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ICONOS PLAYZ

Duki: "Falta una eternidad de mí todavía"

  • Entrevistamos a Duki en ICONOS PLAYZ: "Siempre me vi llegando hasta aquí, lo juro"
  • "De mi vida anterior echo de menos poder sorprender, ahora la gente siempre espera algo de mí"

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Entrevista a Duki en Iconos Playz: "La presión la sentimos todo el tiempo"

Mauro Ezequiel Lombardo, más conocido como Duki, tan solo tiene 25 años y es todo un icono de nuestro tiempo. Un ídolo para millones de jóvenes en todo el mundo que empezó en las batallas del parque y dio el salto a la música para convertirse en uno de los pioneros del movimiento del trap en Argentina. El rockstar se sincera en esta entrevista de ICONOS PLAYZ para hablarnos de cómo es ser una estrella internacional a tan corta edad, cómo es lidiar con la presión, qué echa de menos de su vida anterior, su familia, sus tatuajes... en definitiva, descubrimos todo lo que rodea al Duko, uno de nuestros iconos favoritos del Siglo XXI.

"Siempre me vi llegando hasta aquí, lo juro"

Duki es el rockstar de Argentina por excelencia, pues sus millones de seguidores y sus himnos como "She Don't Give a FO" o "Goteo" lo avalan como tal. Le preguntamos al rapero si se veía llegando a la cima de la industria, lugar en el que se encuentra desde que en 2016 se coronó como uno de los pioneros del género en Argentina tras ganar las batallas de El Quinto Escalón, referencia del freestyle underground en el país: "Sí, me veía llegando hasta aquí, sí, lo juro, un poco antes del Quinto, cuando empecé a armar el plan de hacer una canción, ganar el Quinto, me iba a pegar... como que ya proyectaba todo", se sincera el argentino.

"Si no hubiera estado en el Quinto y todo yo pienso que igual viviría de la música porque en algún momento esto iba a pasar, yo sabía que iba a haber una ruptura musical", explica. Y es que una de las cosas que destaca Duki sobre esa "ruptura" y es la "hermandad" que tienen entre sí los artistas de su país, hombres y mujeres, cualidad que señala como el motor del éxito de la nueva ola argentina en el mundo. "El mundo sabe que siempre tuvimos buenos músicos", concluye.

Le preguntamos a Duki cómo es ser una estrella internacional a tan corta edad y si siente la responsabilidad de ser un ídolo para millones de jóvenes del planeta: "La presión está siempre y la sentimos todo el tiempo", reflexiona. "Lo que pasa que uno también entiende que a veces tenés que sobrellevarlo y aprender, y la relación que tiene uno con el público uno la tiene que cuidar, entonces se trata de guardar esos problemas personales para uno", añade. "Yo por ejemplo hago mucha catarsis en las canciones y ahí es donde vos te enterás que yo tengo presión y toda esa vaina, pero obvio que sí, como todo en la vida. Una persona que trabaja de lo que sea también tiene presión y somos humanos... a veces tal vez por la exposición que tenemos y la velocidad con la que pasan cosas en nuestras vidas pues hay altibajos que son más fuertes, pero todo ser humano vivimos bajo presión", confirma.

"Día a día te vas dando cuenta y ves no tiene una respuesta clara ser una estrella. Hay cabrones que son engreídos y se crecen, hay cabrones que se vuelven introvertidos, hay cabrones que están emparanoiados y no pueden salir a la calle tranquilos... yo solo vivo segundo a segundo y bueno, así estoy, chillin", dice respecto a lidiar con la fama.

"Falta una eternidad de Duki todavía"

Uno de los momentos más críticos de la carrera del Duko es cuando, en pleno 2019 y casi nada más estrenar su álbum, Súper Sangre Joven, el argentino comunicó por redes sociales una posible retirada musical: "Me cansé de toda esta mierda, quiero volver a disfrutar de lo que hago sin tener que soportar el odio o crítica de nadie. Solo voy a finalizar los proyectos que tengo que terminar", escribía Duki en su cuenta oficial de Twitter.

En la entrevista, recordamos ese momento decisivo para él y el rapero se sincera al respecto: "hacer música es lo que más me divierte, es mi pasión y es lo que me da la vida. Ahí lo estaba haciendo y no lo estaba disfrutando... y todo eso desembarcó en que no podía hacer ni un tema tranquilo ni disfrutarlo... y nada, fue lo peor", recuerda. "Fue justo un momento donde todo se fue... iba a decir al carajo (risas)". Sin embargo, podemos estar tranquilos, pues como confirma él mismo, solo fue un altibajo del que logró salir y lo más importante: "falta una eternidad de Duki todavía".

Duki señala a su familia como un apoyo principal en su vida y en su carrera profesional: "Mi familia siempre me apoyó, a veces más, a veces menos... pero siempre me inculcaron buenos valores y que si tenía un sueño lo siguiera", se sincera. "Yo de chiquito era muy vago pero todos decían que tenía potencial y que era inteligente, y mi vieja siempre me decía: no importa que hagas algo bien, sin voluntad no vas a llegar a ningún lado, y eso es clave; la constancia es clave", continúa. "Con esfuerzo, con hambre, con dedicación, con voluntad y con pasión también... la pasión es clave, por supuesto. Puedes llegar a donde quieras o hacer lo que quieras ... parece el típico mensaje, pero no, si quieres llegar a la NASA pues esforzáte y llegarás", señala Duki como ejemplo, que termina señalando esos valores de sus padres como "su mejor manera de apoyarle".

Aparte de su música, que recorre ya el mundo entero, como su último y exitoso álbum, Desde el fin del mundo, Duki se caracteriza por su original estética. En Playz queríamos que nos contase cómo fue el momento de llegar a casa con la cara tatuada: "Llegar a mi casa con la cara tatuada fue básicamente que mi madre lloró 15 minutos diciendo: por qué me hiciste esto, tenés la cara tan linda que te la arruinaste", recuerda él. Además, afirma nunca haberse arrepentido sobre la decisión que tomó: "es que yo ya lo tenía decidido, sabía que lo quería hacer, solo estaba esperando el momento. "De hecho, me despierto y flipo, digo: cabrón, tenía que haber nacido así, cómo no se dieron cuenta que tenía que nacer así", concluye convencido el argentino.

"Sigo siendo el mismo de siempre"

Pero no todo iba a ser de color de rosas, pues la vida de un rockstar tiene también sus dificultades. Le pedimos a Duki que enumere esa cosa que echa de menos de su anterior vida, fuera del Olimpo de la música: "De mi vida anterior echo de menos ... a ver, no soy una persona muy introvertida, como que estoy chillin, y antes tenía la oportunidad de sorprender, como que de repente ser uno más del montón y llamar la atención por algo", declara. "Ahora como que ya soy Duki, la gente ya te mira y ya te tiene idealizado y te perdés la oportunidad de sorprender que es lo más lindo que hay... me gustaba estar en el rincón a oscuras, que nadie sepa nada y de repente, ¡pam! tirar un poder y que queden todos flipando... eso era muy lindo. Ahora esperan algo de mí o piensan que soy de alguna manera", termina.

Lo cierto es que a pesar del éxito, la repercusión mediática, el convertirse en tendencia en varios países del mundo y el ser una de las caras más conocidas del género, Mauro, que así se llama en realidad, dice llevar una vida como otra cualquiera. "Mauro en su día a día es un cabrón normal. Me despierto, el desayuno... no sé, algún día ensayo, no sé, es una vida normal", se sincera. "Realmente soy demasiado normal", recalca Duki con toda la seguridad del mundo, pues como bien afirma él mismo antes de despedirse en la entrevista, sigue siendo "el mismo de siempre".