que es ser conocido cuando todavía ni te has dado tu primer beso. Ricardo apareció por primera vez en Cuéntame con 7 años y Sara con solo unos pocos más, con 10. Hace un par de semanas Brasal fue la invitada del podcast 'Estirando el chicle', presentado por Carolina Iglesias y Victoria Martín, en un programa dedicado a cómo afecta el éxito televisivo a edades tan tempranas. La madrileña desgranaba lo mal que se lo habían hecho pasar. Su caso, además, era un poco más especial. “Yo venía de que mi hicieran bullying en el cole", subrayó la actriz. Brasal hizo el casting para Teté, pero le dieron el papel de Yoli, una niña gordita que sufría acoso en la serie. Con los años, ha sabido ver que hay personajes "que no son de princesita, pero que llenan mucho más".

"Después de salir en la tele, la misma persona que me hacía bullying venía preguntarme: 'Oye, ¿qué va a pasar mañana?'", apunta Sara. Experiencia muy similar a la que cuenta Ricardo Gómez: "Cuando volvía del colegio con mi hermano, todos los días me decían, por mi pelo rubio y largo, que era una niña muy bonita", comentó el actor en El Hormiguero sobre lo que le decían las vecinas. "Le decía a mi hermano que yo no era una niña y que, si las podía responder, pero él me decía que las dejara. Pero siguieron diciéndomelo y hubo un día que no lo pude evitar, me bajé los pantalones y y les dije que no era una niña", recordó Ricardo en el programa de Antena 3. Lo siguiente que recuerda el actor es el "collejón" que le soltó su hermano mayor.

Sara, por su parte, relata como en su momento le dejaron fuera de la gira del grupo Santa Justa Klan. "Mi madre se enfadó más que yo. No me dieron ninguna explicación, supongo que era una cosa de guión", afirmaba con dudas la actriz. "Yoli no podía cantar: 'Yo paso del amor', porque el amor pasaba de ella", explicaba con humor Sara. A lo que Carolina Iglesias respondía: "Hay una mano negra que se llama patriarcado."

El mundo fan loco

Escuchando testimonios como los de Sara y Ricardo, no hay duda de que la fama cuando uno es todavía un niño es muy difícil de gestionar. Sara, por ejemplo, cuenta en el podcast que ella lo llevó muy mal. En 2003 se empezó a emitir Los Serrano en Telecinco y en seguida batió récords de audiencia. Este fenómeno televisivo repercutió seriamente en la vida de una niña, que por aquel entonces, acababa de cumplir 10 años. "Te gritaban zorra, guarra y te insultaban por ir andando de la mano con Víctor (Guille en Los Serrano)", apuntó la actriz ahora adulta.

Sara cuenta otra anécdota que le pasó de pequeña en el centro comercial de su barrio: "Yo estaba hablando por el móvil con una amiga y unas fans de la serie me cogieron el móvil y me siguieron hasta mi casa, a pesar de que me hice la foto con ellas y les firmé un autógrafo. No había manera de que se fueran, así que les enchufé agua con la manguera", describe entre risas, aunque en su momento no le hizo ninguna gracia.

Las consecuencias de una fama temprana y desorbitada que una Sara pre adolescente no había buscado. La intérprete cuenta también como fue dar su primer morreo ante la atenta mirada de las cámaras: "Se me hizo muy largo, porque me estaba muriendo de vergüenza", destaca. Un momento muy incómodo que solo deseaba que se acabase lo antes posible.

Y después de la serie...

Seis años después, la serie puso fin a varias temporadas de éxito. ¿Y qué pasó entonces con Sara? "No me llevaban a ningún estreno, ni nada. Y yo pensaba: 'Si cuando necesito que se me vea es ahora'", señala la actriz. "Yo empezaba a leer noticias sobre mí como: “De friki de la clase a rubia explosiva: el increíble cambio” Y simplemente era que habían pasado 17 años", razona Sara.

Por otra parte, como bien dicen Victoria y Carolina, no es que se hagan muchos papeles de feas, al contrario, las protas siempre son espectaculares y delgadas. Hablando del tema belleza y televisión, Sara recordó que le ponían ropa de dos tallas menos para que apretase, gafas más grandes y diademas de las Súper Nenas. "Me intentaban afear", admite con cierta tristeza. Brasal reconoce que siempre se ha sentido insegura con su físico, y que de repente en la tele se resaltase aún más ese aspecto no le ayudó. "Crees que solo eres eso", dijo en 'Estirando el chicle'.

De todo aquello ya han pasado 17 años y no todo ha sido negativo. De estas experiencias televisivas la joven Sara aprendió lecciones valiosísimas para su vida futura. "Cuando empiezas a entender que es un personaje que ayuda a mucha gente que se siente identificada con el personaje, lo empiezas a asimilar y a tomar conciencia", afirma Sara. Ahora la actriz está empezando a hacer muchas cosas en teatro, lo cual le está sirviendo para entender que no solo es la friki y fea de la clase. Además se ha pasado a la parte de detrás de las cámaras y ha trabajado en proyectos tan potentes como '30 Monedas' de HBO.