Sónar 2009 se despide a lo grande con Orbital y manteniendo su público
Sónar 2009 ha tocado a su fin y ha dejado un buen sabor de boca: 74.300 visitas, una cifra similar a la de años anteriores y también con sus actuaciones, con artistas como Grace Jones, Orbital o Animal Collective. Todo un logro en un año de crisis y de desaparición de algunos festivales.
Los directores del festival, Enric Palau, Sergio Caballero y Ricard Robles, esta madrugada hicieron balance y afirmaron estar "muy contentos" con este resultado, ya que normalmente, las cifras del festival oscilan y le restaron importancia a la supresión de algún escenario en Sónar Noche. "Cada año varía, lo confeccionamos dependiendo de las necesidades", declaró Sergio Caballero.
Última noche con llenazo de público
La noche del sábado, la más poblada de cabezas de cartel del festival, fue la de más afluencia de público, con 22.000 personas. Aunque el ir y venir de personas fue constante durante toda la noche y todos los escenarios estaban más o menos llenos, el grupo que arrasó, sin duda, fue Orbital.
Los hermanos ingleses, Paul y Phil Hartnoll, que no pisaban estos escenarios de Barcelona desde 1999, tocaron como nunca. A diferencia de entonces, cuando vestían monos blancos y no interactuaban tanto con el público, anoche tocaron sus mejores temas, como "Halcyon", "The Box" o "The Girl with the sun in her head", entre otros, animando continuamente al personal.
Antes de ellos actuaron Animal Collective y Beardyman. El grupo de Baltimore, que este año ha estrenado disco, Merriweather Post Pavilion, se movió entre la psicodelia y la atmósfera envolvente. Beardyman preparó a la masa para la posterior actuación de Orbital. Demostró, una vez más, las virguerías que se pueden hacer con la boca y un sintetizador. Fundamentalmente, ritmos que no se puede evitar bailar.
Fever Ray, la mejor puesta en escena
El SonarPub, uno de los escenarios menores de Sónar Noche, se convirtió durante una hora en un bosque, una reserva india o en un salón de cuento. Entre humo, lámparas de pantalla de luz amarillenta y sonidos profundos apareció la sueca Karin Dreijer Andersson, la líder de Fever Ray.
Ataviada con pieles y telas que ocultaban su cuerpo y su cara, comenzó el concierto con "If I had a heart", seguido de uno de los temazos de su primer disco publicado este año, Triangle Walks. El resto del grupo la acompañaba en cuanto a vestimenta se refiere. De vez en cuando empuñaban bastones indios, como si invocaran a algún dios¿ y es que la música de Fever Ray y la voz tuneada de Karin son envolventes, intimistas y hay que dejarse llevar. Por supuesto dejaron casi para el final "When I grow up", tema que hizo enloquecer a más de uno.
Tras esta experiencia tan introspectiva y de Orbital, la última noche de Sónar se despidió como tenía que ser, con mucho techno, dance, house de la mano de Jeff Mills, Carl Craig, Moderat o Deadmau5.