El Cabrero - Mi Buenos Aires querido
Publica Atípicos y Utópicos
Según sus propias palabras, El Cabrero nunca se había planteado subirse a un escenario para cantar tango porteño. El marco para el tango siempre había sido el ámbito familiar o las reuniones de amigos y sin acompañamiento musical.
Cuando, a mediados de los noventa, Tato Rébora, director del Festival de Tango de Granda, le propuso participar en él, no lo dudó: había llegado el momento de dar rienda suelta a esa vieja pasión y, ni el escaso margen de tiempo para ensayar con músicos ni la previsible desaprobación de los puristas flamencos fueron impedimento para que El Cabrero, acompañado por el trío Tango al Sur, dos semanas más tarde se subiera al escenario del Festival Internacional de Tango de Granada, abarrotado de público y expectante, para interpretar los clásicos Volver, Ventarrón, Cuesta abajo, El último organito¿ la emoción sacudió a los más exigentes y El Cabrero, cantor de tango fue despedido entre rotundas ovaciones.
El éxito obtenido en Granada lleva a El Cabrero a tomar una decisión sin precedentes en el mundo del flamenco y del tango: grabar un disco enteramente dedicado al tango sin ningún tipo de fusión o guiño al flamenco. Y el disco, Sin Remache, producido por Daniel Giraudo, obtuvo la misma acogida que su directo, tanto en nuestro país como en Argentina. Es en 1988 cuando el cantaor recibe la propuesta más gratificante que un cantor-aficionado al Tango puede esperar: invitación a participar en el Festival de Tango de Buenos Aires, honor que tuvo que declinar por motivos profesionales.
Tras un largo paréntesis El Cabrero publica este, Por los caminos del viento, donde alterna los estilos clásicos del tango porteño con milongas y canciones criollas en una emocionada evocación de historias y paisajes.
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