Manolo García, locutor de Radio 3 por un día en 'Hoy programa'
- Acaba de publicar su quinto disco, Los días intactos
- Al mismo tiempo saca su libro de escritos y dibujos, El fruto de la rama más alta
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Los Rápidos, Los Burros y El Último de la Fila fueron las formaciones que lideró antes de iniciar una carrera en solitario que ahora alumbra su quinta entrega. Aunque menos conocido por ello, nuestro locutor invitado de la semana también es pintor aficionado.
Este lunes, el cantante y compositor del barcelonés El Poblenou, Manolo García, se apropia de 20.00 a 21.00 horas de los micrófonos de Radio 3 en Hoy programa.
Los días intactos
Es su quinto disco de estudio en solitario. Lo ha ido descubriendo a razón de un single por semana desde el pasado 4 de octubre. “Giro teatral”, “Sombra de la sombra de tu sombrero” y “Lo quiero todo” han ido apareciendo en formato digital y acompañados de sus correspondientes vídeos, todos dirigidos por Joan Riedweg.
Comenta Joan sobre el clip de “Giro teatral”: “Por primera vez en la vida musical de Manolo García, éste se atreve a disfrazarse e interpretar un papel de actor en un personaje muy irónico, a lo Robert de Niro en su versión cómica. El mundo interior visual de Manolo es muy particular, está más cerca del surrealismo irónico y onírico que de la seriedad”.
El álbum se ha grabado entre Gerona y en los legendarios estudios Ocean Way Recording de Los Ángeles con unos músicos de sesión de lujo como el guitarrista Waddy Watchel, los bajistas Leland Sklar y Bob Glaub o el batería Kenny Aronoff.
Simultáneamente se publica también el libro El fruto de la rama más alta, que contiene escritos, los dibujos y pinturas de los últimos años realizados por el artista y las letras del nuevo álbum. El día 25 de octubre también se inaugura una exposición de pinturas y dibujos de Manolo García en el Centro Cultural de la Fundación Círculo de Lectores de Barcelona. A partir de enero, la muestra viajará a Madrid.
Rapidez
En el final de su adolescencia y mientras aporreaba una batería, Manolo García se dedica a diseñar portadas para álbumes, lo hace, sobre todo, para la versión cassette de más de 200 referencias de lanzamientos de éxito de mediados de los ‘70.
En 1980 graba una maqueta con una formación que le acompañará en sus primeros años: Antonio Fidel, Josep Lluís Pérez y Esteban Martín. La disquera transnacional EMI la escucha y en sólo dos meses tienen un disco publicado. Lo titularon Rápidos, como a la banda.
Fue el único que lograron editar aunque se curtieron sobre los escenarios con actuaciones en las que incorporaban elementos ajenos a lo estrictamente musical con una intención marcadamente provocadora.
Quimi Portet
Durante la gira con Los Rápidos coinciden con Kul de Mandril, el grupo del guitarrista Quimi Portet al que García le propone que se una a ellos. Esta nueva formación adoptará el nombre de Los Burros con Manolo escribiendo las letras y junto a Quimi, las músicas.
Rebuznos de amor, de 1983, fue su primer larga duración y conoció un éxito similar al de su anterior proyecto. Pero esto estaba a punto de cambiar.
Con un cambio de estilo notable que, sin dejar el pop rock, incorpora elementos latinos, flamencos y orientales, en 1985 se edita el primer disco del dúo que forma junto a Portet, El Último de la Fila.
Cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana no tuvo un éxito instantáneo, aunque contenía temas que luego serían clásicos como “Querida Milagros”. Un año después sale Enemigos de lo ajeno con el himno “Insurrección” o “Aviones plateados” entre los cortes más destacados.
El dúo barcelonés se convierte en fenómeno de masas y en 1988 publica Como la cabeza al sombrero al que seguiría Nuevo pequeño catálogo de seres y estares (1990), Astronomía razonable (1993). En 1995, La rebelión de los hombres rana pone fin a la carrera del dúo.
Arena en los bolsillos
El mismo año que se anuncia el fin de El Último de la Fila, Manolo García publica su primer álbum en solitario. Arena en los bolsillos (1998) rozó el millón de copias en pocas semanas y se acompañó de una gira de más de 100 conciertos.
En el segundo, Nunca el tiempo es perdido, publicado en 2001, ahonda en ese pop intimista marca de la casa aunque con más elementos de cuerda y acústicos. Esta tónica se mantiene en los dos siguientes: Para que no se duerman mis sentidos (2004) y Saldremos a la lluvia (2008).