Chinese Christmas Cards se presentan en sociedad con seis canciones llenas de vitalidad

• El dúo publica este martes 18 su primer trabajo, un EP de seis canciones
• Ellos, Marc y Joan, nos presentan esas canciones, que puedes escuchar aquí

Chinese Christmas Cards son Mario Gutiérrez y Joan Sala, dos amigos de Barcelona que desde 2008 funcionan como un proyecto musical que factura canciones sencillas, pero con un gran poder de atracción y adicción. En 2009 presenciamos su gran despegue, fue entonces cuando ganaron el certamen Levi's Unfamous Music Awards y el honorable título de Mejor Maqueta del año según la revista Mondosonoro.

Ahora ya tenemos entre las manos un primer trabajo apadrinado por el sello Mushroom Pillow (La habitación roja, Maga, We Are Standard, Triángulo de Amor Bizarro), que a pesar de su corta duración (6 canciones, poco más de 20 minutos) logra enganchar gracias a los pequeños elementos que construyen cada canción. Detalles electrónicos muy frescos crean una atmósfera hedonista, festiva y sobre todo muy divertida. Chinese Christmas Cards practican ese pop bailable, que se contagia cuando menos lo esperas.

Track by track

Charlamos con Mario y Joan, que nos hacen un repaso por las canciones del disco.

"Dreams" se inspiró en el hecho de que casi siempre solemos soñar con situaciones y con momentos increíbles que al despertar ya no existen. Hacer de tu vida un sueño es básicamente lo que persigue la canción. Musicalmente es una canción simple y directa. Su estructura es sencilla y gira en torno a un estribillo potente que pretende hacerte bailar y quedarse sonando en tu cabeza después de haberla oído.

Musicalmente es una de las canciones más potentes del disco por las guitarras y la línea de sintetizador que acompañan a la voz en los estribillos. En cada estribillo que pasa se suman coros que lo van subiendo y subiendo.

"Welcome to life" pretende transmitir optimismo. Todo es posible, como lo es que Jonathan, un chico de pueblo que ni siquiera ha ido al colegio conquiste a una chica de familia burguesa de clase alta y acaben casándose a lo loco en Las Vegas. No pretende ser algo literal de "bienvenido a la vida", sino más bien una forma de decir "la vida es bonita".

Su guitarra es básicamente el hilo conductor de la canción, un arpegio que se mantiene en que cambia de acordes en el bridge donde, acompañado de una línea de bajo que emula a un Roland Juno, da paso a un estribillo que entra con el título de la canción cantado a capella y con todo el morro. Para el disco modificamos bastante la demo, y añadimos más percusiones en el verso y alguna distorsión de guitarra en los estribillos para darle algo más de potencia.

"Paperboy" mola. Es básicamente un tributo al mítico chico de los periódicos que va repartiendo con la bici como un loco para ganarse algo de dinero y gastárselo en las recreativas luego. Como aquel juego de la Mega Drive o de la Master System que seguro recordaréis. Es muy chulo haber hecho una canción sobre ese personaje pues realmente nos gustaba mucho y no se me preguntes porqué nos identificamos con él.

La canción nace de una idea acústica mucho más folk. Se trata de una línea de guitarra acústica rápida acompañada de un riff de guitarra en segundo plano Un riff que en la versión de la demo era un solo y que ahora simplemente acompaña a la voz en los versos. Fue guay grabarla porque acabamos todos cantando el estribillo a lo hooligan y ahí quedará el recuerdo de estar todos en el estudio gritando como si tuviéramos la pinta en la mano.

"Forest" es genial. Es genial porque es la primera canción que escribimos. Ha cambiado mucho desde entonces hasta lo que es hoy, pero la ha hecho para bien. Ahora es una de las que más nos sorprende cuando la tocamos la verdad. Además de cambiarle la guitarra y reestructurarla respecto a lo que era en la maqueta, en el estribillo hemos añadido una voz que ha llevado la canción a otra parte, seguramente a algo más bailable y discotequero de lo que pretendía ser en un principio.

Ni por asomo volvería a salir una letra como la de "Forest". "La verdad es que al escucharla pienso [Mario]: ¿En que estaría pensando?". Habla de un conejo, que no es lo suficientemente maduro, o mayor como para salir de la madriguera, pues el bosque es un lugar peligroso donde hay infinidad de enemigos y cosas peligrosas... Su padre le aconseja y le transmite su experiencia para que no salga hasta que no esté realmente preparado. En realidad, todo es sentido figurado, y detrás de ello cada uno puede interpretar lo que quiera. Eso es lo chulo.

Lo que más nos gusta de "Forest" es el final, donde todo explota hacia un sintetizador tocado por Joan que va y viene creando barullo.

"No radar no Phone", como el resto, explica una historia real o inventada para, en el fondo, explicar otra cosa. Su personaje se encuentra solo en una isla, perdido, y sin contacto con la sociedad. Ese es el vestido de la reflexión que hay detrás, que va más en la línea de que a veces separarse de todo lo que te rodea para pararse a pensar y tomar una decisión, puede ser la clave.

Los acordes de guitarra del verso y del bridge son menos convencionales que en el resto de canciones, y el estribillo está acompañado de un riff de guitarra a partir de la tercera vuelta, que le da un toque que nos gusta especialmente y que tampoco estaba cuando la tocábamos antes.

"David Has" es la canción más tranquila del EP, y también es la última. Es muy guay el sonido que ha adquirido tras pasar por el estudio. Grabamos un montón de guitarras que en la demo no habíamos puesto y han servido para cambiar totalmente la canción. La intro, por ejemplo, empieza con dos riffs simultáneos de guitarra con bastante reverb y delay. Un rollo un poco tropical que también nos gusta bastante y que estamos potenciando en algún tema nuevo. El estribillo es suave y habla de un afortunado chico que tiene una nueva novia, con toda la alegría que eso conlleva, aun más si eso le sirve para olvidarse de la anterior y superar el maltrago, como es el caso en la canción.

Lo más chulo para nosotros de "David" es también el final, cuando todos los elementos de la canción se suman tras haber alargado el estribillo más de la cuenta, repitiendo la misma frase una y otra vez. Entran las guitarras, todas ellas, y un sinte acompañado de un riff facilón que no había sonado hasta ese momento. Es un buen final para el EP.