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ARTES ESCÉNICAS

Tea&Party: la plataforma que busca conectar a los jóvenes con el teatro

  • Las chicas de Tea&Party llegan con su proyecto "Domingos de Insurrección" a los teatros de La Abadía
  • Un ciclo de piezas dramatúrgicas #outocontext, que busca apropiarse de espacios no convencionales
  • Todo con el objetivo de crear espacios sólidos para artistas emergentes

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Tea&Party
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Encuentros con compañías de teatro establecidas, un pequeño festival de teatro online, performances virtuales, talleres y charlas, muchas charlas, todo eso era Tea&Party. Ahora su proyecto, nacido en plena cuarentena, se materializa en el Teatro de La Abadía (Madrid) bajo el nombre de 'Domingos de Insurrección'.

Mientras estábamos todos encerrados sin saber muy bien en qué invertir tanto tiempo libre, Inés y Olga, creadoras de Tea&Party, buceaban entre el aburrimiento y las ganas de hacer algo por el teatro en nuestro país. Tenían muy claro a quienes querían llegar, pero no sabía muy bien cómo. "Le enviábamos un mail a info@... o contactábamos con ellos a través de Instagram y solían decir que sí", cuenta Inés todavía bajo la incredulidad de que estos encuentros durante el confinamiento saliesen adelante.

Inés y Olga eran prácticamente dos desconocidas en el mundo del teatro, pero llamaron a las puertas adecuadas, y sobre todo a las que querían llamar, consiguiendo así la atención necesaria para iniciar este apasionante proyecto. Hablamos de 'Domingos de Insurrección', un ciclo teatral muy diferente en el que veremos todo lo que tienen que ofrecer compañías emergentes a través de espacios insólitos del 20 de febrero al 13 de marzo. Todo de forma autogestionada y ahora con el apoyo estructural que posee el Teatro de La Abadía.

Olga es licenciada en Humanidades e Inés en Arte Dramático. A ambas las une su pasión por el teatro y las ganas de tejer vínculos entre las compañías ya establecidas y los artistas más underground. En este tiempo, se han dado cuenta de lo difícil que es para los jóvenes intentar meter la cabeza en este mundo. El objetivo final es "llegar a crear círculos sólidos para que los nuevos creadores tengan esta tarea mucho más fácil".

P: ¿De dónde surgió 'Tea&Party'?

Inés: Tea&Party surge en abril del 2020, en pleno confinamiento. Yo, personalmente, tenía una necesidad muy grande de crear espacios de formación y conversación con otras artistas más establecidos en su carrera profesional sin tener que esperar a que alguien lo organizara. Entonces, como estábamos muy aburridas de tener que estar todo el rato en casa, empezamos a investigar cómo generar este espacio de diálogo y encuentro. Comenzamos o,rganizando charlas online con personas con las que nos interesaba hablar. Por ejemplo, nos apetece hablar con Señor Serrano, pues les llamamos y les decimos si les apetece hacerlo. Dicen que sí, luego decidimos proponer que el público que acudía a las charlas pagase una entrada simbólica.

Olga: Teníamos la apuesta de hacerlo con artistas más underground y que nosotras teníamos en el radar. Una de las cosas que experimentamos y que es la razón por la que presentamos este proyecto a la Abadía, es lo difícil que era sacar algo que colocara en un lugar más profesional a la gente más joven. Es difícil que la gente confíe en ello y que se apunte a un taller, ciclo o performance con gente que no conoce tanto.

P: 'Domingos de Insurrección

Inés : Termina el confinamiento, volvemos a la vida presencial y decimos: "vale, pues todos estos talleres con profesionales los vamos a seguir organizando". Entonces, pasamos una temporada pensando en eso e iniciamos un proyectito por esa misma rama que se llama 'Pay with you can', que era una especie de formato en el que organizábamos cursos con personas emergentes y la gente podía elegir entre tres precios diferentes (10, 30 o el máximo que considerábamos que valía el curso). Cada uno elegía en función de sus posibilidades económicas. Y este proyecto, junto con otros, se lo presentamos a la Abadía porque estábamos viendo que nos faltaba una estructura más solida que amparase el proyecto.

R: ¿Cómo os financiáis?

Olga: Es autogestionado. De momento estamos viendo cómo hacer sostenible esta estructura. Con La Abadía, por ejemplo, el trato que tenemos es que sigue siendo un proyecto autogestionado vinculado a la Abadía. Esto quiere decir que ellos nos dan un respaldo que tiene que ver con su fuerza de trabajo: estructura, comunicación, espacio, venta de entradas, contactos con programadores... Nosotras con ellos hemos experimentado un cambio total. Nos estamos sintiendo muy respaldadas por su equipo.

P: Vais a tirar de lugares poco convencionales. Nos podéis poner algún ejemplo y cómo lo va a poder vivir el público.

Olga: Es un poco lo que nos podía aportar la Abadía, porque ellos ya tienen las programaciones generales cubiertas. Entonces, hay dos paseos por la calle: uno en Chueca y otro en Santa Eugenia. Uno dedicado a los atentados terroristas del 11M y otro sobre la historia de las personas queer.

Inés: Por ejemplo, en el paseo por Chueca, La Dalia Negra lo que está generando es un tipo de paseo, no en plan free tour, sino una mezcla de algo más poético con lo teatral y la autoficción. Al final todo el colectivo y todos sus proyectos han trabajado sobre el tema de la identidad, entonces es coger el núcleo y motor de la compañía y aplicarlo a un formato no convencional. Es una especie de autoficción con teatro documental, que intenta trasladarnos a la historia LGTBIQ de Chueca.

P: ¿Y tu pieza Inés de qué va?

Inés: A mi pieza lo llamamos "sinfonía del barrio que fue testigo de los atentados del 11 de marzo". Porque estamos trabajando únicamente con teatro de auriculares sin ningún intérprete en directo. Queremos que el audio sea una guía emocional, muy en relación con lo musical y el sonido, que cuenta cómo este barrio fue testigo de uno de los eventos más trágicos de nuestra historia.

P: Luego hay otra performance sobre la descapitalización de la espiritualidad, ¿no?

Olga: Sí, esa es la mía. Esta pieza forma parte de un proyecto más grande que se llama Mindfuckness y lo que hacemos es coger diferentes rituales que desde Occidente nos hemos apropiado. Hacemos una crítica a tópicos como: "me he ido a la India dos semanas y me ha cambiado la vida". Todo este fenómeno que surge de los gurús blancos, como Gwyneth Paltrow, que ha montado todo un imperio alrededor de esto. Es una sátira de la estupidez de todo este mundo heredero del New Age. La pieza es inmersiva y tú lo que vas a vivir es una meditación real con una gurú que te va a guiar para que alcances la luz. Lo que pasa que es una imitación de Diwali, el famoso festival de la luz indio, pero surrealista. Tú puedes ser partícipe o solo testigo. Esto se hace en el ambigú de la Abadía, porque la idea es ocupar espacios de antiguos lugares de ritos cristianos. Porque nos lo estamos apropiando un poco todo, ¿no?

P: Hacéis referencia a la sobreexplotación disfrazada de entusiasmo. ¿De qué manera habéis vivido esto en vuestras vidas?

Inés: Nosotras intentamos entusiasmarnos para no perder un poco la esperanza. Por ejemplo, ahora estamos trabajando muchísimo pero en algo en lo que creemos.

Olga: No es una cosa concreta de esta profesión, pienso que es general. Tengo amigos consultores que están desquiciados cobrando 900 euros al mes. Entonces, sí, en las charlas fue muy interesante ver que todos los colectivos decían que necesitaban cuidarse económicamente y poner un límite a este entusiasmo que te lleva a la ansiedad. Está bien en un inicio trabajar gratis para formarte, pero estamos hablando de gente que lleva años dedicándose a esto y una de las cosas que reclamaban era cómo puedo hacer sostenible mi vida dedicándome a esto.

Inés: Creo que en las compañías se ve la variedad de realidades. Hay compañías que están consiguiendo vivir únicamente del arte y de lo que producen con sus esfuerzos, hay gente que se dedica a otros ámbitos del teatro en otras producciones, pero luego también hay gente que lo compagina con dar clases o con la hostelería. Evidentemente estamos mal. En las artes escénicas existe una falta de estructura donde haya compañías, ya no solo que puedan vivir únicamente de hacer arte, sino que tengan una posibilidad de experimentar sostenidos por espacios que no vayan a taquilla. Además, no existen espacios que den exhibición a compañías de poco recorrido.

Olga: Tienes que inventarte un poco la oportunidad. El tema de la estructura es importante, pero también pienso que en la educación (salvo contadas excepciones) pasa bastante desapercibido el tema de la estructura y la organización. Pocos te dicen que una compañía de teatro es una empresa y por lo tanto tiene que ser rentable. Un poco la parte de la profesión que no es tan bonita, pero que es necesaria.

Inés: Yo diría que nos educan más en hacer cosas por amor al arte, que profesionalizar el arte. Además, creo que en España hay muy poca tradición a la hora de consumir cultura. Falta entender que el teatro no es una cosa solemne para ver el domingo con tu suegra. Es una cosa para ver y te puedes morir de la risa, aprender un montón de cosas o simplemente echar un buen rato. Es como ir al cine.

Olga: Es una cosa que necesita años. Se ve la intención en varios directores artísticos actuales de generar un tejido de generaciones nuevas, porque sino se va a quedar el teatro sin gente. Pero es cierto que educar al público es una cosa que se tarda años.

Inés: También hay que entender que la cultura no es solamente algo que te tenga que dar un beneficio económico, sino que es una inversión que debe hacer la sociedad para obtener otras cosas. Los gobiernos tienen que entender que apoyar la cultura es invertir en otro tipo de beneficios que no son económicos.

Olga: En Francia, por ejemplo, está el paro de los artistas. Porque ellos entienden que puede haber una parte del año en la que estás creando y no estás ingresando. A nivel de cultura España está muy por debajo. No quiere decir que tengamos que copiar sus modelos, porque no funcionarían aquí desde la misma manera. Se trata de revisar desde una mirada crítica cómo se gestiona la cultura y cómo se puede mejorar.

P: ¿Vuestro objetivo al final es crear círculos sólidos para nuevos creadores?

Olga: Exacto, formar a los artistas en producción, distribución y capacitar a la personas para que se dediquen a ello. Hay que ser conscientes de cómo funciona internamente una compañía y cómo hacerla sostenible. Y por último, conseguir que nos escuchen un poco más desde lo público.

P: ¿Qué diríais que es hoy Tea&Party y que queréis que sea en un futuro?

Olga: Yo diría que es una plataforma que intenta crear estructuras para unir a los artistas que están empezando con instituciones más grandes y generas espacios inclusivos de seguimiento a estos colectivos. Además de generar diálogos solidos y que perduren en el tiempo. Que no se quede en hoy te doy este hueco aquí y mañana me olvido de ti.

Inés: Tea&Party somos Inés y Olga y seremos el tipo de proyecto en el que nos queramos embarcar. El proyecto atiende a las necesidades que, según nosotras nos desarrollamos a nivel artístico y personal, vemos necesitamos generar para los demás. Realmente es un poco ver qué baldosas del puente faltan por poner.

Olga: Podemos ser una especie de plataforma camaleónica, porque aún estamos investigando hacia dónde queremos ir. En el futuro queremos que sea una empresa que abarque la gestión y la creación cultural y que esté en diálogo no solo con teatros de Madrid. Nuestra meta es estar en contacto con teatros de España y del mundo y hacer esos puentes para que un artista underground llegue al radar de los programadores. Nos estamos inventando, quizás seamos una especie de consultoría artística.