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ENTREVISTA

Beatriz Esteban, autora de 'Si vuelve el invierno': "Una manera de acercar la importancia del autocuidado es a través de la escritura"

  • Con su último lanzamiento, la autora desvela todo lo que hay detrás de la reinterpretación del mito de Hades y Perséfone
  • "Siempre he tratado temas sociales y de salud mental en mis libros"
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Beatriz Esteban: "No se nos enseña a conocernos ni a entendernos"

Tiene solo 24 años, pero Beatriz Esteban Brau ya se ha convertido en una de las mayores referentes de la literatura juvenil actual. Además de escritora, esta autora se graduó en Psicología por la Universidad de Valencia y sacó al mercado su primera novela con solo 19 años. Ahora regresa con Si vuelve el invierno, una historia que reinterpreta el mito de Hades y Perséfone y que esconde un claro mensaje sobre la importancia de la salud mental: "A mí siempre me había llamado mucho este mito. Siempre ha tenido cierto encanto y tenía elementos que me gustaban mucho, como por ejemplo el personaje de Hades, que habitualmente sale retratado como el Dios de los Muertos", explica a PlayzTrends. "Cuanto más investigas en la mitología más te das cuenta de que era un dios muy neutral. Él solo estaba viendo y organizando, no era la muerte, sino que acompañaba a los muertos en su camino. Se me ocurrió entonces que podía jugar con esos dos elementos, pero a la vez reinterpretarlos y contarlo a mi manera. Por eso siempre me gusta decir que esta obra es una reinterpretación del mito".

¿Cómo se plantea su carrera literaria a corto y medio plazo? ¿Cree que hay suficientes referentes femeninos en la literatura? ¿Es importante visibilizar problemas de salud mental en los libros? Hablamos con la autora para cononocer todo lo que se esconde tras su último proyecto profesional.

Si vuelve el invierno está basada en el mito de Hades y Perséfone. ¿Por qué decidiste elaborar tu novela en base a este relato?

Beatriz: Empecé a hacerme preguntas del tipo "¿qué pasaría si nuestra Perséfone fuera una humana más donde el hecho de controlar la primavera fuera una especie de maldición"?". El tema del dolor crónico aparece en el libro precisamente porque en mi casa está muy presente. Mi hermana padece una enfermedad crónica autoinmune: el lupus. Padece dolor crónico, así que como ella ilustró la novela me pareció una especie de homenaje. Hilado con esto que te cuento, me planteé abordar la inmensa soledad de la que no se habla tanto en los mitos, porque a todos los dioses se les coloca en tronos y se les presenta como alguien maligno, como el caso de Hades. Además quise ver qué ocurría al retratar a una Perséfone que no estuviera sola, sino que además tuviera a su lado a una hermana que ve como se marchita y que no puede hacer nada por ayudarla.

"Siempre he tratado temas sociales y de salud mental en mis libros"

Además de escritora, eres psicóloga. ¿Te ha ayudado a construir el relato?

Beatriz: Cuando me hacen esta pregunta siempre digo que no sé qué llegó primero. Empecé a estudiar Psicología porque tenía mucha curiosidad por el mundo y por las personas. Sentía mucha empatía y sensibilidad, así que mis historias desde siempre han tenido el punto de preocuparme por la psicología de los personajes e intentar que fueran un lugar donde escapar y encontrarnos o vernos reflejados. Tengo otras novelas publicadas donde este tema es muchísimo más central en ella, porque trata directamente sobre temas de salud mental y temas sociales. Si vuelve el invierno, al ser una novela de fantasía, el hecho de ser psicóloga ha hecho que vea el mundo de una manera y con unos ojos distintos. A mí me sale de forma intuitiva intentar ahondar sobre la vida más allá del papel de cada uno de los personajes. En este libro se ve mucho que intento humanizar la figura del Dios de los Muertos porque si lo piensas, es alguien que está siempre solo y al que todo el mundo le teme. Ponerle ese punto humano evidenciando la inmensa soledad que produce me pareció muy interesante.

También pones de manifiesto la muerte con Haran, el Dios de la Muerte. ¿Crees que es un tema que cada vez se traslada al papel con mayor naturalidad?

Beatriz: Sí. De hecho me llama la atención, porque el tema de la muerte es algo que yo conforme he ido creciendo me ha dado mucho miedo. Es algo desconocido y de lo que nunca tendremos la respuesta. Una de las formas que sirve para trabajar esto, porque hay gente que lo pasa realmente mal con el tema de la pérdida, es precisamente inventarnos fábulas así. Es algo que llevamos haciendo desde el inicio de los siglos: nos inventamos cuentos que van más allá de lo oscuro y que pueden aliviar un poco. Al menos yo noto que el tema de la muerte es algo que trato mucho en mis novelas, de manera literal o no tanto, y en este libro le pongo el toque fantasioso porque quería emplearlo como un bálsamo de paz de pausa. Quería mostrar que quizás sí que existía ese lugar tranquilo al que acudir.

Haces bastantes guiños a la importancia de la salud mental. ¿Crees que vivimos en una sociedad que cada vez la tiene más en cuenta?

Beatriz: Yo quiero pensar que sí. Lo noto mucho en el sentido de que como te digo, mis novelas tienen este tema como elemento protagonista. De hecho tengo un libro que habla claramente sobre la salud mental, y me di cuenta de lo mucho que ayudaba verte reflejado en una historia. La salud mental ha sido durante mucho tiempo un tabú. Conocíamos de oídas lo que suponía padecer depresión, ansiedad, tener un trastorno alimentario... pero realmente no sabíamos el sufrimiento que conllevaba hasta que lamentablemente toca vivirlo. Las estadísticas están ahí y vivimos en una sociedad en la que este problema es cada vez mayor y al que debemos dedicarle más recursos. Una manera de luchar y de acercar a la gente la importancia del autocuidado y atreverse a pedir ayuda es a través de la escritura. A través de ella podía trasladar todos estos mensajes y volcar todo lo que había aprendido para cuidarme, hablarme y entenderme mejor para ayudar mejor a otros pacientes. Entonces creo que la psicología y la escritura van muy de la mano por esto. Los libros sin duda están siendo muy importantes para lanzar estos mensajes, sobre todo a la gente más joven que va en busca de una historia de fantasía y de pronto se encuentra con una enseñanza sobre no estar solos, momentos de reflexión, etc. Para mí es algo que ha ido muy hilado.

"No se nos enseña a conocernos ni a entendernos"

De hecho, Pheyre, que es una de las protagonistas, evidencia que el mayor demonio contra el que tiene que luchar día a día está dentro de ella. ¿Puede ser el claro reflejo de la realidad en la que estamos?

Beatriz: Sería una manera muy extrema de decirlo, ¿no? Pero más que demonios internos, creo que hay mucha oscuridad. No se nos enseña a conocernos ni a entendernos. La gente va por su vida sin pararse en ningún momento a pensar, a escucharte o convivir con tus emociones. Se nos ha enseñado a no poder estar tristes o enfadados porque son emociones negativas. La felicidad tienes que buscarla en cosas externas, en comprar cosas, mensajes así nos los están lanzando continuamente. Si no te paras a poner en orden tus valores y saber lo que va a salir de tu vida, mucha gente sigue ciega con esa oscuridad dentro. Simplemente siguen lo que les llevan diciendo toda la vida.

¿Qué similitudes encuentras entre la psicología y la escritura?

Beatriz: El pequeño hilo en común que creo que tienen es que para mí, la escritura y la psicología han sido los dos una guía para entenderme mejor. Al final, las dos son historias. Obviamente, en la literatura son historias que cuentas sobre unos personajes que tienen que resolver problemas y conflictos para salir más fuertes de la situación. La psicología muchas veces tiene que ver sobre la historia que te estás contando a ti mismo sobre tu vida, tu pasado, tu futuro y tu presente. Esto es simplificarlo mucho, pero para mí, que me dedico a la psicología clínica y al estudio del bienestar humano, me doy cuenta muchas veces de que la forma en la que te ves y la historia que te cuentas es muy importante. Con la literatura es un poco lo mismo, además siempre se ha visto que escribir sobre una página en blanco es hasta terapéutico. Al final la creatividad es algo que se ha visto muy ligada con la salud mental en el sentido de que es algo muy positivo para el ser humano.

Tienes varias novelas a tus espaldas y la primera la escribiste con 19 años. ¿Quiénes eran tus referentes por aquel entonces?

Beatriz: Siempre he sido una ávida lectora, pero creo que como a la gran mayoría de mi generación, alguien que me marcó mucho fue Laura Gallego. Cuando iba al colegio, da la casualidad de que como las dos somos valencianas ella era antigua alumna. Yo siempre la tuve como referente, y de hecho la primera novela que empecé a escribir era un Memorias de Idhún 4. A medida que fui creciendo iba leyendo literatura nacional, como Victoria Álvarez por ejemplo. Sinceramente, siempre he estado muy unida a la literatura y a los 14 años ya tenía mi primera novela terminada, aunque la primera la publiqué con 19.

"A mi "yo" del pasado le diría que estoy muy orgullosa de ella"

¿Crees que cada vez hay más referentes femeninos dentro de la literatura?

Beatriz: Muchísimo. No sé cómo se verá desde fuera, porque ahora que estoy dentro veo cómo entre todas mis compañeras nos apoyamos y hemos creado una comunidad preciosa. Cuando era pequeña ya te digo, Laura Gallego era la única escritora a la que le ponías cara. Ahora con las redes sociales se han generado unas voces muy importantes. La gran mayoría somos mujeres jóvenes y quiero pensar que como ha sido siempre un duro camino que recorrer, el hecho de que nos hayamos unido entre todas es genial. Me parece algo muy bonito y que me hubiera gustado conocer cuando era más pequeña, pero me alegro mucho de que ahora haya lectores con esas edades que puedan poner cara a cada escritora con la que se encuentran, ir a vernos a las firmas... todo. Además ayuda mucho a que tengan más vida que lo que cuentan sus historias. No solo es ponerles cara, sino saber por qué escribieron esa novela, quién era importante para ellas, qué necesitabas que el mundo supiera... El hecho de que yo publicara con 19 años ayuda a muchas chicas, porque yo lo he visto cuando he dado charlas. Me encontraba con niñas que decían "vale, lo que estoy escribiendo tiene valor". Era algo que me animaba a escribirla y disfrutar el proceso, porque me daba cuenta de que podía ser leída para alguien. Hoy en día, a los jóvenes se nos infravalora muchísimo y el poder que tienen las palabras, la compañía que pueden hacer y el mensaje que puede llegarle a una persona es un regalo único. El poder transmitir a los lectores que detrás de la historia hay otra historia me parece muy importante.

¿Cuál es tu autor o autora favorita en la actualidad?

Beatriz: Te diría que Victoria Álvarez. Es una de esas compañeras de las que te hablaba. Yo la admiraba muchísimo cuando tenía 14 años y ahora es una de mis mejores amigas. La admiraba mucho y ahora la admiro aúm más.

¿Qué género literario te gustaría tocar y aún no te has atrevido?

Beatriz: No hay nada que no me haya atrevido porque lo que más me gusta lo he tocado ya. Me encanta la fantasía, el realismo mágico y la histórica, aunque a lo mejor no la he tocado tanto por todo el trabajo de documentación que conlleva. Si que la he tocado pero quizás años más cercanos, como 1950. Me encantaría irme a épocas más antiguas, pero requiere una documentación que quizás es lo que me queda todavía por probar.

¿Qué consejo le darías a tu “yo” adolescente que estaba empezando a escribir?

Beatriz: Primero le diría que estoy muy orgullosa de ella por seguir escribiendo a pesar de lo oscuro que pueda parecer todo. El tema de la escritura no es algo que fuera increíble, pero le daría las gracias por no haberse rendido y por enamorarse de las historias, creer en su propia voz y de no tener miedo al hablar de las cosas que le importaban. Como anécdota, en la última novela que estoy escribiendo tenía que poner los agradecimientos y pensaba "si ya le he dado las gracias a todo el mundo". Pero me dí cuenta de que faltaba una, y era yo.