Los Premios Sant Jordi de Cinematografía cumplen 58 años en plena forma
- Son los premios más veteranos del cine español junto con los Fotogramas
- Se entregan este lunes en la antigua Fábrica Estrella Damm
Este lunes hay que ponerse guapos. Hemos quedado en la antigua Fábrica Estrella Damm para celebrar una nueva edición de los Premios Sant Jordi de Cinematografía. Nuestros premios cumplen 58 años en plena forma, con el vigor que le dan los premiados, claro, como no.
El jurado ya ha cumplido. La crítica y los oyentes han afinado configurando un palmarés donde los grandes títulos internacionales del año, La gran belleza o 12 años de esclavitud, encajan con las películas de presupuesto ajustado y talento demostrado, Gente en sitios de Juan Cavestany que aún pregunta si todo sigue en pie, o Todas las mujeres de Mariano Barroso.
Un palmarés donde hay espacio para las apuestas. En actores, bravo Antonio Dechent (A puerta fría) y Aura Garrido (Stockholm), tan camaleónica, ¿vendrá de rubia o morena? Y para los homenajes, el que se le va a rendir a Francesc Betriu, Paco para los amigos. Este outsider del cine español ha navegado, a lo largo de más de 40 años, incansable por este mar con oleaje que es el cine, un tímido reciclado que esta vez estará delante y no detrás de la cámara.
"Mi Sant Jordi que no me lo toquen"
RNE apuesta decididamente un año más por estos galardones que, junto con los Fotogramas, son los más veteranos premios de cine del país. Los Sant Jordi tienen su espacio reservado en la temporada de premios y su pretigio no se desgasta. Todos los que lo han recibido lo recuerdan con cariño. Recientemente José Sacristán lo decía en el pasado Festival de Málaga, repasando sus premios, con motivo del homenaje que se le tributó: "Mi Sant Jordi que no me lo toquen". La lista es larga y paseando por el palmarés uno se encuentra con Visconti, Bertolucci, Billy Wilder, con Fellini, Truffaut, y otros tantos maestros del séptimo arte que configuran la historia del cine.
Calle mayor de Juan Antonio Bardem fue el primer film premiado en 1957, cuando los entusiastas Jordi Torras y Esteve Bassols vieron que cine y radio formaban una pareja de lujo. El jurado ha ido cambiando, unos se fueron y otros llegaron pero el espíritu de los premios sigue ahí invariable. Esta es la gracia y lo que los hace auténticos y particulares, distinguiendo por supuesto la calidad pero también el riesgo, la audacia y la valentía.
Los presentadores de la gala, Marc Sala y Pepa Fernández, lo llevan bien ensayado y aunque Ferran Grau guarda bajo llave los secretos del guión, sabemos que la cantautora Lidia Guevara va a poner un buen contrapunto musical. Todo nuestro esfuerzo se encamina a un único objetivo, que los premiados sean felices y todos los presentes nos subamos a ese tren. Su alegría y emoción es básica para que la noche de los Sant Jordi sea redonda, una noche para recordar.