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ENTREVISTA

Ana Love ASMR: "Empecé porque era muy importante quitarle el grado de frikismo"

  • Cuenta con más de 1 millón y medio de suscriptores en YouTube
  • Ana Muñoz relaja a diario a cientos de miles de personas sin salir de la habitación de su casa
  • Nos cuenta qué es el ASMR, cómo empezó y qué piensa de las redes sociales

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Ana love asmr
Ana love asmr

Aunque serán pocos, aún hay gente que no sabe lo que es el ASMR. A otros, un grupo más numeroso, les sonará, pero no tienen ni idea de lo que significa. Pues bien, son las siglas de Autonomous Sensory Meridian Response (Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma) y se usa, principalmente, para categorizar el contenido que se dedica precisamente a eso. Con solo un micro, estos creadores son capaces de provocar escalofríos, cosquillas o desagrado.

Para entender mejor de qué trata esto del ASMR, hablamos con la creadora de contenido de este tipo más importante del país y una de las pioneras en la comunidad hispanohablante. Con más de un millón y medio de suscriptores en YouTube, Ana Muñoz nos cuenta todos los entresijos de esta técnica tan curiosa.

Además de su obsesión con el ASMR, Ana se define como una chica normal a la que le gustan las cosas normales, las que le gustan a todo el mundo. Además, toca el violín, da clases y acaba de cumplir su sueño de mudarse a París. Eso sí, ella es capaz de combatir el insomnio de todo el mundo (literalmente hablando) a través de la relajación extrema. Y muy pocos pueden decir eso.

P.- ¿Qué tal? ¿Cómo estás?

R.- Bien, un poco estresada, porque hace unas semanas que me mudé a París y tengo todo hecho un desastre. Todavía no me lo creo, me siento como una turista.

P.- Oye, en tu biografía en YouTube ya pones el enlace a la Wikipedia para que nadie te pregunte qué es el ASMR. ¿Estás harta de explicarlo?

R.- Bueno, todo el mundo me pregunta lo que son las siglas y realmente cuando explico el significado siguen sin entenderlo. "Respuesta sensorial meridiana autónoma" y la gente se queda exactamente igual. Entonces, al final yo les explico que es el cosquilleo este que sientes cuando te hacen un masaje y tal. Pero mejor que la gente lo pruebe o lo busque porque si no es bastante difícil de explicar.

"Es como el cosquilleo de un masaje"

P.- ¿Qué piensa tu familia del ASMR?

R.- La verdad es que lo tuve escondido muchísimo tiempo. Mucho. De hecho, lo tuve que decir porque la televisión vino a mi casa a hacerme una entrevista y, claro, le tuve que decir a mi madre "mira, que mañana viene la tele a verme". También le tuve que decir que tenía un canal, que tenía 70.000 suscriptores, pero si no hubiera tardado en enterarse muchísimo más tiempo. Es verdad que, en aquella época, todo era muy nuevo y se lo tuve que explicar y me apoyaban, pero me decían que no dejase mi trabajo por esto. Ahora que me hacéis muchas entrevistas, que ya está más consolidado ya es como "ay, mira a mi sobrina, mira lo que hace".

P.- ¿Cómo fue llevarlo en secreto viviendo en casa de tus padres?

R.- Como el ASMR normalmente se graba de noche, era más fácil grabar en horas que todo el mundo dormía. No fue tan difícil esconder eso. Pero es verdad que me daba muchísima vergüenza por mis compañeros de conservatorio. Era más el qué van a decir. Además, por aquella época el ASMR estaba dando también candela y yo decía "a ver si se van a pensar que tengo algo oculto en privado". Entonces lo mantenía en secreto porque la gente no sabía lo que era el ASMR y no me apetecía estar defendiéndome.

"Mis padres no sabían nada hasta que vino la tele a mi casa"

P.- ¿Crees que esto se ve ya como una profesión seria?

R.- Yo creo que sí, que el ser youtuber en general, antes eran unos petardos y unos vagos que hacían un vídeo a la semana y ya. Ahora la gente valora más el esfuerzo que hay, también es verdad que cada vez nosotros le dedicamos más tiempo. Es una inversión de tiempo y de dinero que la gente valora. Al principio, era todo muy cutre. Yo creo que también el hecho de que haya tanto influencer que se hace una foto y cobra tanto tiempo, eso a los youtubers nos ha favorecido porque hacer un vídeo, evidentemente, lleva más trabajo que hacer una foto. Y eso para bien nos ha influido. Yo creo que los influencers son los antiguos youtubers, ahora se les tacha de vagos, que tampoco porque hay mucho trabajo también. Pero crear un vídeo se valora más que una foto o un TikTok.

P.- Y a eso súmale que cada vez salen más...

R.- Sí, yo creo que ahora mismo es un buen momento para hacer ASMR en TikTok porque puedes subir bastante rápido. Hay mucha gente que hace ASMR pero hay mucha gente que consume. Cuando yo empecé había muy poca gente que consumiera. Hoy en día es diferente el mercado, no se puede comparar. Es verdad que antes nos conocíamos los 3 o 4 españoles que hacíamos ASMR y ahora hay tantos que es imposible. No tengo ni idea de cuántos hay. La verdad es que yo como consumidora estoy encantada de que haya tanta variedad.

P.- ¿En qué momento te das cuenta de que puedes vivir de esto?

R.- Fue de poco en poco. No tuve que decidir dedicarme a esto porque mi trabajo es el mismo. Yo cobro más o menos en función de las visitas, pero yo hago lo mismo. Entonces si yo quiero grabar un vídeo a la semana y me lleva 5 horas hacerlo, que yo gane más o menos dependerá de si lo ve más o menos gente. No por más trabajar voy a ganar más. Haciendo lo mismo he ido ganando más. No ha sido a partir de un momento exacto, he ido liberando horas de dar clase y las he rellenado con horas de estudio de violín. Realmente no le estoy dedicando mucho más tiempo al canal.

"Odio el sonido de la comida, no me relaja"

P.- ¿Hay algún sonido que odies?

R.- El de la comida (risas). Los vídeos comiendo no me gustan, los hago porque a la gente le gusta, pero en general yo no los consumo porque no me relaja. No puedo.

P.- ¿Y cómo le explicarías a un sordo todo esto?

R.- Buena pregunta (risas). Me imagino que un sordo sabe que los sonidos existen, me imagino, porque sienten la vibración. Habrá gente con una pérdida grande y otra que percibe más. Entonces sería simplemente explicarle la diferencia entre una caricia y un arañazo. Los arañazos que serían los ruidos y las caricias el ASMR. Es complicado.

P.- Está muy bien el ejemplo. ¿Y por qué el contenido de ASMR funciona mejor en YouTube?

R.- Ahora he empezado en TikTok para darme más publicidad, pero para mí el mejor sitio para el ASMR es YouTube sin duda porque es como si fuese una biblioteca. Vas, coges un libro, lo consultas y lo devuelves. Tienen que pasar muchos años para que ese vídeo esté obsoleto. Si tienes una calidad buena de audio y de vídeo, el que hiciste hace 3 años se puede consumir hoy y te puede servir. TikTok es muy efímero, y como mucho puedes hacer 3 minutos. Puedes servir para darte a conocer, pero no te vas a dormir en TikTok con ASMR. Y en Twitch me pasa un poco lo mismo, está guay la magia del directo, pero realmente yo edito mucho y corto mucho. Puede sonar una ambulancia, porque le puedo dar un golpe, porque voy y le doy al micro sin querer. Entonces, para mí, el mejor sitio es YouTube. Lo otro como complemento no está mal.

P.- En tu caso, tienes dos perfiles muy diferentes en tu Instagram personal y en YouTube.

R.- Cuando yo empecé era muy importante quitarle el grado de frikismo al ASMR. Y, por Dios, no quiero que nadie se sienta ofendido, pero cuando nadie sabía lo que era y solo los grabábamos de la barbilla para abajo era friki. Yo quería dar a entender que yo era una persona muy normal, que me gustan las cosas normales, que puedo ver las series que ve todo el mundo, que me gusta la moda, que me gusta viajar. Eso para mí era importante porque mucha gente, en la que me incluyo, ocultábamos que veíamos ASMR. Era mi manera de aportar y de normalizarlo. No tengo por qué estar haciendo ASMR todo el día, también hago otras cosas.

P.- Son muy curiosas las búsquedas más populares sobre ti: Ana Love ASMR peluquería y Ana Love ASMR novio. ¿Te preocupa que tu vida privada ya no sea tan privada como antes?

R.- No tenía ni idea. A mí me gusta enseñar solo una parte, pero no todo. Trato mi Instagram como a alguien que me cae bien. No te voy a contar mis cosas íntimas ni te voy a enseñar el cajón de la ropa interior si hago un house tour. Entonces, lo trato como una persona que puedo conocer, ese es el trato. No estoy todo el día etiquetando a mi novio, no cuento las cosas de él del día a día, pueden ver una foto pero no doy mucha información. Ni de mí ni de mi familia.

P.- Hace unos días, dijiste que era difícil diferenciar cuando estamos con el móvil por trabajo o por ocio. ¿Cuáles son los límites?

R.- Para mí es muy complicado. Sobre todo porque YouTube es una plataforma lúdica pero para mí es trabajo. En Instagram me pasa que entro para ver cosas y acabo publicando yo algo. Entonces creo que para los que no se dedican a esto debería ser lúdico siempre. Para la gente que trabajamos de esto es muy complicado. Lo que se me ocurre es descansar un día, por ejemplo el domingo, y no ver nada. Realmente es muy difícil que no acabes pensando en cosas que pueda hacer en próximos vídeos o me pongo a ver la iluminación que me vendría mal. Yo si quiero desconectar tengo que desconectar de verdad.

"YouTube es una plataforma lúdica, pero es mi trabajo"

P.- Vivimos en un mundo en el que se nos bombardea con notificaciones, mensajes, likes, mails... ¿Por qué crees que el ASMR es lo único que consigue engancharnos durante 10 minutos seguidos?

R.- Yo creo que jugamos con la ventaja de que la gente lo busca por la noche pensando en relajarse. Eso ya es un punto a favor. Es como alguien que quiere reírse y va al Club de la Comedia, ya está predispuesto a que se quiere reír. No creo que la gente que tenga ganas de aburrirse busque eso. Entonces, la gente ya está en su cama o está para echarse la siesta o lo que sea, está en un ambiente idóneo. Y luego solamente el bajar el tono de voz y empezar a hablar un poco más lento y tal nos recuerda a cuando nuestros padres nos contaban cuentos de pequeños. Es una rutina que igual no la teníamos tan presente pero ahí queda. Te metías en la ducha, te ponías el pijama, te metían en la cama y te contaban un cuento. Eso ya te incita a relajarte y a irte durmiendo.