La irreverencia de Los Punsetes en 'Siglo 21'
- Siglo 21 de Radio 3 entrevista al grupo de madrileño
- Charlamos con ellos sobre Una montaña es una montaña, su último disco
Una cosa es una cosa. Así de claro y de evidente. Parece una simpleza, pero quizás algunos ya están hartos de metáforas. Por ejemplo, Los Punsetes.
Una montaña es una montaña es el nuevo disco de esta banda de Madrid. Tal vez incluyen menos tacos que en los anteriores, pero continúan con su visión ácida de la realidad social y sentimental.
Y si tienen que decirte que los tecnócratas no solucionan nada con sus estrategias asépticas, que sus amigos fueron despedidos por vomitar la borrachera delante del jefe y que todo lo que hoy conocemos va a acabar sepultado por una glaciación, pues te lo sueltan.
Lo de Los Punsetes es la objetividad irónica, el día a día mirado a través de una lupa caústica, maligna y certera al mismo tiempo. Esta vez es Pablo Díaz-Reixa, El Guincho, quien se encarga de la producción del álbum.
Él es el responsable de un sonido más paisajístico en las canciones de Los Punsetes, de pulir y trabajar cada tema, de lidiar y generar nuevas texturas musicales, en medio de las discusiones creativas habituales en este quinteto.
En lo que sí se pusieron de acuerdo, hace cinco años, es en su veneración por Eduard Punset, mientras estudiaban en la facultad de Imagen. En lo demás, las ideas de cada uno se contraponen en el local de ensayo.
Uno cree en la inutilidad de los movimientos masivos, otro confiesa que no soporta a los que siempre piden tabaco y Ariadna asegura que cualquier día abandona su rigidez ante el micrófono y se arranca a bailar.
Al final, la disparidad se vuelve sinergia y tienen nuevo álbum publicado. Un disco es un disco. El tercero de Los Punsetes. Y ya está.