En construcción la que será la torre más alta del mundo, la Kingdom Tower en Arabia Saudí
- Todo listo para que comience en un mes la construcción del Kingdom Tower
- Medirá un kilómetro de altura y los ascensores subirán a 10 metros por segundo
Desde hace años, todos los arquitectos sueñan con construir un edificio de una milla de altura, lo que equivale a 1,6 kilómetros. La Kingdom Tower prometía alcanzar la ansiada cifra; pero parece que, de momento, no va a ser posible. Sus arquitectos tendrán que conformarse con levantar la torre un kilómetro del suelo.
La Kingdom Tower se convertirá en el edificio más alto del mundo, un título que tiene muy poco de funcional y mucho de presumir. "Una parte importante es el prestigio, poder demostrar tecnología y capacidad de un país para llevar a cabo una empresa de es tipo", asegura el arquitecto Enrique Álvarez-Sala, responsable de la torre PwC de Madrid, el tercer rascacielos más alto de España y el sexto de la Unión Europea, en una entrevista en el programa Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García.
Así, en el podio de las vanidades, la ciudad de Yida, en Arabia Saudí, desbancará a Dubai, en Emiratos Árabes Unidos. Parece que todo queda en Oriente Medio. De hecho, es allí, junto con el Este de Asia, donde se encuentran dos tercios de los edificios más altos del mundo.
Un ranking que parece no tener límites
Lejos quedan los tiempos en que Nueva York y Chicago sorprendían al mundo con sus enormes edificios. Aunque nadie podrá arrebatar a los Estados Unidos el honor de ser los primeros. El rascacielos que ostenta el título del primero de la historia es el Insurance Building en Chicago en el año 1885 y tenían 10 plantas.
Con él comienza la tendencia alcista, gracias a la invención del ascensor. Primero en Chicago, Nueva York y después en todo el mundo. De hecho, hubo una disputa entre el Empire State Building y el Chrysler Building por ver cual sería más alto, que terminó con el triunfo del primero sencillamente, por se terminó más tarde.
Y aunque todos quieren crecer a lo alto, el ancho también importa. Porque como dice Álvarez-Sala, "lo difícil es crear edificios esbeltos, altos y finos" que se conviertan en el orgullo de la nación.