Martín Buscaglia - Temporada de conejos
Dale al play. Escucha. Temporada de Conejos ahonda en la senda emprendida por El Evangelio. Un paso más allá en el camino de Martín por desprenderse de los manierismos estilísticos de la canción de autor latinoamericana y buscar su propia voz en otras latitudes más universales. Candombe y funk, juguetes descacharrados, lo-fi, tropicalismo, blues y reggaetón se trenzan con su poesía surrealista y poliédrica.
Es un disco de contrastes sin duda. De cumbres y valles donde descabezar una siesta. De tambores y ukeleles asilvestrados. Encontramos también coros de niños y monstruos bonachones que salpican el disco y nos llevan a paisajes fabulosos que antes no existían.
Partimos del irresistible candombe funk vacilón de "Jaula de Motos" o el más sudoroso y loco "No vamos a parar nunca" para luego bajar por praderas verdes y soleadas como en "Extraña calabaza". Nos perdemos por madrigueras con vistas al mar como "Diablo débil" o vislumbramos apetecibles caminos por recorrer en "Oda a mi Bicicleta". Podemos pararnos a beber y bailar en raíces afrocubanas y caribeñas o, incluso, darnos el gustazo de un chapuzón bluesero sin tapujos a ritmo de bombo legüero con un Kiko Veneno absolutamente en forma en el "Blues del Carrito".
En los valles mansos del disco encontramos tesoros y recompensas: "Altas Horas" y "Cortémonos la cara" son Buscaglia en estado puro, hasta que por fin nos quedamos flotando sobre la espuma de un delicado himno-nana que suena a extraña despedida de año en "Ese será tu collar".