Ouka Leele denuncia el feminicidio del Congo en su exposición 'Un banquete cruel. Pour quoi?'
- Con el testimonio de la periodista congoleña Caddy Adzuba
- En el Círculo de Bellas Artes de Madrid, hasta el 18 de mayo
En su trabajo más reciente Ouka Leele da visibilidad a la violencia que sufren la mujeres en la República Democrática del Congo a tavés del testimonio de la periodista congoleña Caddy Adzuba.
En Un banquete cruel. Pour quoi? la artista pone sobre la mesa las brutales violaciones constantes a las que son sometidas las mujeres de cualquier edad en ese país. En el transfondo aparece también la cruenta guerra que se libra en esa región para hacerse con el oro, los diamantes y el coltán, un material que se usa en la fabricación de móviles y ordenadores.
Y nunca mejor dicho lo de "poner sobre la mesa" ya que, además de fotografías y vídeos, quien visite la exposición se encontrará con una instalación que simula un gran banquete sobre una mesa de 15 metros de largo lujosamente vestida.
Pero una mesa en la que se sirven calaveras es un horror y ese horror impregna toda la exposición. "Al público le cambia la cara, es muy dura, hay mucha muerte", explica la fotógrafa en la entrevista que ha concedido a Las Mañanas de RNE.
En la realidad que se vive en el país africano también hay mucha muerte y la artista lo ha plasmado a su manera. En uno de los testimonios que recoge de Caddy Adzuba, la periodista cuenta cómo a una mujer la violaron repetidas veces, después mataron a su marido y a sus hijos y se los dieron de comer.
"Lo he pasado fatal y no me gusta", asegura Leele, "yo no soy de las que creo que haya que sufrir haciendo arte, pero aquí me he visto obligada a plantear el horror".
"La exposición es una denuncia balsámica, es un puñetazo a lo bestia mientras les doy una caricia porque no puedo hablar de horror sin dar una salida", nos explica la también pintora y poetisa.
Y esa salida llega en forma de cientos de flores blancas que cuelgan del techo, algún retazo de cielo azul o flores que se cuelan en alguna fotografía. Belleza como contrapunto del horror e intento de minimizar la congoja que se apodera del visitante que recorre la sala.