El jazz pierde al pianista Dave Brubeck
- El pianista californiano falleció el pasado miércoles 5, a los 91 años de edad
- Entre sus éxitos más destacados: Take five y Blue Rondó a la Turk
- Su nombre ha quedado estampado entre los grandes del jazz
En la música de jazz hay individualidades asombrosas que han dividido la opinión de las audiencias; Dave Brubeck fue uno de ellas. Para unos ha sido el máximo exponente del jazz de escucha fácil; para otros un jazzista por derecho, un pianista que abandonó a Bach y a Darius Milhaud –del que fue, por cierto, alumno- porque descubrió a Earl Hines y a Duke Ellington.
Dave Brubeck falleció el pasado día 5 de diciembre en un hospital de Connecticut. Al día siguiente, habría cumplido 92 años de edad.
Primeras experiencias en la música
En Concord, California, donde nació, lo sabía todo acerca de la música de baile, su primera experiencia de juventud en diversas orquestas. Esa habilidad mostrada desde niño, quedó definitivamente consolidada tras su encuentro con la que, años más tarde, se convertiría en su esposa, la estudiante de música Iola Marie Whitlock, que le convenció para que terminase estudios de piano.
Muy pronto, Brubeck encontró su verdadero acomodo profesional en el jazz y fueron muchas las veces que, desde su condición de estudiante serio en el Mills College de Oakland, describió la secuencia de su transformación en rastreador en el área de San Francisco de un estilo camerístico que él ubicaba entre el swing y el bebop.
El nacimiento de la leyenda
Dio con él. Comenzó así un periodo muy fecundo para el músico, en el que no tardaría en conocer al saxofonista Paul Desmond -en 1947-, con quien inició una colaboración que, en formato de cuarteto que completaban Norman Bates y Fred Dutton, acabó en uno de los pactos más duraderos del jazz. Música sin mucho swing, pero bien provista de imaginación y con un inusitado éxito comercial.
De lo último hay suficientes testimonios en el notabilísimo éxito cosechado por piezas como Take five y Blue Rondó a la Turk, ambos genuinos estándares del jazz, multiversionados por toda clase de intérpretes.
Una larga carrera estable
Con algunos cambios en el grupo -la marcha de Paul Desmond y su posterior sustitución por Gerry Mulligan, en 1967, fue el más importante-, la carrera de Dave Brubeck prosiguió manteniéndose estable durante las cuatro últimas décadas.
Su piano terminó siendo cómplice insobornable de muchas de las experiencias que han intentado asociar la música clásica al jazz por la vía de la camerística, detalle que, gracias a la sensibilidad de algunos programadores, pudimos disfrutar en España en 2005.
Con 85 años de edad, Dave Brubeck nos visitó con idéntica filosofía sonora a la de sus comienzos: la de ser uno de los músicos que más y mejor propició que muchos amantes de la culta música europea dejasen de sentir urticaria ante la simple mención del vocablo jazz.