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ENTREVISTA

Descubre a Lil Russia, la "obrera" del rap: "También hay clase trabajadora en la música"

  • La rapera underground catalana que se atreve con letras directas, combativas y feministas.
  • El 14 de octubre sale su nuevo EP: Ekklesia

Por
Lil Russia
Lil Russia

Ekklesia es su nuevo EP, que sale a la luz este 14 de octubre. Antes de la vorágine de emociones que siempre trae un lanzamiento, tenemos una charla con Lil Russia que se muestra tal y como es en esta entrevista. "Ya está. Ya el 14 de octubre lo tenemos aquí por fin", exclama Ia artista que en estos momentos irradia alegría y algo de nerviosismo por ver cómo funciona su nuevo trabajo.

Su nombre real es Irina, pero su nombre artístico es Lil Russia. Ella es una rapera del rap underground catalán y junto a JAHZZMVN han iniciado un proyecto musical que ahora mismo les ocupa la mayor parte de su tiempo. El año pasado, en plena pandemia, lanzó su primer EP: Zalamera. Siete canciones con letras afiladas, combativas y feministas, que van del rap más crudo al reguetón o al rap de los noventa. Gracias a este trabajo, este verano ha recorrido varias ciudades del norte de España dando conciertos con su productor Jahzzmvn. Hablamos con ella sobre el EP que está a punto de lanzar y sobre cómo ve la industria en estos momentos.

P: Para este EP te has rodeado de muchos colegas de profesión. ¿Es sencillo conseguir colaborar con otros artistas?

R: Las colabos que tengo en el disco son peña que este último año y medio me he ido encontrando, ya sea en algún bolo o en algún sitio en Barcelona. Entonces, nos hacía gracia ir descubriendo el entorno que hemos desbloqueado a través de la música. Con el Rapsus coincidimos en una presentación de Queralt Lahoz. Hubo conexión y le propusimos hacer un tema. Él no lo dudó. Después le avisamos y se bajó de Zaragoza al estudio (en Barcelona) para acabar de escribir la letra y grabarlo. Al final, echamos el día e hicimos el tema ese mismo día. En este EP las colabos han surgido todas así; de forma muy natural.

P: ¿Cómo ves la escena en estos momentos? ¿Hay sitio para las mujeres o lo seguís teniendo bastante más chungo que ellos?

R: Es cierto que ha mejorado mucho y mejora creo que a cada rato. Es una cosa súper exponencial. En cuanto tú ves a una chica que lo está haciendo, entonces descubres que es posible. Y otras chavalas de 18 años te ven a ti y se suman. Yo en estos últimos años lo he notado mucho. En Barcelona se ve. Vas a eventos de micros libres y ya no eres la única. Pero bueno, aún falta un montón. Ves carteles o programaciones y dices: "¡guau!" O sea que sigue pasando. De diez a lo mejor hay dos. Se sigue viendo que hay una desigualdad tremenda. Y si ya te pones a mirar en la parte más técnica del mundillo: productoras de rap, djs de rap, técnicas de sonido... Ya empieza a flojear más la cosa y no ves ningún referente. Parece que vamos maquillando la front woman, pero luego en el fondo sigue pasando. Hay que seguir luchando y metiendo caña para que los programadores programen a más mujeres y que lo fuercen un poco, para que luego sea todo más natural.

P: ¿Qué referentes mujeres has tenido tú en el rap español?

R: Arianna Puello, La Mala Rodríguez, Gata Cattana y poco más dentro del rap en español. No hay tanta cosa para fijarte. La Gata marcó un hito porque como murió a todas nos toca mucho y hicimos de ella un mito. Pero sí, ya estoy cansada de ver a raperos.

P: ¿Alguna vez has recibido comentarios haters o fuera de lugar por ser mujer?

R: Hay un poco de todo. Chavales que dicen hay que tener mucho cuidado con este tema, que incluso ves en ellos unos comportamientos un poco extraños... Muchos no saben cómo comportarse delante de una piba o de una chica rapera. Y luego está el otro extremo. Pero creo que es gente que usa las redes para el odio. Y que tú dices: "¿en serio has perdido el tiempo en escribir esta mierda? Ve a escuchar al rapero que te mola." Claro que siempre va a haber cosas que no te gustan, pero hay tantas que sí, que no hace falta echar por tierra lo que a ti no te cunda del todo. Da la sensación de que si lo tuyo no está perfecto es porque eres piba y claro no está perfecto, cuando nos hemos comido a mil raperos y músicos de mierda. Entonces, habrá de todo: pibas que lo hagan muy bien y tías del montón. No hace falta que las pocas que haya sean las mejores. Tiene que haber las mejores y las del montón, como los hay en ellos también.

P: Lanzaste Zalamera, tu primer EP, en plena crisis pandémica. Has sido muy valiente, ¿no?

R: Zalamera nos pilló que lo teníamos hecho justo antes de que se iniciara la pandemia y era como que teníamos el plan de sacarlo en primavera, pero claro vino el Covid y fue como: "a lo mejor no lo sacamos..." Pero no sabíamos lo que iba a durar todo esto. Entonces dijimos: "pues mira nos lo sacamos de encima y aprovechamos este tiempo de pandemia para ir componiendo cosas." Para hacer según que cosas, que la vida estuviera un poco más tranqui, ni tan mal. A la hora de hacer gira y directos, pues es un poco más chungo.

P: A pesar de la pandemia, has hecho muchos bolos. ¿Qué tal ha ido?

R: Al final nosotros no nos podemos quejar porque hemos seguido tocando. Es verdad que el resumen que te queda al final de todo es como: "bien, pero mmmm." Y ese mmm, es que te falta el feed back de la gente bien, ahí de pie y que se sienta como algo más directo y corporal. Entonces, te sientes súper agradecida porque estas tocado, y al final hay mucha gente también que no puede, pero claro tienes a la gente sentada y no mola. Yo cuando estoy rapeando tengo una expresión corporal muy agresiva y no puedo ver a gente sentada delante de mí, porque solo el hecho de la posición esa un poco de poder, al verme de pie y ellos sentados, es muy extraña.

P: Bueno ahora poco a poco parece que se vuelve a la normalidad, al menos en Madrid...

R: En Madrid, porque en Barna ha estado todo bastante más controlado. Ahora fue La Merced y ha habido crítica porque se han visto imágenes de gente de fiesta, y es como; bueno, dejadnos ya. He estado hace poco en Madrid y fue como ir a un parque de atracciones. Todo mucho más relajado con el tema Covid.

P: ¿Qué opinas de esta tendencia de echarle la culpa a los jóvenes de todo?

R: El otro día hablé justo de este tema con un periodista de unos 50 y pico años que me decía: "es que los jóvenes ahora lo dejan todo sucio... En mi época también bebíamos, pero no hacíamos esto..." A mí me estaba chirriando todo y digo: 'bueno, a ver, a lo mejor tienes que pensar en el contexto de esos jóvenes.' Lo mismo tú, a su edad, podías ir a un bar toda la tarde y toda la noche con tus colegas a emborracharos porque teníais ese poder adquisitivo. Pero es que ahora mismo muchos jóvenes tienen el dinero muy contado. Tienen el dinero justo para que su ocio sea la botella de ron. Ahora, además, se ha separado un montón el ocio de la cultura... Son muchas cosas. Entonces le pides a los jóvenes unas cosas, pero luego tú que tienes 50 tacos y tu casa, la llenas de 20 personas porque es tu casa y puedes hacer la fiesta ahí porque nadie te ve, pero estás haciendo exactamente lo mismo. A lo mejor aquí fue más escandalosa la imagen tan multitudinaria de Plaza España, porque era una cosa que a lo mejor no sucedía en las fiestas de La Merced en ese sitio. Pero bueno, yo creo que es porque en el centro no había nada más que hacer. Entonces, claro, ¿qué hacen? Pues a Plaza España todos porque no hay más ocio.

P: Te defines como “obrera de la música”. ¿Cuál es tu lucha?

R: Es que al final nosotros comemos mucha mierda. La industria va funcionando porque es un poco como la sociedad. Es decir, hay mucha gente arriba que ha conseguido ciertas cosas, cierta visibilidad y cierto dinero, que está muy guay, pero después hay un escalafón muy grande abajo de un montón de grupos y artistas que sobreviven ahí peleando cachés, ahí con las migajillas. Para mí eso es un reflejo de la sociedad. Porque se ve que que también hay clase trabajadora en la música. Y aquí podemos incluir a técnicos y a mogollón de gente que trabaja en condiciones muy precarias.

P: El otro día hablamos con Sharif y nos dijo que le daba miedo cómo el capitalismo se estaba engullendo al rap y que le preocupaba que los chavales se acercan ahora al rap esperando conseguir algo a cambio. ¿Piensas lo mismo?

R: Puede pasar, claro que sí. Es como todo el tema de youtubers, Twitch... Hay mucha gente para la que su motor de vida no es exactamente algo, sino hacer dinero. Entonces, usa todos los medios para acabar montado en el dólar. Ahora pueden ver que es el rap, la música urbana, otros twitch, otros las criptomonedas... Y se lo creen e intentan hacerse rico con esto. Es como el american dream: ve por aquí, que así vas a conseguir ser rico. Con la llegada del mainstream, los chavales ven a C.Tangana, Rosalía o Nathy Peluso que lo han conseguido y dicen: "pues yo también lo puedo conseguir." Y pasa, pero también sigue habiendo un grueso de gente que hace música simplemente porque le sale. Cuando estás sin nada y haces música, al final la haces porque la necesitas.

P: ¿Quizás ocurre ahora más por la situación de precariedad que se ha instaurado?

R: Tampoco nos enseñan referentes de otras profesiones que les vaya muy bien. Al final los chavales son un reflejo de lo que les enseñan los medios. Si les ponen eso como ejemplo de éxito y dinero, ellos van para allá. Es lo mismo que Only Fans y todo eso. Si lo analizas e investigas un poco, son gente con falta de recursos que si tuvieran quizá otro contexto alrededor y otras oportunidades, lo mismo no acababan haciendo eso. O si entendieran otras cosas, porque a lo mejor se piensan que cuando tengan un millón van a ser súper felices y lo mismo no.

P: ¿Tú te desvinculas un poco de ese rap comercial y sigues la línea del rap de la calle, el que trasciende?

R: Me mola eso porque sí que lo siento muy mío. El rollo de rap comercial o no, también viene de para qué haces la música, más que los sonidos. Hay sonidos del rap más mainstream que me molan mucho. No me quiero desvincular de las cosas, de la actualidad y todo eso. Y luego, intento que no sea todo pensándolo en el dinero, ni en escalar. Hay mucha gente que va a hacer música siempre, de una forma o de otra, porque le gusta. Yo sé que tengo el piano en casa y puedo tirar de él si algún día dejo de hacer conciertos. Pero hay otra gente que no, que es como un medio para conseguir el dinero. Eso es lo que hay que plantearse.

P: ¿Te veremos pronto por Madrid?

R: Pues ahora mismo no tenemos nada y tengo un montón de ganas de ir. Tengo a medias un proyecto con el Trusty, un rapero de Las Bajas Pasiones de Valleca, y ya alguna vez hemos bajado a grabar juntos. Hemos grabado un vídeo, me presentó a sus colegas y hablamos de hacer un bolo pronto. Yo tengo todas las ganas, así que a ver si se da.