Bebi Fernández: "Todo este mundo sigue siendo terriblemente violento para las mujeres"
- La autora regresa con Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas, su nuevo libro de relatos
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Es posible que en más de una ocasión te hayas topado con alguna publicación de Bebi Fernández en redes sociales o desde los últimos años, también en las librerías de cualquier punto de nuestra geografía. Criminóloga y experta en violencia de género, la escritora de Memorias de una salvaje y Reina cuenta con millón y medio de seguidores en unas redes que revoluciona cada vez que decide compartir uno de sus mensajes. "Me gusta la violencia (estudiarla también), maquillarme e incendiar cosas. Mis libros también incendian cosas, pero esa es una historia muy larga", apunta en su pequeña bio de Twitter.
Tras el éxito obtenido con la bilogía Salvaje, Bebi regresa con Cuentos afilados en noches extrañas y otras puñaladas, un libro de relatos donde la autora confiesa haberlo escrito en "un momento horrible" de su existencia: "Toda mi vida pendía de un solo hilo. Y la tijera no la tenía yo. Así que, tras la tribulación vital y emocional que supusieron mis novelas, quise recopilar algunos de mis cuentos".
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En sus dos últimos proyectos literarios, Bebi puso el foco en una lacra que sigue dando de qué hablar: la trata de mujeres y la prostitución: "Como criminóloga he visto muchas cosas. Algunas están escritas en mi novela", apuntaba durante su entrevista en Playz. Un año más tarde, Bebi vuelve a la introspección que la caracteriza a través de una escritura que, explica, descubrió a los doce años frente al mar. "Fue dentro de una casa. En una habitación con dos camas y un atrapasueños hecho de caracolas. Creo que ese fue el día que empecé a escribir. Escribí en el sobre de una carta rota y me lo guardé en la mochila porque me gustó. Me hizo sentir".
A veces, nuestros propios pensamientos nos dominan y matan lo que aún puede estar vivo (Un cactus cualquiera) – Podría ser la definición perfecta a tener miedo o ansiedad. Si alguna vez has vivido algo así, ¿cómo haces para revertir la situación y ser tú quien los domine a ellos?
Bebi: Soy una persona que gestiona muy bien las situaciones límite y a la que le cuesta perder el control, tanto interno como externo. Descubrí el estoicismo muy joven, antes de los dieciséis, y gracias a esa prontitud, pasó a formar parte de mi personalidad. En mi caso también es hereditario. Es una cualidad por la que doy gracias cada día, pero alguien cercano a mí sufre Trastorno de Ansiedad. Desde el punto de vista de quien vive de forma indirecta estas situaciones, lo esencial es la comprensión. No puedes decirle a alguien con ansiedad "no le des más vueltas; eres muy exagerado; yo ni pienso en eso". Esa persona no eres tú ni funciona como tú. Hay que dejar el ego y el proselitismo a un lado en salud mental. Ser pacientes, comprensivos y empáticos. Nadie que sea paciente, comprensivo y empático puede empeorar la situación de alguien con ansiedad.
"Las emociones son necesarias para la supervivencia y la convivencia"
En El Cuadro hablas sobre la alexitimia y sobre cómo es vivir en un constante bloqueo emocional. Si tuvieras la oportunidad, ¿eliminarías alguna emoción del espectro?
Bebi: No. Y, a parte de que las emociones son necesarias para la supervivencia y la convivencia -el miedo es una reacción que protege; la tristeza una que ayuda a integrar el duelo-, no creo que alguien que vive sin poder comprender qué siente en un mundo repleto de maravillas te dijera lo contrario.
A veces, se convierte a las personas en aquello que han sufrido. (El panfleto). En los relatos abogas mucho por el autoconocimiento y lo importante que es estar en posesión de una correcta salud mental. ¿Es posible que al fin hayamos comprendido que es igual de importante saber de dónde viene nuestra tristeza para así poder aceptarla?
Bebi: Nos queda mucho camino por recorrer, pero esta generación a la que algunos llaman "generación de cristal", está poniendo un foco muy necesario en ello. Y cada una de las corrientes mainstream generacionales dejan un poso educacional que se torna social. Así que, la "generación de cristal" está cambiando las cosas. Quizás por eso la llaman así quienes quieren que sigan igual en ciertos términos.
Era como todos la veían. Y ella se veía como la hacían verse. Si todo el mundo te dice que le recuerdas al color azul, acabas pensando que hay algo de azul en ti. (Lo que de verdad importa). ¿Crees que nuestra generación cada vez es más propensa a seguir los roles que otros nos otorgan? ¿Renunciamos más rápido a ser quiénes somos?
Bebi: El ser humano es un ser gregario y necesita encajar, sentirse parte del puzle, integrado en un grupo. De nuevo retornamos al pasado -se trata de supervivencia-. Somos seres ancestrales y no podemos renunciar a nuestra naturaleza más esencial. Siempre vamos a tender a seguir al grupo, incluso aunque uno sea una persona con una autonomía personal y un deje solitario. No creo que exista una gran diferencia en esto entre generaciones.
"El mundo sigue siendo terriblemente violento para las mujeres"
“Las chicas no pueden salir tranquilas”. Esa es la película en la que vivimos. Y vosotros tenéis el papel de villano. (Un nuevo género). Traes de vuelta textos donde se ejemplifica el miedo que puede vivir una mujer al sentir el acoso de un hombre. ¿Notas mejoría al respecto? ¿La sociedad está más concienciada sobre dónde están los límites que no deben sobrepasarse?
Bebi: Tras esta última ola feminista, desde luego, algo habrá mejorado. De eso estoy segura. Existirán hombres y chicos que yo llamo "nuevos". Hombres que han sido capaces de variar sus anteriores conductas microviolentas porque han comprendido que había algo mal en ellas (y no es tan fácil comprender esto, créeme). Ahora bien, todo este mundo sigue siendo terriblemente violento para las mujeres. "Las chicas no pueden salir tranquilas" no es ficción, es cotidianeidad.
En Lo que no se ve haces referencia a lo mucho que dejamos nuestro destino en manos de los demás. ¿Consideras que es el camino "fácil" cuando uno se ve sin salida?
Bebi: Quizás no tanto el camino fácil, pero sí el más cobarde. Entendiéndose ser cobarde como ser humano, de nuevo. Por ejemplo, a las personas que hemos sufrido una Depresión, esto nos lo recuerda nuestra enfermedad cada día. Procrastinar la vida es un síntoma de que algo va mal. Hay que luchar por la vida, también. Vivir es algo que se gana. Lo he aprendido con la Depresión. Y cuesta mucho.
¿El dolor nos hace más fuertes?
Bebi: La vida nos hace más fuertes.
La vida es buscar respuestas. Por eso no hay que temer a las preguntas. (La intrusa). ¿Alguna vez has temido enfrentarte a la verdad?
Bebi: Sí. Temo enfrentarme a mi verdad todos los días de mi vida. Pero es lo que hay, lo que he vivido y lo que soy, y no miraré hacia otro lado.
A veces, uno se acostumbra tanto a la oscuridad que hace de ella su zona de confort y, por miedo a lo que es real, prefiere vivir sin luz. (Reflexión I). ¿Crees que nos encontramos en un momento social donde hemos aprendido a valorar lo vivido una vez lo hemos dejado atrás? ¿Hemos dejado de apreciar el presente?
Bebi: Creo que es un poco al revés. Este ritmo de vida vertiginoso envuelto de inmediatez, prisa y consumismo agresivo, ha propiciado el crecimiento de nuevas corrientes introspectivas que hablan de filosofía vital, de retornar al momento presente -la meditación, el yoga, el mindfulness, el tratar las conductas ansiógenas como un problema real e importante-. No sé si lo conseguimos, pero al menos nos damos más cuenta, y quien puede, lo intenta.
Hasta la guerrera más grande pierde una guerra si no le permiten batallarla. (El cuento de la niña y la mano). En este relato pones en valor la sabiduría y experiencia que proporciona el paso del tiempo y lo mucho que podemos llegar a despreciarlas cuando se trata de encontrar trabajo. ¿Las mujeres siguen estando en evidente desventaja?
Bebi: Sin duda. Si alguien duda de esto, no es mujer o no lo ve. Pero estar, está.
"Ningún problema mantenido como tabú ha mejorado por mantenerse como un tabú"
También afrontas el duelo en Reflexión III (A continuar sin los cuerpos lo llamo “superación”, y la mayoría lo llama “olvido”). ¿Crees que en los centros educativos deberían enseñarnos a gestionar el miedo a la muerte? ¿Sirve de algo mantenerlo como un tema tabú?
Bebi: Ningún problema mantenido como tabú ha mejorado por mantenerse como un tabú. La educación emocional debe constituir el tronco en el que se sustenten todas las demás enseñanzas infantiles, pero vivimos en un sistema que prima otro tipo de cualidades solo para generar adultos útiles para el mismo. Así nos va.
En relación al relato anterior, el suicidio también es uno de los temas que abordas en el libro. (Todo el mundo piensa que quien se suicida quiere morirse y no es así. A veces, solo quiere ser feliz y no puede. (Una remota posibilidad)). El suicidio es la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes. ¿Seguimos sin estar concienciados del problema social al que cada vez nos enfrentamos a través de cifras más elevadas?
Bebi: La gente no quiere morir, quiere terminar con su sufrimiento. Mejorando el mundo, mejoramos a las personas, y mejorando a las personas mejoramos el mundo. Algo no estamos mejorando si nuestros jóvenes no ven salida más que la de terminar con su vida. ¿Cuáles son las principales causas de suicidio? ¿Pueden abordarse desde una perspectiva multidisciplinar? Todo esto es algo en lo que no se central los suficientes esfuerzos. Retornamos a la pregunta anterior. Mantener un tema siendo un tabú lo enmascara, y enmascarar no es solucionar, es procrastinar la toma de las riendas del asunto. Estamos tan ocupados en lo que este sistema nos hace estar ocupados que nos olvidamos de estas cosas. Es tristísimo.
El amor no está ni sobrevalorado ni infravalorado, está mal entendido (Puñaladas). ¿Cómo entiendes tú el amor?
Bebi: El amor es encontrar Justicia. En cualquier sentido en el que se entienda.
El mundo es de los que creen en lo increíble. (La clave). ¿En qué cree Bebi Fernández?
Bebi: En el amor.