¿Por qué hay jóvenes que ahora compran discos de vinilo?
- Los discos de vinilo son caros, ocupan espacio y contienen algo que está disponible, de forma gratuita, en internet
- En la era de Spotify y el streaming de buffet libre, ¿por qué estos individuos deciden gastarse dinero en discos de vinilo?
La tendencia es clara: cada vez vivimos en pisos más pequeños, nuestras nóminas son cada vez más famélicas y la felicidad solo puede ser alcanzada gracias a un buen puñado de likes. No lo sé, puede que todo forme parte de un gran plan que pretende apretujarnos en cubículos diminutos mientras trabajamos y consumimos todos lo mismo desde la distancia. En fin, con este panorama, ¿quién en su sano juicio puede permitirse llenar su casa de objetos caros?
La idea de una estantería con libros, discos y películas parece totalmente absurda ahora que casi todo se puede conseguir online gracias a esas subscripciones —más o menos económicas— que nos permiten acceder a una infinidad de material digital. ¿Por qué pagar 20 euros por un libro cuando puedes tenerlo en Kindle por menos de 2 euros? ¿Por qué pagar por una entrada de cine que cuesta exactamente lo mismo que pagas al mes por tu Netflix compartido? ¿Por qué comprar un disco que te cuesta tres veces más que la subscripción de Spotify que te da acceso a una infinidad de música contemporánea y arcaica?
Si bien la lógica nos dice que lo digital debería ser la apuesta más coherente, hay quien se empeña en seguir comprando objetos que ocupan demasiado espacio. Y es que, ¿podría ser que con esto del progreso nos hayamos equivocado un poco? ¿Y si las infraestructuras (servidores, procesadores, refrigeración…) que se necesitan para generar y almacenar todas esas entradas en PDF que utilizamos para ir a conciertos están jodiendo más al planeta que esas simples hojas de papel reciclado que guardábamos dobladas en el bolsillo interior de nuestra chaqueta? De la misma forma, puede que los formatos físicos o el hecho de reutilizar tecnologías caducas sea, aunque parezca absurdo, mucho más respetuosos con el medio ambiente que todo lo digital.
Hemos hablado con varias personas que compran o coleccionan discos de vinilo en pleno siglo XXI para que nos cuenten por qué diablos lo hacen. Ahí va.
Kira Parra, 27 años, productora de eventos
POL RODELLAR: Vamos a ver, ¿por qué compras discos de vinilo que seguramente están disponibles en internet?
KIRA: Por tener COSAS que ocupen espacio en mi cuarto y porque no puedo evitar tener vínculos emocionales con objetos, al parecer. No, no sé, me gusta tener físicamente discos que me han marcado de alguna manera; recopilar los objetos que recogen canciones que han estado ahí en momentos especiales.
PR: ¿Los escuchas a menudo?
KIRA: Cuando tenía tocadiscos, sí. El momento solecito entrando por la ventana, limpiar la casa con un disco de fondo, tener que ir a darle la vuelta cuando se acaba la cara A, todo ese rollo de romantizar un proceso completamente innecesario me molaba bastante. Ese ritual me parece bastante guay, confieso.
PR: ¿Qué tal en las mudanzas?
KIRA: Bastante chapa, por supuesto. Solo he tenido que empaquetar y transportar discos una vez y me arrepentí de habérmelos comprado y de necesitar esos objetos para ser feliz, pero también sentía que eran mi posesión más preciada, todas mis emociones en canciones en un par de cajas, eso me gustó.
PR: ¿Alguna vez has pinchado en algún bar o sala? ¿Pinchas con discos de vinilo o con Spotify?
KIRA: Sí, he pinchado de las dos maneras. En general pinchar me da un poco de ansiedad y la verdad que con vinilo, un poco más. No me mola nada esa sensación de saber que solo tienes la música que cabe en la maleta de discos, aunque sean cien mil canciones. Me gustaría que estuviera más normalizado empezar pinchando con vinilo y acabar con Spotify, cuando ya vas pedo y solo quieres poner Bad Bunny y Bad Gyal y bajarte a bailar con la gente.
PR: Imagina esto: conoces a alguien, vas a su casa y de repente ves que la casa está completamente vacía. Esta persona utiliza Kindle, Spotify y Netflix (o lo que sea) y no tiene ni un solo libro, DVD o disco de vinilo. ¿Te parecería una persona rara?
KIRA: Uf, de primeras me daría bastante envidia, la verdad. Pero a la vez un poco bajón, ¿no? No conoces a una persona por su cuenta de Spotify o de Netflix y no surge el momento de cotillear su cuenta así de normal. Siempre está bien conocer un poco a alguien de un vistazo a su salón, y que tenga cosas te permite tener conversaciones alrededor de esos objetos. El momento de ojear su estantería de discos da para una conversación medianamente interesante y lo que surja, fijo.
Carlota Díaz, 21 años, estudiante
PR: ¿Por qué comprar un disco que no puedes escuchar mientras haces otras cosas como ir en metro, hacer deporte o llorar en un banco del parque?
CARLOTA: Me parece que al comprar un disco no estás comprando simplemente la música grabada (que ya puedes escuchar en plataformas), compras un producto en el que se plasma el arte del artista, que es bonito, que es un recuerdo que vas a tener siempre, aunque se caiga internet.
PR: ¿El streaming ayuda o estropea profundamente a los grupos? ¿Y los discos de vinilo?
CARLOTA: El streaming ayuda a la difusión de la música y por tanto a los grupos por darlos a conocer, pero por otra parte, el tener tan fácil toda la música al alcance de la mano hace que pagar 15/20 euros por un vinilo parezca tonto. Creo que hay cabida para las dos cosas.
PR: ¿Siempre será mejor y más trágico romperle un disco a alguien a la cara en medio de una discusión que borrarle una canción de una de sus listas de Spotify?
CARLOTA: 100%. Viva el dramatismo musical.
PR: ¿Qué crees que durará más, los discos de vinilo o las plataformas de streaming?
CARLOTA: Un disco lo tienes físicamente para toda la vida y no sabemos si van a hackear Spotify mañana. Es como tener un montón de fotos en un móvil que luego se te rompe y no puedes recuperar, si tienes las fotos en papel compiladas en un álbum (yo hago eso) las puedes guardar para siempre.
PR: ¿Qué prefieres, un disco de vinilo o una noche de cubatas gratis?
CARLOTA: Realmente no sé qué está más caro hoy en día. Me decanto por el vinilo que no me da resaca.
Joan Rial, 27 años, productor
PR: ¿Por qué comprar un disco de vinilo que seguramente tendrás disponible en una plataforma de streaming?
JOAN: Para mí, comprar un disco de vinilo significa que ese disco ha pasado un filtro. Esas canciones pasan a formar parte, automáticamente, de tu biblioteca y es como si les pusieras tu sello. Además, supongo que también hay un punto de romanticismo y melomanía.
PR: O sea, crees que hay algún momento de gran belleza en el acto de poner un disco de vinilo en el tocadiscos que no existe al darle al play de Spotify o Apple Music.
JOAN: Claramente, sí. De hecho, este es el factor diferencial que me hace comprar un disco en vinilo y no dejarlo solo marcado en una lista de Spotify. Desenfundar el disco, ver la edición, pincharlo y escuchar la aguja, todo esto es literatura, y para los que somos románticos, estas acciones son como una forma de espiritualidad. La belleza de estas acciones es la que te hace poner el foco en la música; esta concentración te hace disfrutar más y, este gozo, es el que hace que prefieras escuchar unas canciones en vinilo y no a través de plataformas.
PR: ¿Corre por tu cerebro la idea de que cuando el mundo estalle y vivamos en una sociedad posapocalíptica sin internet ni humanos con todos los dedos en su sitio, los discos de vinilo serán la única forma de acceder a la música grabada?
JOAN: Nunca había pensado en esto. Pero que la humanidad desapareciera y solo quedasen discos en vinilo, rollo como una Arca de Noé de los mejores álbumes, me parece un final demasiado idílico y generoso para una sociedad como la nuestra. Es algo utópico y no lo veo, pero ojalá fuera así.
PR: ¿Alguien de tu entorno critica el hecho de que te gastes dinero en discos?
JOAN: Nunca me he encontrado en esta situación, pero yo tampoco critico las cuotas de sus gimnasios.
Clara Nadal, 25 años, agente de management y booking
PR: ¿Hay algún motivo por el que seguir comprando discos de vinilo cuando "todo" está en internet de forma CASI gratuita?
CLARA: Definitivamente sí. No solo porque los vinilos son un recuerdo y un objeto bonito y bien hecho, sino por todo lo que supone escuchar un vinilo. Cuando pones una canción en Spotify —o cualquier otra DSP (Digital Streaming Platform)— la puedes disfrutar por su propio contenido y por la inmediatez, pero cuando la escuchas en vinilo, forma parte de un ritual, y los rituales siempre nos atrapan porque mientras los practicamos somos muy conscientes de lo que estamos haciendo. También me gusta escuchar discos en vinilo porque casi nunca voy a por una canción en concreto, sino que escucho un álbum entero de golpe, y así la escucha tiene mucho más sentido y resulta mucho más agradable.
PR: ¿Crees que es más fácil optar por el vinilo si es algo que siempre has visto en tu familia?
CLARA: Supongo que en mi caso sí, ya que al final, escuchar vinilos, también me evoca momentos de cuando era más pequeña y mi padre nos ponía discos los fines de semana.
PR: Pongamos que una noche bebes demasiado vino durante la cena y luego, al poner un disco, se te cae al suelo y se raya. Eso, a una canción de Spotify no le puede pasar. ¿Qué crees que es más eterno, lo analógico o lo digital?
CLARA: También te digo que cuando voy to' tuerta no acostumbro a poner vinilos, así que, cuando supero cierto límite, soy bastante prudente (o eso intento), pero si solo llevo unas copitas, entonces sí. Y a la pregunta: creo que es mucho más eterno todo aquello analógico. Un día se te termina la subscripción y todas las canciones ya no son "tuyas", o imagínate que al jefe o a la jefa de Spotify le da un venazo y lo cierra todo y entonces nos quedamos sin canciones. En cambio, todo eso analógico solo depende de ti. Te lo puedes llevar de mudanza, dárselo a tus hijos o nietos. También lo puedes perder, obviamente, pero eso ya es cosa tuya.
PR: En los conciertos la gente compra bastantes discos, ¿crees que hay más gente comprando discos de vinilo de lo que creemos? Ese tan publicitado "auge del vinilo", ¿crees que es real?
CLARA: Como son piezas bonitas de arte, son un buen souvenir. Creo que el auge del vinilo es real. ¿Por qué se puso de moda el CD? Porque era la novedad. Pero ahora, la moda de lo vintage, los rituales y todo el tema analógico como las cámaras y los cassettes, está volviendo y la gente aprecia la calidad y el proceso.
PR: ¿Desprecias a la gente que solo escucha música por streaming?
CLARA: ¡No! Pero me sabe mal por ellos, no todo el mundo puede tener buen gusto.
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Quim Coll, 26 años, profesor de catalán
PR: ¿Por qué compras discos que seguramente puedes escuchar en plataformas de streaming?
QUIM: Creo que hay cierto aspecto ritual a la hora de comprar discos. Es una cosa que no haría si no me la pudiese permitir, de hecho, no empecé a coleccionar vinilos hasta que no tuve la carrera prácticamente terminada y empecé a trabajar a jornada completa. Creo que, a diferencia del streaming, poder tener tu música favorita en formato físico le aporta una nueva dimensión.
PR: ¿Te duele en el alma cada vez que compras un disco y te gastas casi 30 euros?
QUIM: Un poco, pero esto me pasa cada vez que me gasto 30 euros con cualquier cosa.
PR: ¿Crees que, en un futuro, se revalorizarán y de repente estarás completamente forrado?
QUIM: Mira, yo no tengo intención de vender mis vinilos, pero sí que es cierto que una vez entras en el mundo Discogs y otras páginas de compra/venta, te das cuenta de que quizás tienes más dinero en tu colección de discos del que pensabas. Por ponerte un ejemplo, me compré un disco de Phoebe Bridgees en Ultra-Local Records por unos 30 euros y en Discogs se ha llegado a vender por 250 euros. Si algún día me quedo sin pasta quizás tendré que hacer algún sacrificio. ¡Pero espero que no!
PR: ¿Escuchas más música en discos de vinilo o en plataformas digitales?
QUIM: En plataformas digitales, es mucho más cómodo. El tema de los vinilos, más allá del coleccionismo, tiene ese aspecto ritual que te mencionaba antes. No me pondría un vinilo mientras estoy trabajando, porque tendría que levantarme todo el rato para cambiarlo, pero levantarte un domingo, pillar un disco, ponerlo y escucharlo mientras desayunas, pues tiene su rollo.
PR: ¿No crees que es incómodo estar f*llando con un disco de vinilo de fondo? Quiero decir, hay que levantarse a girar la cara y todo eso.
QUIM: No lo he hecho nunca y no creo que lo haga nunca. Vaya pereza.