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La escritora Rosa Regàs lamenta que la sociedad actual esté estancada en la desesperanza

  • Ha publicado su último libro Entre el sentido común y el desvarío 
  • Repasa su infancia, que estuvo marcada por la II República y la guerra

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Todo lo que somos se genera en nuestra infancia, así lo piensa Rosa Regàs. Por eso, la escritora ha querido recuperar en su último libro sus recuerdos de niñez y los que heredó de sus padres y abuelos.

Entre el sentido común y el desvarío recoge sus experiencias infantiles, que estuvieron marcadas por los últimos años de la II República y la Guerra Civil española. El programa Gente despierta de Radio Nacional ha reflexionado sobre los primeros capítulos de su intensa vida.

Durante los años republicanos, vivió el ambiente cultural en el que sus padres se desenvolvían. Estos recibían habitualmente la visita de los intelectuales de la época. De hecho le hicieron una fotografía a su hija con solo año y medio en el regazo de Federico García Lorca. La imagen la vio en casa de sus abuelos cuando tenía 12 años, pero se perdió y lamenta no haberla guardado como parte de la historia de sus progenitores.

La guerra cambió su infancia, ya que con tres años la enviaron a París con su hermano pequeño para evitar que sufrieran los bombardeos. Mientras sus dos hermanos mayores se trasladaban a Holanda. El reencuentro fue duro ya que no eran capaces de comunicarse entre ellos. Unos solo hablaban francés y otros solo holandés

Al reflexionar sobre los conflictos bélicos, la escritora considera que intensifican la vida social de las ciudades ya que las personas son conscientes de que en cualquier momento pueden morir. Como ejemplo ha puesto la intensa vida nocturna en el Líbano en calles destrozadas por las bombas.

La economía prima sobre la cultura

Lamenta que la sociedad actual esté estancada en la desesperanza. Según la autora, durante el franquismo el ambiente estaba lleno de esperanza. Los ciudadanos se preparaban para la democracia y se reunían para hablar porque no sabían nada de política.  Ahora todo el mundo cree que lo sabe todo, se le concede más importancia a la economía que a la cultura y lo único que importa es tener dinero y ser famoso

Los valores fundamentales para Regàs son el bienestar, la justicia, la libertad y la igualdad. La novelista lamenta que la justicia cada vez sea más lenta, que se haya avanzado poco en la igualdad entre hombres y mujeres, y se han agrandado las diferencias entre ricos y pobres. Añade que las leyes están hechas en favor de los ricos por lo que no hay bienestar en la sociedad.