Un primo llamado "Tango"

• El tango es patrimonio inmaterial de la Humanidad
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Memorias de tango

Dimitri Papanikas (Cagliari, Italia, 1979), historiador y crítico teatral y musical, dirige y presenta Café del Sur cada domingo de 12 a 13h en Radio 3. El programa pretende mantener vivos los tangos clásicos y profundizar en este género

¿Qué tienen en común la dieta mediterránea, los “castells catalanes”, el canto de la Sibila mallorquina y el flamenco? La respuesta hay que buscarla en la ciudad de Nairobi, la capital del Kenia, donde hace justamente un año, el pasado noviembre de 2010, la reunión anual de los cerca de cuatrocientos sabios de la Unesco declaraba, a todos y cada uno de ellos, “Patrimonio inmaterial de la Humanidad”.

El año anterior, el mismo reconocimiento le había tocado al tango “rioplatense”, como fue definido por la Unesco para acabar de una vez por todas con el tradicional conflicto diplomático entre Argentina y Uruguay sobre los orígenes del mismo.

Dos géneros "primos"

Flamenco y tango, dos géneros a menudo considerados como “primos” debido a las analogías culturales por cuanto son en ambos casos músicas populares (aunque el flamenco con origen gitano y rural, y el tango con una raíz más bien inmigratoria, prostibularia y ciudadana), pero que en realidad en el plano musical resultan ser profundamente diferentes, a pesar de la existencia del tango como uno de los palos típicos del flamenco.

Desde algunas grabaciones del vibrafonista Lionel Hampton en los años 50, pasando por el saxofonista Pedro Iturralde a finales de los 60, hasta llegar a Kiko Veneno y Camarón de la Isla, precursores en la introducción de los teclados, bajo eléctrico, batería y arreglos propios del rock y del jazz, el flamenco nunca ha dejado de observar con atención todo aquello que le rodeaba.

En ese sentido, sobre todo a partir de la invención del género discográfico de la 'world music', muchos entre los flamencos y los tangueros (con gran mayoría de los primeros) desde hace tiempo tratan de buscar nuevas formas de experimentación y de fusiones comunes.

Un intento premiado por el Mercado en 2003 fue la publicación del disco Territorio flamenco, un álbum en el que algunas jóvenes promesas del flamenco contemporáneo se dedicaban a descubrir y a reinterpretar ritmos como el bolero, el pop, el rock de los Police, la copla, y también el tango, presente por ejemplo en las versiones de artistas como Estrella Morente ("Nostalgias") y Miguel Poveda ("Cuesta abajo").

La piedra había sido lanzada y la unión entre ambos géneros recientemente ratificada gracias a la dúplice declaración de “Patrimonio inmaterial de la Humanidad” recibida por ambos a distancia de un año.

Fusiones y versiones

Muestras de esta fusión las encontramos, por ejemplo, en el disco Sin Remache (1996) firmado por El Cabrero junto a la banda Tango al Sur; en el trabajo de Martirio con sus versiones flamencas, incluidas en el disco Flor de piel de 1999, de "Uno y Volver" (éste último incluido también, en un nuevo arreglo, en el disco de Chano Lobato “Azúcar Cande” del año 2000); hasta Diego “El Cigala” junto al pianista cubano Bebo Valdés con el álbum Lágrimas negras (2003), firmado por el productor Javier Limón para Calle 54 Records, la prestigiosa casa discográfica de Fernando Trueba.

Su personal versión de "Niebla del Riachuelo", de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, sigue siendo hoy en día, quizá junto al Enrique Morente de "Chiquilín de Bachín" compuesto por Astor Piazzolla y Horacio Ferrer (Morente sueña la Alhambra, 2005) uno de los logros más altos del encuentro entre el flamenco y el tango.

El éxito internacional de Lágrimas negras, ganador del Grammy latino como mejor álbum tropical internacional, ha permitido al Cigala su importante debut en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires, en abril de 2010, junto a Néstor Marconi al bandoneón y Juanjo Domínguez a la guitarra (“Cigala & Tango”, 2010).

Éxito que también tuviera el pasado mes de junio, siempre en el mítico teatro de la calle Corrientes de Buenos Aires, la cantante Martirio, en un encuentro musical entre flamenco, copla, jazz y tango.

"Volver", un tango

Con la estremecedora versión de "Volver", cantada por Estrella Morente como tema principal de la banda sonora de la homónima película de Pedro Almodóvar de 2006, el encuentro entre tango y flamenco llegaba a su consagración internacional justamente a través del séptimo arte. Un suceso editado, junto a una nueva versión de "Nostalgias y Vuelvo al Sur", en el disco Mujeres (2006).

Contemporáneamente, Concha Buika, cantante mallorquina de origen en Guinea Ecuatorial, nueva musa inspiradora del más reciente Almodóvar (participa en una secuencia musical en su última película, La piel que habito) firmaba una versión del tango "Nostalgias" (Mi niña Lola, 2006) y, sucesivamente, una vez más, de "Volver", incluida en el disco En mi piel (2011).

Instrumentales

En el ámbito instrumental hay que señalar la espléndida colaboración del pianista de jazz dominicano Michel Camilo con el guitarrista Tomatito en Spain (2000), ganador del Grammy como mejor disco de jazz latino, así como el sucesivo Spain again (2006).

Se trata de un intento de ofrecer nuevas interpretaciones comunes entre tango y flamenco gracias por ejemplo a un sentido homenaje al bandoneón de Aníbal Troilo y al piano de Horacio Salgán ("Para Troilo y Salgán"), así como a versiones originales de célebres tangos de Carlos Gardel ("El día que me quieras") y Astor Piazzolla ("Libertango", "Fuga y misterio", y "Adiós Nonino").

Un cantaor tanguero

Miguel Poveda es sin duda el artista flamenco que más se ha acercado al tango. Desde su participación a los discos Con un taladro en el corazón (2004) y Suburbios del alma (2007), ambos en compañía del bandoneonista argentino Marcelo Mercadante afincado desde hace tiempo en Barcelona , hasta llegar al encuentro con el bandoneonista y compositor argentino Rodolfo Mederos en Diálogos, espectáculo que después del exitoso estreno en Sevilla en enero de 2006, después de una breve gira por España, en septiembre tuvo su afortunado debut en el Teatro Colón de Buenos Aires, regalando al cantaor barcelonés la posibilidad de convertirse en el primer cantante de flamenco en pisar el escenario del importante teatro lírico latinoamericano.

Aún a la espera de que se publique el disco del concierto, de momento su versión del tango "Fuimos" ha sido insertada por el mismo Mederos en su álbum Comunidad (2006). "No se trata de una fusión -según sus recientes declaraciones. Es algo más interesante. Se trata de probar cómo el tango se deja penetrar por otras culturas, como desde su origen. Siempre respetando la historia del género, hay un componente de hibridez que es muy rico musicalmente. En este tipo de aperturas, el tango tiene futuro; en cambio, retrocede cuando se copia y se encierra en sí mismo. Tenemos que mirarnos en el pasado para construir nuestra historia para adelante”.