La azarosa vida de Sophie d'Alençon
- Padecía continuas depresiones como su hermana, la emperatriz Sissi
- Falleció en el incendio de una proyección de los hermanos Lumière
Sofía Carlota de Baviera, la hermana pequeña de la emperatriz Sissi, tuvo una vida complicada y llena de altibajos. A pesar de su belleza, su elevado rango y el amor de su marido, no fue capaz de apreciar todo lo que tenía y de ser feliz.
Se comprometió con el rey Luis II de Baviera, pero en las vísperas del enlace se enamoró locamente del fotógrafo del retrato de boda, Edgar Hanfstaengl. El romance fue corto e intenso. El monarca canceló el matrimonio porque empezaba a dar muestras de sus desequelibrios mentales y veía a Sofía como un personaje de una ópera de Wagner.
A los 21 años se casó con el duque de Alençon, nieto del rey de Francia Luis Felipe de Orleans. Tras la celebración en el castillo de Possenhofen, se trasladaron a Londres. Pero el clima otoñal de la capital británica le trajo una depresión. La duquesa tuvo una hija y un hijo, pero su maternidad no evitaba que estuviera continuamente decaída.
A los 40 años se enamoró de un médico, lo que provocó que su marido la internara en una casa de reposo, primero, y en un manicomio especializado en desviaciones sexuales, después.
Cuando salió de este centro se dedicó a los más necesitados e ingresó en una orden seglar de dominicos con el nombre de la hermana María Magdalena. Sofía de Alençon organizó un bazar de caridad y contrató a los hermanos Lumière para que sirvieran de reclamo con sus llamadas fotografías animadas. Lamentablemente el celuloide era muy inflamable y se produjo un incendio. En el accidente fallecieron decenas de personas, entre ellas la duquesa.
El espacio Vidas contadas de Radio 5 cuenta toda su historia y cómo en su testamento había pedido que se quemaran sus cabellos. Su deseo se cumplió de forma trágica. Solo un año después, un anarquista acabó con la vida de Sissi de Baviera, emperatriz de Austria Hungría.