Kikillo y sus '50 consejos para independizarse y no morir en el intento': "Las nuevas generaciones cada vez se vinculan menos a lo material"
- El youtuber cuenta sus vivencias tras salir de su Almería natal y trasladarse a Madrid
- "Recomiendo totalmente la experiencia de compartir piso"
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Francisco García, aka Kikillo en redes sociales, abandonó su Almería natal hace ocho años para emprender una de las mayores aventuras de su juventud: independizarse. ¿Imaginas mudarte de ciudad y que la primera cena que hagas sea un bol de palomitas? ¿Cómo subsistirías con 600 euros al mes? ¿Cómo cambiar de piso sin perder años de vida por el camino? El youtuber y empresario plasma su sentido del humor en 50 consejos para independizarse y no morir en el intento. ¿Necesitas más señas para descubrir por qué es el libro que no sabías que querías, pero necesitabas?
¿Cómo surgió este proyecto?
Kikillo: Era una idea que yo tenía desde hace tiempo. Cuando yo me fui a vivir a Madrid, mi madre siempre estaba detrás dándome consejos. Al final dije: ¿si de todos los consejos que me dio mi madre junto a la experiencia que yo viví hiciese un libro? Creo que podría ayudar a mucha gente. Así que surgió un poco de ahí. Era una idea que yo tenía pero que no terminaba de bajar a la tierra.
"Lo emocionante es crearlo todo desde cero"
Empiezas el libro diciendo que estamos acostumbrados a llevarnos de todo cuando nos independizamos. ¿Crees que es la norma no escrita entre los jóvenes?
Kikillo: Totalmente. Yo tenía amigos que se querían llevar su estantería entera, con todos sus libros, para su nueva habitación. Yo pensaba "¿pero qué sentido tiene esto? ¡Si son libros que ni siquiera te vas a leer!". Pero sí, tendemos a intentar llevarnos parte del sitio anterior cuando nos mudamos. Aunque aquí lo emocionante creo que es crearlo todo desde cero. Las nuevas generaciones cada vez se vinculan menos a lo material porque son más de alquiler, de prepago y de servicios de suscripción.
¿Cómo te imaginabas tu primer día de independencia y cómo fue en realidad?
Kikillo: Te tengo que decir que mis dos primeras veces en Madrid fueron un cuadro total. La primera, yo venía de Almería e iba buscando la parada de metro de Argüelles. Con los nervios no la veía y cuando lo hice, leí "Argueles". En el metro, que no sabía ni cogerlo, empecé a preguntar a la gente: "oye perdona, ¿cómo se va a Arguelés?". Todo esto yo recién salido de Almería y con mi acento súper marcado. La gente no sabía de lo que le hablaba porque estaba perdido y sin saber dónde iba. Luego descubrí que era Argüelles.
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Kikillo: Luego también cuando conocí a mis primeros compañeros de piso, que eran canarios. Cuando llegué me dijeron de cenar una rosca con ellos. Para mí eso es la típica rosca de pan con jamón y queso. Pues en Canarias significa palomitas. De esto no tenía ni idea y claro, cuando llegué a Madrid con todo el hambre después de un viaje de siete horas dije vale, no puede ser real esta situación. Y por no quedar de pedante pues te callas, coges palomitas y piensas en el desayuno del día siguiente. Al final estaba con una mentalidad tan positiva que me dio hasta igual. El hecho de la mentalidad es lo importante de todo, porque no va a salir todo como te esperas.
“La primera vez que llegué a Madrid subsistía con 600 euros al mes”. ¿Cómo se consigue eso?
Kikillo: Yo a día de hoy lo pienso y no entiendo cómo me apañé. La primera semana se llevaba muy bien porque era como "puedo ir al Montaditos, al Burger King...". Te sentías poderoso con dinero en la cuenta, pero ya las últimas semanas estabas a base de arroz y pasta. Nunca me ha gustado pedir dinero a mis padres porque sé que hacían un esfuerzo por que yo estuviese aquí. Si me organizaba mal pues decía mira Kiko, te jodes y si tienes que comer arroz con tomate lo haces. Así que tiraba con lo que tenía, como mucha gente por desgracia a día de hoy.
¿Cuáles crees que son los factores que nos llevan a decidirnos por uno u otro piso?
Kikillo: Al final aquí depende mucho de lo que valore cada persona. Yo por ejemplo valoraba mucho el hecho de tener luz solar, porque en Almería estaba muy acostumbrado a ella. Luego depende de la gente que sea, pero el mundo baño/cocina también es importante. Yo también le doy relevancia a que el piso sea céntrico, pero igual hay gente que prefiere vivir a las afueras y tener una terracita. Esto es algo complicado, y más tal y como está ahora la situación. Tú muchas veces estás buscando piso y los ves feos, pero hay que tener esa perspectiva de hacer tuyo el espacio, que es lo fundamental.
"Solucionaba no llegar a fin de mes comendo pasta y arroz"
¿Crees que hay barrios que se aprovechan de los jóvenes inflando los precios?
Kikillo: Por desgracia es así. Madrid y Barcelona por ejemplo son ciudades grandes donde hay menos oferta que demanda. Yo como consejo siempre diré que es importante no centrarse solo en una única página, sino tener la perspectiva de ver varias. Luego también el hecho de intentar conocer a alguien que deje su piso, porque ahí es donde encontramos los mejores chollos.
¿Algún truco para gestionar el dinero?
Kikillo: Te tengo que decir que a mi este tema no se me ha dado nunca muy bien (ríe). En mi familia siempre hemos sido muy de "si tenemos un poco, nos vamos de viaje o nos lo gastamos en alguna experiencia, que para eso está". Al final eso es vivir, pero es cierto que luego tienes que tener tu mini colchón. En esa época para mí no era ni colchón siquiera, era una esterilla tirada en el suelo. Pero eso de no llegar a final de mes al final lo solucionaba comiendo arroz y pasta. Como consejo yo diría que, quitando todos gastos fijos como el alquiler, luz, agua y demás, lo dividieras por semanas para no llegar a fin de mes sin nada. A mí me cuesta mucho, te lo tengo que decir.
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¿Recomiendas compartir piso?
Kikillo: Yo lo recomiendo totalmente, y más para los primeros años. Al final se transforman en tu familia, es la gente que te da el apoyo y que te pregunta qué tal el día. Sí que es cierto que hay gente rana, y aquí mi consejo es que si tienes algún compañero así detéctalo pronto, cámbiate o habla con él. Si tú ves que de primeras es una persona con la que no encajas y dejas pasar el tiempo, al final la pelota cada vez se va haciendo más grande. Hay que buscar un punto en común y empatizar de alguna manera. Incluso con amigos tuyos de toda la vida puede pasar eso de empezar a convivir y no encajar de ninguna manera. Yo recomendaría totalmente el hecho de compartir, porque te llevas gente muy guay que termina siendo para toda la vida.
¿Crees que hay veces que se confunde la convivencia con la amistad?
Kikillo: Sí que pasa. Hay compañeros de piso que se convierten en tus amigos, pero otros que no pasan esa barrera y de la que no puedes esperar una amistad como tal. También es cosa de la convivencia, porque hay que buscar el equilibrio. Pero no porque sea tu compañero de piso significa que vaya a convertirse en su amigo.
¿Qué es lo más raro que te ha pasado compartiendo piso?
Kikillo: Tengo una anécdota positiva y otras dos negativas que con los años se han convertido en la risa. Yo tuve un compañero de piso que se lio tanto una vez que apareció la Policía en mi casa y mi compañera Judi, que no se entera de nada, no se dio ni cuenta de lo que estaba pasando. También recuerdo una vez que me encontré a Judi durmiendo en el váter. Todo este tipo de cosas son muy buenos recuerdos.
¿Tú qué tipo de compañero de piso eres?
Kikillo: Te tengo que decir que era un poco desordenado. Pero igual el piso podía estar medio desordenado una semana y, de repente, se levantaban un día y el piso estaba impoluto porque por la noche me había dado por limpiarlo de arriba a abajo. Llevo un poco esa radicalidad a la hora de la limpieza.
"Intentar entender a la otra persona siempre es fundamental"
Vayamos al tema de los caseros. ¿Crees que cada vez existe mayor "temor" hacia su figura?
Kikillo: Es una cosa que toco en el libro, sobre todo a la hora de afrontar el tema de la firma de contrato. Todavía hay mucha cosa en negro, y cuando es así no estás respaldado. De repente llega el día de mañana y te pueden echar sin decirte nada. Yo creo que cada vez la cosa está más normalizada. Antes la ley no amparaba tanto esto temas y era más locura, pero ahora es todo más razonable.
Mencionas el caso de Elena Cañizares. ¿Qué le dirías a todos aquellos compañeros de piso que pretenden echarte de él por una injusticia?
Kikillo: Siempre lo defenderé, pero lo hago tanto en el mundo compañeros de piso como para la vida en general: no hay nada como sentarse a hablar e intentar empatizar con la otra persona. Es importante conocer la situación del otro, porque igual ha tenido un mal día, te ha dado una mala contestación por ello y eso hace que te termine afectando. Lo importante es hablarlo. El hecho de intentar entender a la otra persona es fundamental, y siempre siempre hablar las cosas. En una convivencia es importantísimo.
¿Y a todos esos chavales que estudian y se independizan a la vez?
Kikillo: Que tengan paciencia a la hora de adaptarse, porque no todo es rápido. Que entiendan que estar en una situación que genere ansiedad es algo temporal y un periodo de tiempo pasajero. Y que dentro de lo que cabe, quitando toda esta parte que te puede gustar menos, que disfruten de la experiencia y descubran la ciudad. Que si se tienen que sentar solos en un bar a tomarse algo que lo hagan, que así también se conoce a gente.
¿Qué le dirías a tu “yo” de hace cinco años?
Kikillo: Le diría que siguiera haciendo las cosas como cree, que le va a ir bien o por lo menos va a ser feliz, que es lo importante.
¿Y a tu “yo” de dentro de diez?
Kikillo: Que siga llamando a sus amigos y a la gente que le importa, que no se olvide de ellos. Muchas veces tendemos a escribirles poco, así que que se acuerde de ellos.