Todos los motivos por los que debes ver 'Riders' antes de que acabe el verano

• ¿Por qué se ha convertido en una serie adelantada a su tiempo?
• Vive la experiencia de ser rider por un día con el documental y transmedia exclusivos del Lab de RTVE
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En un mundo en el que cada vez nos resulta más difícil frenar, pararnos a disfrutar de nuestro entorno y fijar nuestra capacidad de atención en un único estímulo durante algo más de media hora, quizás parezca extraño encontrar algún contenido audiovisual que consiga aunar todos estos requisitos en una misma propuesta. Pero por difícil que parezca, existen, y prueba de ello es Riders, la última serie de Playz protagonizada por Ismael Abadal y Catalina Sopelana.

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Con motivo de la emisión del último capítulo -se vienen spoilers-, quizás no venga mal echar la vista atrás y valorar lo que ha supuesto una serie así en un momento como este. Porque por si no te habías dado cuenta -o pensabas que se trataba de algún juego de palabras-, Riders es mucho más que un drama convertido en comedia. También es el espacio donde se ha dado a conocer, quizás un poco más de cerca, la precaria situación que viven los repartidores de comida a domicilio.

Reflexión y temas sociales, entre las claves de la primera temporada

Como venimos diciendo, Riders no solo se queda en mostrarnos la dificultad que requiere desempeñar un trabajo como este, sino que nos sumerge de lleno en la vida de sus protagonistas. Porque seamos sinceros, siempre nos buscamos en el reflejo de cualquiera de los personajes que tenemos frente a nosotros, así que es inevitable que, de una forma u otra, terminemos identificándonos con algunos de los protagonistas. Quizás lo hagas con Axel (Ismael Abadal), un chaval que tiene que hacer frente a los gastos que conlleva adoptar la figura de “padre de familia” en un hogar donde su hermano menor está enganchado al juego; con Clau (Catalina Sopelana), una tía que lleva sus valores por bandera y que defiende el feminismo a cal y canto; con Luk (Germán Alcarazu), el típico colega narcisista pero dispuesto a dar la cara por sus amigos; con Nancy (Dayana Contreras), esa compañera que ejerce de madre protectora a la que todos hemos recurrido en algún momento de nuestras vidas; con Luismi (Christian Mulas), un completo adicto a las redes sociales y a la vida fit o con Orlando (Mario Alberto), un empresario obsesionado con ser el mejor en su terreno, aunque no siempre sea bajo la legalidad.

Pero no perdamos el foco: el hilo conductor es la precariedad laboral y el tráfico de sustancias ilegales. El personaje de Axel sueña con meter la cabeza dentro de la industria de los videojuegos, pero la ludopatía de su hermano y las deudas que ha ido contrayendo semana a semana lo empujan a hacerse rider. Y he aquí el factor clave: cuando ve que su situación no puede ir a peor, unos narcos de barrio (interpretados por Mario Alberto y Christian Mulas) deciden chantajearle para obtener de él aquello que desean: su pinta de “niño bueno” para camuflar unos repartos repletos de droga.

Fiel reflejo de la generación z

Parémonos un segundo: ¿no es esto lo que le ocurre a varios de los jóvenes de hoy en día? No nos referimos a eso de convertirse en dealers por obligación, sino a la presión que ejerce sobre ellos una sociedad que exige un nivel de preparación y experiencia que no se corresponde con la retribución que ofrecen a cambio. En otras palabras, Riders vuelve a recoger una reflexión que nos atañe a todos -mayores o no tanto- y que Catalina Sopelana evidenció durante una entrevista a PlayzTrends: “Nada cambia si tú no cambias, nada se mueve si tú no te mueves. Esta cosa de que los jóvenes son unos vagos creo que ha quedado muy anticuada. Hay gente muy potente que se arriesga, hace cosas buenas... Y que no tienen miedo a probar ni a salirse de lo establecido. Además, creo que es una generación que está más acostumbrada a la incertidumbre. Nos hemos comido muchas crisis, estamos en un mundo súper globalizado, todo el mundo destaca en algo... Hay mucha competencia realmente”.

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Y tanto que si la hay, porque otra de las cosas que nos ha enseñado esta serie es que, poco a poco, cada vez son más los que normalizan aquello de “todo vale por *insertad deseo o meta que pretendáis alcanzar a corto y medio plazo*". En los primeros minutos de la trama, es Luk quien ejemplifica a la perfección este argumento cuando se dispone a relatar todo lo que tienes que hacer para fingir y ser otra persona de cara a los consumidores. ¿Te suena? Una vez más, el permanente nivel de exigencia que nos taladra día a día llega a ser el responsable de cambios en nuestra actitud. Y todo con un único fin: dejar de ser quienes somos para que nuestro entorno disfrute de quien quiere que seamos.

Cameos, frescura y mucho humor

¿Hay algo mejor que disfrutar de buenos cameos? El caso de Riders no solo tiene a los mejores, sino a un gran número de ellos por capítulo. Artistas como Sara Socas, Roi Méndez, Carlos Right, Pantomima Full (Alberto Casado y Rober Bodegas), Vicky Martín (Living Postureo), Itziar Castro y Kike Pérez son tan solo algunos de los nombres que habrás visto entre escena y escena. A priori pueden parecer interpretaciones aisladas y simples consecuencias de un ajuste de guion. Pero la inclusión de estas figuras, tan reconocidas por todos los públicos, hace que el proyecto adquiera una frescura que ya de por sí poseía. Porque recuerda que Riders no solo es una historia pegada a la actualidad, sino que ha sabido predecir multitud de acciones que se convirtieron en realidad tras el estallido de la pandemia.

Además, ¿cuántas veces leímos o escuchamos titulares que relataban cómo los riders eran los nuevos dealers o los accidentes laborales que llegan a sufrir mientras reparten? Todo esto ya estaba sobre el papel cuando los guionistas decidieron embarcarse en este proyecto, así que podemos decir que Riders se ha convertido -sin tenerlo previsto- en una serie adelantada a su tiempo. Y que no se nos olvide: esta ficción, al igual que otras muchas de 2020, consiguió salir adelante con una grabación en plena crisis sanitaria. Una situación que no favoreció su normal desarrollo, pero que sirvió como experiencia dentro de un equipo que confiesa que "fue un rodaje milagro" por haberlo sacado adelante en menos de dos semanas.

Aclamada por la crítica especializada

Si todavía te quedaban dudas para ver o recomendar los siete capítulos que conforman la primera temporada de Riders, aquí tienes unos cuantos motivos más para que lo hagas. Uno de ellos es que ha sido seleccionada como finalista en los prestigiosos Premios Prix Italia 2021 en la categoría de Web Fiction, una entrega de galardones que reconoce cada año las mejores producciones de televisión, radio y medios interactivos del mundo. Si estamos ahí por algo será, ¿no?

Y si eres de los que antes de plantarse frente a un contenido audiovisual prefiere echar un ojo a las críticas que otros expertos han hecho sobre él, que sepas que la ficción de Playz también cuenta con varios argumentos para no perder detalle de su desarrollo. Protagonizada por la generación z, mano a mano con la actualidad pospandemia y tratando temas sociales más en auge que nunca. ¿Estás seguro de pasar por alto todo lo que esta serie tiene aún por ofrecerte? ¿O te sumas a los que ya hemos disfrutado de ella?

[Vive la experiencia de ser rider por un día con el documental y transmedia exclusivos del Lab de RTVE]