El XVII Festival de Músicas de Fez, Marruecos apuesta por la creación y la innovación
- Radio 3 te ofrece parte de los conciertos de Youssou N’Dour y Ben Harper
Mediterráneo es un viaje a la creación, a la música y las letras que ahora nacen en una y otra orilla del Mare Nostrum. En cada programa descubrimos las influencias que unen a todos los puertos en arte de vanguardia, música, literatura y escena.
Esta semana el programa lo ocupa la pasada edición del Festival de Músicas de Fez. Presentado por Pilar Samprieto.
Senegal, Marruecos, California
Youssou N’Dour ofreció un emotivo concierto en uno de los escenarios más emblemáticos del Festival de Músicas de Fez, Bab Al Makina. El músico senegalés quiso rendir homenaje a la ciudad que vio nacer a Ahmed Al-Tijâni, fundador de la cofradía Tijaniyya, una rama sufí del Islam creada en el siglo XVIII.
Esta cofradía está muy presente en Senegal y forma parte de las raíces espirituales de Youssou N’Dour. Al final del concierto presentó a quien considera una de las grandes voces de su país a nivel espiritual Moustapha Mbaye y con él compartió los últimos minutos de la noche, bailando junto al público.
El concierto de Ben Harper demostró de nuevo la fuerza de las canciones de ese americano con raíces indio cherokees y lituanas. A través de sus temas y su voz uno puede viajar hacia los inicios de la música espiritual y popular americana.
Las referencias a Bob Dylan o Jack Kerouac se dejan también entrever en sus temas. Fueron estas las razones que llevaron al Festival a programar su directo, que fue el primero que ofreció Ben Harper en Marruecos. Podéis escuchar fragmentos de su actuación en este especial de Mediterráneo.
Faouzi Skali, Director del festival
El hilo de Ariana que recorre toda la programación del Festival de Fez, este año, en sus distintas versiones, es la creación y la innovación.
En una aventura que ya se celebra su 17 ª edición, la impresión que surge es que este evento llegue a la edad de la madurez de forma gradual. No es sólo un lugar de consumo de cultura, sino un lugar de creación y experiencia, con la complicidad de artistas ilustres o por descubrir, de Oriente y de Occidente.
De esta manera el "Espíritu de Fez" se convertirá en una especie de etiqueta donde se encuentran los rastros y la emanación de diferentes regiones del mundo.
Los mismos encuentros constituyen esta suerte de “Davos espiritual”, un lugar privilegiado para observar el mundo en mutación acelerada que nos rodea, a fin de incorporar nuevos conocimientos de las culturas y sabidurías, para aportar tal vez más serenidad y comprensión.
El « Espíritu de Fez » está en permanente evolución, y éste es quizás el signo más tangible de su vitalidad y de su capacidad de continuar sorprendiéndonos y abriéndonos la mente a múltiples posibilidades.