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ENTREVISTA

Sara Curruchich: "Empecé a cantar a raíz de sentirme violentada y vulnerada como mujer indígena"

  • "Como juventud es muy importante que no solo nos involucremos, sino que también cuestionemos lo que vivimos, lo que nombramos en nuestros entornos, a nuestras amistades, a nuestras familias"
  • Hablamos con Sara Curruchich acerca de las desigualdades, la discriminación, la exclusión y el racismo que todavía sigue anclado en nuestras sociedades
  • ¿Cómo podemos enfrentarnos a ello?

Por
Sara Curruchich
Sara Curruchich

Mujer, de Guatemala, indígena, de origen maya kaqchikel, cantautora, joven, activista, todo eso y mucho más es Sara Curruchich Cúmez. Ella es la primera artista indígena guatemalteca en llevar sus canciones en kaqchikel, su idioma materno, y español a nivel internacional.

Tiene las cosas muy claras y un discurso muy bien definido respecto a temas que por desgracia ella misma ha tenido que sufrir en su propia piel. La discriminación y el rechazo por pertenecer al medio rural, por su color de piel o simplemente por el hecho de haber nacido mujer no es algo ajeno para ella. Sara nos habla de la todavía necesaria lucha de los pueblos indígenas, y más concretamente de las mujeres. A través de su música está consiguiendo dejar mensajes muy importantes en todo el mundo. Y es que Sara siente que o luchamos todos en el mismo barco o el fin del racismo y la exclusión no será efectiva nunca. Por eso sus letras invocan dignidad, libertar y justicia existencial.

P: Mujer Indígena, tu segundo álbum, lleno de grandes mujeres: Amparo Sánchez, Lila Downs… ¿Cómo está siendo la acogida de este nuevo disco?

R: Estoy muy feliz y muy honrada de poder hacer este disco que representa un agradecimiento a todas esas mujeres que me han ayudado en la vida y que han inspirado la vida de muchas otras mujeres indígenas en todo el mundo. Mujeres que también se han planteado con sus ideas, sus ambiciones, desde sus territorios y desde sus tradiciones defenderse ante un mundo que a veces busca anular su existencia y sus derechos. Como mujeres indígenas también luchamos en contra de la objetivización y la exclusión que se nos realiza. Pero bueno, estoy muy contenta porque estamos recibiendo una recepción muy hermosa en muchos países y ese es un regalo muy grande. Es muy hermoso sentir que a partir de la música puedes llegar a otros lugares, aunque tú no puedas viajar físicamente.

P: Que tu mensaje haya llegado a tantos países, ¿te ha sorprendido?

R: Sí, de hecho sí. Por lo general son mensajes bastante positivos y eso es bueno porque la música es tan potente y tiene tanta fuerza, que también hace reflexionar a muchas personas. Si estas canciones pueden hacer reflexionar a personas que ni siquiera pertenecen a los pueblos indígenas, y en este caso específico las mujeres, me doy por satisfecha. Nosotras, como mujeres indígenas, por supuesto que vamos a luchar contra un sistema racista y capitalista que nos oprime. Pero, ¿qué pasa con la otra parte? También esa otra gente, que no es indígena, tiene que tener claro que hay que luchar por nuestros derechos y nuestra dignidad en colectividad.

P: ¿Dirías que con el arte estáis acercando la tradición y la vanguardia a la gente más joven?

R: De hecho esa también es una de las apuestas. Creo que es muy importante que podamos ver el origen de que ahora mucha de la juventud o de la niñez está teniendo cierto alejamiento a la identidad y a sus raíces. Hay que ver cuál es la matriz y por qué ha surgido todo esto. El problema más grande ha sido el tema del racismo. Muchas de las personas han sido empujadas a tomar una decisión de desconectarse del pueblo indígena. Constantemente hay una vulneración y una agresión muy grande hacia las personas violentas, a quienes nombran como personas indígenas.. . Hay criminalización, hay persecución y todo está fundamentado en el racismo. Anhelo y deseo que estas canciones puedan hacer de articulación y llamado al abrazo de nuestra identidad y nuestras raíces como pueblos indígenas y tener conciencia de que lo que somos y lo que representamos es algo muy valioso. Es muy importante saber que no somos menos que otras personas.

P: El racismo o el clasismo son problemas tan enquistados que mucha gente dice que es imposible hacerlos desaparecer. ¿Se puede ser rico/a y no perder de vista la conciencia de clase o la lucha feminista?

R: Depende qué es para ti ser rico. Yo pienso que es importante que pueda haber un tope. Tienes que tener un salario digno, el necesario para vivir, pero también debería haber algo que diga: "esto es lo máximo y nadie puede pasar de ahí." Porque de ahí también vienen muchas de las desigualdades. Pienso que si tú tienes esta posibilidad de poder tener una vida digna y condiciones dignas, las que por justicia cada persona merece y necesita, está bien. Si tú tienes esa posibilidad de aportar y apoyar a otras personas o entornos está bien, sin embargo es importante que no nos acomodemos. No solamente decir: tengo el dinero y quiero ayudar, ayudar y ayudar... Porque al final se puede englobar en lo caritativo. Eso quiere decir que siempre va a haber alguien que está arriba y eso no está bien. Son desigualdades que hay que cuestionar. A lo mejor, el que yo tenga una posibilidad económica mucho más grande ha significado violentar los derechos de otra persona, pero que yo pueda tener eso que tengo, entonces ahí estoy siendo parte también de la reproducción de la desigualdad y la violencia hacia otras personas. En conclusión, pienso que es posible siempre y cuando no seamos parte de esta reproducción de la desigualdad, pero eso es tan difícil...

Lo revolucionario que tú haces, es que dentro de un mundo globalizado, tú apuestas por la identidad y las raíces. A menudo cuesta hacer esto… ¿Cuáles son las mayores trabas a las que se enfrentan hoy las mujeres indígenas?

R: En algunos momentos se nos pone en juicio. Es como bueno puedes estar hablando de desigualdades, de racismo... Y te preguntan: ¿por qué vas allá? Creo que es importante luchar por nuestras ideas, nuestras convicciones como un grupo que sabe que tenemos que luchar por estas convicciones, que tenemos que ir a otros lugares en donde la gente sigue viviendo en su burbuja de privilegios. Hay que ir allí, hay que cuestionar y hay que interpelar y hay que llamar a una transformación. Si vivimos en un mundo globalizado, es un sistema capitalista totalmente y por eso es importante estar en todos esos lugares para hacer un cambio significativo.

P: Hablas de que por fin te has despojado del miedo que te impedía hacer muchas cosas. Pero, ¿miedo a qué exactamente?

R: El miedo es un sentimiento o una sensación humana que ha sido utilizada como una táctica de los gobiernos o de los países mismos para poder controlarnos y que tú no puedas hacer ninguna manifestación relacionada con una contrariedad hacia ellos. Por eso luego pasa que decimos: "No me parece bien que el gobierno de mi país esté robando dinero y que luego los hospitales no tengan los recursos para atender a la gente." Nos tienen tanto miedo y hay una represión tan grande, que cuando nos planteamos una situación así nos mandan perseguir, amenazar... Todo esto son formas que han buscado para poder amedrentarnos y paralizarnos. Para que no podamos compartir nuestra palabra, para que no podamos exigir nuestra libertad y nuestra dignidad. El despojarnos del miedo y decir: "Este es mi cuerpo como mujer indígena. Este es mi derecho y el miedo ya no tiene espacio en mi camino, en mi voz..." Pues vamos con todo como derecho y como justicia existencial.

P: La mayoría de tus temas tienen un claro enfoque de género. ¿Alguna vez has sufrido rechazo por esto?

R: El hecho de comenzar a cantar fue una decisión que surge a raíz de haberme enfrentado a muchas situaciones en las que me sentí violentada y vulnerada como mujer indígena. Sentí mucho racismo. Muchos de los temas que hemos nombrado, las situaciones que vivimos en Guatemala, las situaciones que viven los pueblos indígenas nos han convertido en blanco de muchos ataques, de agresiones, de amenazas de muerte, persecuciones... Es muy importante siempre cuidar nuestra integridad y nuestro espíritu, pero si decidimos aferrarnos a la esperanza de que algo puede cambiar, no solo para nosotras, sino también para las otras generaciones que vengan, que estas puedan tener un espacio y un entorno distinto al que nosotras tuvimos, eso es lo más importante. Yo comencé a cantar a raíz de eso. Hay muchas personas que me escriben para mandarme bastantes mensajes agresivos, violentos.. . Por eso no te niego que hubo muchos momentos en los que pensé: ¿qué hago ahora? Porque no quiero ponerme en riesgo a mí y tampoco a mi familia. Es importante que podamos seguir alzando la palabra, la voz. Algo que me ha ayudado mucho a mí es la fuerza de muchas mujeres de mi pueblo y de otras muchas mujeres que ni siquiera conozco físicamente, pero sé que me acompañan. Porque ellas también trabajaron, creyeron en su palabra, creyeron en lo que podían aportar para nosotras. Y por eso es que yo en este momento puedo estar hablando contigo, por todo lo que han hecho antes otras mujeres.

P: El nuestro es un medio con un una audiencia muy joven, ¿crees que ahora los jóvenes ya no tienen este tipo de miedos y que son más libres que nuestra generación?

R: Hay muchos avances y avances muy significativos, a pesar de que nuestros países y nuestros sistemas han favorecido mucho más a los hombres. Ha habido grandes pasos en el tema de la inclusión de las mujeres, pero eso no quiere decir que esté todo bien. Como juventud es muy importante que no solo nos involucremos, sino que también cuestionemos lo que vivimos, lo que nombramos en nuestros entornos, a nuestras amistades, a nuestras familias. Porque todavía no se ha conseguido una igualdad, una inclusión real en el tema de género, por ejemplo. Es muy importante que asumamos, como juventud, nuestra responsabilidad. Así como otras personas trabajaron para que nosotras y nosotros tengamos nuestros derechos, también que podamos hacerlo para las otras generaciones. El derecho de la dignidad misma de la vida tiene que ser garantizado. El ideal es que ya no existiera el racismo, el clasismo, el machismo... Ese ideal es ir en contra del sistema colonial, capitalista, del neoliberal... Absolutamente de todo eso.

P: ¿Es ir en contra incluso de cosas que están muy interiorizadas, no?

R: Por eso tenemos que plantearnos incluso en nuestros espacios cercanos, incluso decirle a nuestros amigos: "Ey, ¡qué estás diciendo esto! ¿Sabes que en este contexto quiere decir esto o quizás tiene una carga peyorativa, racista, discriminadora, clasista?" Ese tipo de cuestionamientos, que a los ojos de otra persona quizás sea algo muy pequeño, en realidad es algo muy significativo.

P: A principios de esta semana salía la siguiente noticia: Una jueza incluye entre los argumentos para retirar la custodia de su bebé a una mujer que viva en “la Galicia profunda”. Una discriminación del medio rural muy directa. ¿Qué piensas de esto?

R: En mi opinión, son ejemplos muy claros de que muchas veces solo se trabajen las situaciones desde lo superficial. Es muy importante que desde los sistemas de justicia pueda haber un cuestionamiento y una transformación real desde las mismas estructuras. Por supuesto que se puede mejorar la vida de un niño o niña si va a estar en un lugar donde hay escuelas o hospitales, pero no va a cambiar si la raíz del problema no cambia. Es muy importante el poderlo profundizar. ¿Por qué en las áreas rurales no hay hospitales, escuelas o lugares de recreación para los niños? ¿Por qué la gente de las áreas rurales son en general quienes viven en condiciones de pobreza más grande? Eso es lo que hay que combatir desde las propias comunidades. Lo que ocurre es que a lo mejor no quieren un cambio y lo hacen para que la gente piense que está apoyando a un niño o un niña.

¿Tienes planeado seguir aquí en España o dar algún concierto?

Ayer (26 de octubre) fue mi único concierto en España, en la Sala Juglar de Lavapies. Estuvimos con Ámparo Sánchez para presentar las nuevas canciones. En breves me vuelvo a Guatemala, pero esperamos volver pronto.