Joe Lovano, leyenda viva del jazz en 'Carne cruda'
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Heredero y aglutinador de las principales corrientes del jazz, desde el clasicismo hasta la vanguardia pasando por el be bop, Joe Lovano ha mantenido viva la llama de los grandes de la historia de la improvisación aportando al mismo tiempo su propia personalidad a sus múltiples proyectos y su reconocible sonido, un soplido redondo, fuerte y compacto, muy hard bop y al mismo tiempo, muy dúctil, elástico y ágil.
Un gran músico
En su saxo tenor, suenan ecos de otros célebres tenores como Lester Young, Coltrane o Rollins, saxofonistas de sonido intenso y rotundo como el suyo, pero también hay algo que es única y sencillamente Lovano: por un lado, esa facilidad con la que ha absorbido todo lo anterior y lo hace sonar con la pegada de un peso pesado y la velocidad de un peso medio; por otro, la versatilidad de su estilo que le ha permitido involucrarse en proyectos muy diversos.
Ésa es otra de sus grandes virtudes: la variedad de formaciones y estilos que ha abordado con éxito, desde discos con orquesta sinfónica, pasando por combos amplios de jazz, hasta pequeñas formaciones, entre las que destaca su fértil alianza con el guitarrista Bill Frisell y el desaparecido baterista Paul Motian, con quienes formó uno de los tríos más interesantes y avanzados de la escena estadounidense de los años 80. Con ellos, llevó a cabo algunas de sus incursiones más vanguardistas demostrando que se sabe mover también por terrenos pantanosos.
La vida y obra del artista
Nacido en Cleveland en 1952 en una familia de músicos, su padre Tony Lovano, también saxofonista tenor, fue su principal maestro, el que le empapó de tradición y le introdujo en el circuito de jam sessions de la ciudad en las que Joe pulió su técnica a velocidad de vértigo. Con sólo 16 años, ya estaba trabajando profesionalmente como músico. Desde entonces, no ha parado de tocar por todo el mundo y de grabar, como líder y como acompañante. Tiene casi 30 discos a su nombre y otros tantos como miembro destacado.
Su último trabajo como líder es una revisión de la obra de uno de los grandes del saxo de todos los tiempos: Charlie Parker. En “Bird Songs”, (publicado por Blue Note, su sello desde hace años), repasa algunas de las composiciones más conocidas del creador del be bop junto a algunas jóvenes estrellas del firmamento actual del jazz, como la contrabajista Esperanza Spalding o el percusionista cubano, Francisco Mela. Como albacea de la tradición del jazz, Lovano pasa el testigo a las nuevas generaciones.
Pero no sólo revisa a los clásicos. Lovano es también un excelente compositor que muestra en sus piezas la misma mezcla de tradición e imaginación que encontramos en sus solos. Su extraordinaria forma de solear es la que le ha hecho tan solicitado en salas, festivales y formaciones. Es en ese cara a cara consigo mismo donde alcanza su mayor grandeza, como aquellos históricos sopladores a los que rinde tributo con su música.
Lovano toca lo que quiere, como quiere y cuando quiere, entrando y saliendo del tiempo, retorciendo las melodías con una facilidad pasmosa sin perder el pie y manteniendo una pulsación excepcionalmente tensa. No sólo es un improvisador creativo, además es un improvisador con mucho swing, mucho groove, como buen baterista que también es.
Lovano es mucho Lovano. Es un capo del jazz por méritos propios. No ha tenido que morirse para convertirse en leyenda. Es leyenda viva. Y esperemos que lo siga siendo