¿Por qué deberías estar viendo Maid, la serie de Netflix dura pero necesaria?
- Basada en la historia real de Land, una madre soltera que luchó por mantener la vida de su hija y la suya propia
- Una joya dentro del inmenso catálogo de Netflix que no te puedes perder
Imagina que acabas de cumplir 20 años, tienes una relación a priori perfecta, buenas notas, vives en la America profunda, pero has conseguido una beca para estudiar Arte y Literatura en la Universidad. ¿Suena bien, verdad? Pero un día te quedas embarazada y decides tener a tu hija. Tu chico no está de acuerdo con tu decisión y tu mundo se desmorona. Así empieza Maid, la serie de Netflix que deberías ver ya. A continuación, te damos una cuantas razones.
Empiezas a sufrir violencia doméstica por parte de tu pareja, estás atrapada en la pobreza y dentro de un sistema lleno de trabas para personas en tu situación. La ficción narra una historia de lucha y superación a través de su protagonista (Alex), que hará lo imposible por salvarse a sí misma y a su hija de 3 años de este tremendo drama.
Ya se ha situado en el top ten de tendencias de la plataforma y no es para menos, pues Maid es una historia real basada en las memorias de Stephanie Land (Maid: Hard Work, Low Pay, and a Mother's Will to Survive). Su autora logró superar una situación muy similar a la de la protagonista de la serie y escribió un diario contando todo lo que había sucedido.
También es una crítica al fallido sistema americano y una reflexión sobre como la lucha de clases sigue enquistada en la sociedad. La serie no se anda con rodeos, es honesta, directa y hará que te replantees muchas cosas, por ejemplo, el tema de la violencia doméstica. Maid no lo trata desde el maltrato físico, sino que lo analiza de una forma mucho más sutil y profunda. Alex nunca ha sido golpeada fisícamente, pero sobre ella han ejercido todo tipo de abusos psicológicos que le hacen encontrarse perdida en una espiral de odio y otras emociones.
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Un día decide coger sus cosas, a su hija y acabar con esta relación de abuso. A pesar de que se encuentra literalmente en la calle, llegando incluso a dormir en el coche, se muestra fuerte y empoderada, pero el sistema no se lo pone nada fácil. Además, su círculo más cercano se aleja de ella: sus amigos le han dado de lado y creen la versión de él, su madre no le apoya y la relación con su padre es inexistente por una poderosa razón que ya descubrirás.
Sin blanca y si un techo donde cobijarse, Alex decide acudir a una casa refugio para mujeres maltratadas. Allí descubre que hay muchas mujeres en su misma situación y que conseguir cualquier tipo de ayuda económica es una odisea. Por eso se ve obligada a dejar aparcado su sueño de ir a la Universidad y empezar a limpiar casas de ricos para poder sostenerse. Ahí aprende como el dinero no lo compra todo y como las personas que aparentemente lo han tenido mucho más fácil que ella, también esconden entre casas de lujo, vinos caros y caprichos prohibitivos, dramas casi igual de graves.
Por si todo esto no fuese suficiente, Alex deberá luchar porque no le quiten a su hija. Si quiere conseguir su custodia legal, deberá demostrar en un juzgado que ella es la mejor persona para cuidarla. Su protagonista tendrá que buscar oportunidades de donde no las hay, lidiar con las adicciones y las enfermedades mentales de las personas que le rodean, rebelarse contra su familia y su pareja y además enfrentarse a un sistema que no perdona a nadie. ¿Lo conseguirá?